El proyecto beneficiará a aproximadamente 460.000 habitantes
El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) admitió el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el proyecto de una planta desaladora en la Región de Coquimbo, una iniciativa que promete transformar el abastecimiento de agua en esta área costera.
Con una inversión estimada en US$ 260 millones y un cronograma que proyecta su puesta en marcha para 2029, esta planta busca abastecer de agua a las comunas de Coquimbo y La Serena, con posibilidad de expansión hacia Ovalle. Además de ser destinada al consumo humano, el agua producida en la planta podrá usarse para fines industriales y agrícolas.
Ubicada en el sector Ensenada de Panul, a unos 10 km al suroeste de la capital comunal, esta planta cubrirá un total de 22,5 hectáreas. Desarrollada por la Dirección General de Concesiones (DGC) del Ministerio de Obras Públicas, la obra se construirá en tres etapas: inicialmente, tendrá una capacidad de producción de 800 litros por segundo (l/s).
En la segunda fase, la capacidad aumentará a 1.000 l/s, para llegar finalmente a 1.200 l/s en la tercera fase. Esta planta beneficiará a alrededor de 460.000 habitantes, quienes contarán con un suministro más estable y una menor dependencia de fuentes de agua continentales, esenciales para la sostenibilidad hídrica de la región.
Además de la planta desaladora en sí, el proyecto contempla obras para la captación de agua de mar, el almacenamiento en un estanque con capacidad de 8.000 m3, una estación elevadora para su distribución, y un sistema de descarga de salmuera al mar.
La planta será alimentada por un sistema eléctrico diseñado para satisfacer sus demandas operativas. La concesión de esta infraestructura incluye diseño, construcción, mantenimiento y explotación por un plazo estimado de 30 años, y contempla subsidios fijos para su construcción y operación, así como ingresos mínimos garantizados y rentabilidad por la venta de agua.
Tras la realización de una consulta de pertinencia técnica (PCT) durante el primer semestre de 2024, el EIA, presentado ante el SEA en el segundo semestre del mismo año, incluye no solo las obras marítimas y terrestres de la planta sino también la infraestructura de distribución hacia las zonas urbanas de Coquimbo y La Serena.
Se espera que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) esté aprobada en el primer semestre de 2026, marcando el inicio de la fase de construcción de esta planta, que promete convertirse en un hito en la gestión de recursos hídricos en el norte chileno.