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ANÁLISIS
Bonelli: Massa nervioso por la falta de dólares y el escándalo Insaurralde
CLARÍN/MINING PRESS/ENERNEWS
06/10/2023

MARCELO BONELLI

Este jueves se tomó un respiro, pero el billete verde va rumbo a los 900 pesos en las próximas semanas y si no lo frenan, los bancos dicen que podría tocar los 1.000. Sergio Massa sabe que hasta las elecciones el mercado tendrá turbulencias y los banqueros pronostican problemas serios después de los comicios.

Un “mega -operativo” de Guillermo Michel detuvo en la carrera ascendente. Fue una denuncia judicial contra 18 bancos, varios líderes del mercado: Galicia, Supervielle y Patagonia. Pero esas denuncias no pueden detener lo que se apoderó del mercado: miedo, dudas e incertidumbre.

Massa mantuvo reuniones muy picantes con capos de cerealeras, banqueros y varios CEOS de multi. Hubo reproches, cuestionamientos, amenazas y traiciones. Massa busca dólares y los billetes no aparecen. La negociaciones más calientes son con las poderosas cerealeras. Las que tienen mayor capacidad de traer rápido dólares.

Massa los atacó: “Dejate de hacerte el boludo y liquiden. Si no lo hacen la van a pasar mal”. Fue en un diálogo con el influyente Gustavo Idigoras, el titular del Centro de Exportadores de Cereales. Idigoras contragolpeó preciso: “Sergio, a ver si entendés. No hay más soja. No la podemos inventar”. Los intercambios fueron aún más duros en las negociaciones con Michel y Lisandro Cleri, quien ahora maneja el Banco Central Hubo insultos, acusaciones y amenazas directas.

El problema es la ausencia de billetes. El BCRA tendría solo US$ 1.500 millones para afrontar la corrida hasta las elecciones. Para los banqueros, el dilema no sólo es llegar a las elecciones. El gran problema es el día después. Primero, porque hay “una olla a presión” que puede explotar y también porque nadie sabe qué puede hacer un eventual ganador.

Los lobos de Wall Street dudan, y por eso huyen de los títulos públicos, y el riesgo país no paró de subir: ayer tocó el récord de los 2.726 puntos. Los bonos reflejan el temor por el futuro. Existen miles de versiones sobre la “bomba” de las Leliq y el mercado cree la peor: que al final –por más que digan que no– va haber una reprogramación –léase “default”- de esas obligaciones por 30.000 millones. También existe inquietud por el tipo de cambio oficial. Massa lo sostendrá con fórceps hasta el 20 de octubre, pero nadie sabe qué ocurrirá el 23.

La brecha -arriba del 130 %- aumenta la presión de una devaluación. Massa, en sus reuniones secretas con petroleros, les habría jurado que no habría salto brusco: el BCRA volvería a aplicar un crawling peg, para evitar una hecatombe.

Todo depende también de la suerte electoral: la situación sería un poquito –sólo un poquito– más holgada si Massa entra en el balotaje. Sólo se estirarían los tiempos. Massa le dice a hombres de negocios, que está ahí y difunde una encuesta que lo fascina. El paper de Federico Aurelio lo ubica dos puntos abajo de Milei y 9 arriba de Bullrich. Sería un milagro.

Los hombres de negocios insisten en que un triunfo de Javier Milei en primera vuelta, o un disputa cabeza a cabeza final entre Milei y Patricia, podría acelerar todo y hacer volar todo por los aires. La secuencia sería la siguiente: la Casa Rosada se quedaría sin gobernabilidad y la crisis se acentuaría en los últimos meses de Alberto, hasta explotar.

Este jueves, Milei intentó espantar esos demonios. En su concurrido almuerzo de Mar del Plata dijo: “Es irresponsable agitar el fantasma de default. Yo no voy a defaultear”. Fue un Exocet frente a los múltiples rumores que provocan la caída de los bonos. Un temor que se agiganta por la propuesta de dolarizar sin bases claras.


COLOQUIO DE AUTOAYUDA
IDEA, la cumbre frente al mar, fue el epicentro de estos comentarios. En las tertulias privadas –lo más interesante– se transpira inquietud, y se percibe miedo y zozobra. El título del Coloquio parece una sesión de “autoayuda” y no una reunión de hombres de negocios en medio del marasmo macro: “Argentinos, volvamos a ilusionarnos”.

La inquietud la marcó un “desayuno de espiritualidad” que ayer tuvieron. Todo terminó con un pedido de Silvia Bulla, ex presidenta de Dupont: la titular de ACDE pidió rezar por Argentina y todos terminaron de pie recitando el Padre Nuestro y pidiendo que Dios haga lo que los dirigentes son incapaces de hacer.

Massa no viajó, porque dice que lo manosearon: se cansó de los múltiples cambios de horario, que le hizo IDEA. Lo llamó a Santiago Mignone y lo acusó de armar todo para la oposición: “Ya me tienen podrido. No voy”.

El aplausómetro –de los presentes- la acompañó a Patricia Bullrich. Pero muchos prefirieron ir a comer con Milei. Varios con el don de la ubicuidad hicieron doblete, para quedar bien con ambos: entre ellos, Daniel Funes, Martín Cabrales, Marcelo Figueras aplaudieron a Patricia y fueron corriendo a comer con Milei. En el almuerzo había gente importante: el poderoso hacendado Marcos Pereda Bonn y el banquero Gabriel Martino. El ex HSBC pasó un mal momento. Milei lo miró fijo e inquisidor le dijo: “¿Vos sos el que estaba con Larreta?”.

Cuando caía la noche del jueves, en IDEA acusaban a Kelly Olmos de activar su propio “plan bomba” sindical. La ministra -desde hace meses- viene firmando curiosas inscripciones gremiales que pueden provocar un sinfín de conflictos sindicales. Olmos ya firmó 15 expedientes y la mayoría en la provincia de Buenos Aires.

Axel ya está inquieto: mandó a medir el impacto del affaire Insaurralde y bajó en las encuestas. Aun tiene ventaja sobre la oposición, pero todos desconocen la profundidad del escándalo. Kicillof recibió un informe secreto que afirma que Insaurralde tuvo “otras escapadas” similares con distintas modelos y hacía vida lujuriosa en el exterior.

El sábado, Insaurralde estaba fuera de sí y se defendía a los gritos: “Es una extorsión”. Después habría llorado. El jueves en el ambiente artístico se daba como un hecho otra cuestión: que el dinero del divorcio con Jésica Cirio está depositado en un conocido –dedicado a cuentas negras- banco de Manhattan. Sus funcionarios tendrán que reportar la situación, en caso que lo pida la Justicia. Serían US$ 20 millones que le entregó Insaurralde, de la corrupción. Kicillof igual tiene decidido aprovechar el escándalo: pretende cortarle las cajas a Máximo Kirchner.

Se trataría de un golpe fuerte para La Cámpora, ya devaluada. Sobrevive por la ayuda financiera de presupuestos estatales. Máximo fue a quejarse a Cristina. Insiste con su tesis: “Axel y Sergio nos quieren cagar”. El hijo de Cristina está muy golpeado: era socio político de Insaurralde –lo propuso para gobernador en lugar de Kicillof- y no desconocía sus impúdicas correrías de playboy.

Carlos Melconian recibió un interrogatorio a fondo, en la cumbre en la mansión de Gerard Mato. Melco preparó un informe para Bullrich. En ese paper se dice que Wall Street no prestará dinero hasta ver funcionar el futuro plan. Melconian le contó: “A los emisarios de Milei les fue mal y dicen que Massa se volvió loco”.

También hubo preguntas políticas. Matto interrogó: “¿Qué respaldo político tiene Bullrich? Y remató: “¿Cómo está jugando Macri?”. Melconian zafó con su respuesta. Echó un manto de piedad sobre el ex presidente. La actitud dual de Mauricio, enfureció a Patricia. Hace unas semanas en la intimidad ambos ya lo habían hablado. Fue el día que Bullrich le dijo a Macri: “Mauricio, ¿por qué no te dejas de romper las bolas con Milei?”


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews

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