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ANÁLISIS
Guadagni: Frenar la emisión de gases tóxicos
CLARÍN/MINING PRESS/ENERENEWS
30/06/2023

ALIETO ALDO GUADAGNI *

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que hay posibilidades de que en los próximos cinco años se supere el récord de calor registrado en 2016 y que el cambio climático causado por las actividades humanas, eleve las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos. Según la OMM, hay 2/3 de probabilidades de que la temperatura media mundial anual supere en más de 1,5 grados los niveles preindustriales durante los próximos cinco años.

Tener presente que 1,5 grados no es un simple objetivo, sino un límite impuesto por la naturaleza. A partir de ese límite los riesgos son muy altos, pero ya antes de superarlo el calentamiento está generando graves consecuencias.

El dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera calienta el planeta, causando el cambio climático ya que es un importante gas que atrapa el calor, o gas de efecto invernadero, que proviene de la extracción y quema de combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo y el gas natural), de los incendios forestales y de procesos naturales como las erupciones volcánicas.

Desde el comienzo de la Revolución Industrial las actividades humanas han elevado el CO atmosférico. La cantidad de CO2es ahora el 150% de su valor en 1750. Esto es mayor que lo que sucedió naturalmente al final de la última edad de hielo hace 20.000 años. Las evidencias son un llamado de atención para toda la humanidad: el mes de abril de este año integra el grupo de seis meses de abril más cálidos desde 1880.

La Antártida y Groenlandia están perdiendo masa de hielo en este siglo, que contribuye al aumento del nivel del mar. Esto es importante porque las capas de hielo de estos extensos lugares almacenan dos tercios de toda el agua dulce de la Tierra. Están perdiendo hielo debido al calentamiento de la superficie de la Tierra y el océano. El agua de deshielo, proveniente de las capas de hielo de estas dos extensas áreas marítimas, contribuye al aumento mundial del nivel del mar, que comienza a amenazar a muchas regiones costeras.

La ciencia señala que a fin de evitar los peores impactos del cambio climático y para conservar un planeta habitable, el aumento global de la temperatura necesita limitarse a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.

En la actualidad, la Tierra ya tiene un calentamiento superior al 1,1 °C en comparación a finales del siglo XIX, y las emisiones continúan elevándose. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, tal como se exigió en el Acuerdo de París, es necesario que las emisiones se reduzcan alrededor del 45 % para 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050.

La transición a un mundo con cero emisiones es uno de los mayores retos que enfrenta la humanidad. El sector energético constituye la fuente de tres cuartos de las emisiones de gases de efecto invernadero en la actualidad y encierra la clave para evitar los peores efectos del cambio climático.

La sustitución de generadores de contaminación, como la producción de energía mediante el carbón, el petróleo o el gas, por fuentes de energía renovables, como la energía hidráulica, solar o eólica, reducirían drásticamente las emisiones de carbono.

Los compromisos adquiridos por los gobiernos hasta la fecha han quedado cortos para lo que es necesario. Los planes de las 193 naciones adheridas al Acuerdo de París, nos llevarían a un aumento en las emisiones globales de gases de efecto invernadero para 2030, en comparación con los niveles de 2010. Lograr el cero neto hace necesario que los gobiernos emprendan nuevas políticas energéticas para la reducción de las emisiones actuales.

La mayoría de las emisiones provienen de pocos países. Los siete principales emisores (China, Estados Unidos de América, India, la Unión Europea, Indonesia, Rusia y Brasil) representan la mitad de las emisiones mundiales.

El G20 (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, República de Corea, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía) es responsable del 75% de las emisiones mundiales.

Las inversiones deben acelerar la descarbonización, por eso los subsidios a los combustibles fósiles deben desaparecer para lograr un cambio impulsado por el mercado hacia una economía descarbonizada.

La energía es clave para la solución. Los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, son el mayor contribuyente por sus emisiones de dióxido de carbono. La ciencia indica que para evitar los impactos del cambio climático, las emisiones deben reducirse casi a la mitad para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050. Para lograr esto debemos poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles e invertir en fuentes alternativas de energía que sean limpias y sostenibles. Estas fuentes de energía renovables, están disponibles en abundancia a nuestro alrededor, proporcionadas por el sol, el viento y el agua.

Según la Organización Mundial de la Salud más del 90% de la población mundial respira aire que excede los límites de calidad sanitaria; cambiar a fuentes de energía limpias ayudaría a abordar no solo el cambio climático, sino también la contaminación del aire y la salud de la población.

Al ritmo actual de las emisiones acumuladas en la atmósfera en alrededor de una década cruzaríamos la barrera requerida para que la temperatura global no se incremente más de 1.5° centígrados sobre el nivel preindustrial. Esta magnitud no es simplemente un objetivo, sino que es un límite físico que no debe ser cruzado.

Llegó la hora de implementar globalmente nuevas políticas energéticas “limpias” que apunten sin demoras a la eliminación de la emisión de gases tóxicos. Todos tenemos la obligación de cuidar nuestra Casa Común, que será heredada por nuestros descendientes.

* Ex secretario de Energía. Miembro de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews

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