Exxon Mobil espera que la demanda de crudo se mantenga por encima de los 100 millones de barriles diarios (bpd) hasta 2050, en niveles similares a los actuales, una previsión un 25% superior a la de su máximo rival europeo, BP.
La mayor demanda proyectada por la mayor petrolera estadounidense en su última perspectiva mundial del petróleo respalda los planes de crecimiento de la producción de Exxon, los más ambiciosos entre las grandes petroleras occidentales. En sus anteriores perspectivas, publicadas en 2023, no incluía una cifra de demanda para 2050.
La empresa también se mostró más pesimista que BP en cuanto a la reducción de las emisiones de carbono. Según BP, los avances tecnológicos permitirán reducir las emisiones después de 2029, en comparación con mediados de esta década.
Exxon prevé bombear 4,3 millones de barriles de petróleo y gas al día este año, un 30% más que su principal rival estadounidense, Chevron. BP está reduciendo la producción a unos 2 millones de barriles diarios de aquí a 2030.
"La demanda de petróleo y gas tiene un recorrido muy, muy largo y seguirá creciendo en los próximos años", declaró a Reuters Chris Birdsall, Director de Economía, Energía y Planificación Estratégica de Exxon.
Exxon estima que los vehículos eléctricos no alterarán significativamente la demanda mundial de petróleo a largo plazo, ya que se prevé que la población mundial aumente de los 8.000 millones actuales a casi 10.000 millones en 2050, lo que aumentará la demanda de energía.
Si todos los automóviles nuevos que se vendieran en el mundo en 2035 fueran eléctricos, la demanda de crudo seguiría siendo de 85 millones de barriles diarios, la misma que en 2010.
Las estimaciones triplican con creces los 24 millones de bpd de crudo que, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), permitirían al mundo alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
Exxon prevé que en 2050 el 67% de la energía mundial proceda del petróleo, el gas natural y el carbón, frente al 68% del año pasado.
Según la empresa, serán necesarias más inversiones en petróleo de las previstas en la actualidad, a medida que el mundo transite hacia los recursos no convencionales.
Los pozos de estas formaciones geológicas, como el shale estadounidense, tienen una vida útil de producción más corta y presentan un declive natural más pronunciado, señaló.
Exxon prevé que, sin nuevas inversiones, la producción disminuiría en torno a un 15% anual, un descenso más pronunciado en comparación con las estimaciones de la AIE para 2018, que se sitúan en torno al 8% anual.
Según Birdsall, este ritmo de declive podría hacer que los precios del petróleo se quintuplicaran y que la oferta mundial se desplomara a 30 millones de bpd ya en 2030.
"El suministro mundial de petróleo y gas natural prácticamente desaparecería sin inversiones continuas. La mayor razón del cambio es el desplazamiento hacia activos no convencionales de ciclo más corto", completó Birdsall.