La Nación, Buenos Aires
Una reciente resolución de la Unesco, vinculada con el programa Hombre y Biosfera (MAB, por sus siglas en inglés), ha declarado áreas protegidas a dos reservas de biosfera en nuestro país: la del parque Pereyra Iraola, ubicada entre las ciudades de Buenos Aires y La Plata, y la región andino-norpatagónica, que abarca parcialmente las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut. La información fue dada a conocer por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, ente que tiene a su cargo la articulación en el país del citado programa MAB, del que participan 34 países con la coordinación de un consejo internacional en el ámbito de la Unesco.
El concepto de "reserva de biosfera" posee un carácter central dentro del programa nombrado. En 1971, la Unesco consideró así a las áreas cuya protección se funda en los valiosos ecosistemas existentes y cuyo aprovechamiento económico debía responder a las pautas del desarrollo sostenible para beneficio de las comunidades locales. El programa MAB ha previsto que las reservas de biosfera permitan tanto la conservación de la belleza del paisaje y de la biodiversidad como la continuidad de las investigaciones científicas, el estudio de la evolución de los recursos naturales, lo que da ocasión a un permanente aporte educativo y formativo.
Esta declaración de reserva protegida se produjo en el país por primera vez en 1980, en el área de San Guillermo, provincia de San Juan, espacio que abarcó un millón de hectáreas en las cuales vicuñas y guanacos fueron las razones principales de conservación. Con las nuevas áreas declaradas, son trece las reservas de biosfera existentes en nuestro territorio. En la del parque Pereyra Iraola, de 10.248 hectáreas de superficie, se ha destacado su papel en la recarga para los acuíferos subterráneos, importantes para la provisión local de agua potable.
En cuanto al área andino-norpatagónica, por su extensión, se constituye en la mayor reserva del país y la primera ubicada en la Patagonia, con una superficie de 2.266.942 ha. Dentro de ella están comprendidos los parques nacionales Lanín, provincia de Neuquén; Nahuel Huapi, en Río Negro, y Lago Puelo, en Chubut. Esta bellísima región se distingue por los bosques de zonas templadas y lluviosas, con la presencia de una rica biodiversidad.
El logro de la resolución de la Unesco es satisfactoria en diversas perspectivas: ambientales, humanas, económicas. Al mismo tiempo, hay que destacar el compromiso que signa el país en cuanto al cuidado de los recursos y el desarrollo de esas reservas, según los términos que establece la declaración. Es lógico esperar, entonces, que se haga honor en el tiempo a la doble obligación contraída, en relación con el país y ante el organismo mundial.