El 2025 comenzó con cifras históricas para Vaca Muerta, consolidando su crecimiento sostenido. En enero, las operadoras alcanzaron un nuevo récord de actividad con 1.718 etapas de fractura, superando el máximo de 1.703 registrado en junio de 2024, según el informe de Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage y presidente de la Fundación Contactos Energéticos.
La formación no convencional sigue afianzándose como un pilar clave en la producción de hidrocarburos en Argentina, con proyecciones que indican un crecimiento del 35% en la actividad durante el año, impulsado por mayores inversiones en infraestructura y exportación. En ese marco, proyectos como Duplicar de Oldelval y Vaca Muerta Sur permitirán incrementar la capacidad de transporte y producción.
"La industria se está preparando para un nivel fuerte de actividad en el primer trimestre de 2025, donde se espera un récord de más de 2.000 etapas de fractura por mes, de las cuales el 20% corresponde a shale gas y el 80% restante a shale oil", destacó Fucello.
Además, adelantó que "a medida que evolucionen los proyectos relacionados con la exportación de LNG, el shale gas tomará mayor relevancia y para 2026 podríamos estar hablando de más de 3.000 etapas de fractura entre petróleo y gas".
El crecimiento del sector también se refleja en las cifras del año pasado, cuando se completaron 17.796 fracturas en el segmento shale, lo que representó un incremento del 20% respecto a las 14.722 etapas de 2023.
YPF lideró la actividad con 879 fracturas, representando el 51% del total. Vista Energy registró 162 etapas, mientras que Pluspetrol, tras la adquisición de los activos de ExxonMobil, realizó 167. Otras empresas con fuerte presencia fueron Tecpetrol, del Grupo Techint, con 166 fracturas; Chevron con 164; Pan American Energy (PAE) con 103; TotalEnergies con 46 y Phoenix con 31.
El número de etapas de fractura se ha convertido en un indicador clave de la productividad y el crecimiento en la industria hidrocarburífera, ya que permite prever la producción futura y evaluar la actividad de cada empresa.
Cada fractura requiere aproximadamente 250 toneladas de arena y 1.500 m³ de agua, inyectados a presiones superiores a 10.000 PSI, lo que implica un importante movimiento de equipos y recursos logísticos.