El Índice Mensual de Metales (IMM) de Tierras Raras experimentó pocos cambios intermensuales. En conjunto, el índice mantuvo su tendencia lateral, con un ligero descenso del 2,5%.

Fue el carbonato de tierras raras el que registró la mayor variación de precios entre junio y julio, con una caída del 10,59%. Sin embargo, en conjunto, la tendencia del índice sigue siendo muy diferente de las fuertes caídas de precios registradas entre el febrero y mayo. 

LA FIEBRE DE EE.UU. POR LAS TIERRAS RARAS SE PONE A LA ALTURA DE CHINA
El precio de los metales de tierras raras aumentó ligeramente entre el 1 de junio y el 1 de julio de 2023. Los analistas atribuyen esta subida de precios a diversos factores, entre ellos la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China.

De acuerdo con Reuters, el Pentágono está tratando de vigilar la producción estadounidense de tierras raras en medio de las actuales disputas comerciales. Mientras tanto, la ligera subida de los precios de las tierras raras acompañó a la caída de los precios de otros metales.

Por ejemplo, los precios del estaño en Shanghai bajaron por sexto día consecutivo el miércoles 2 de julio, ya que los inversores aumentaron sus posiciones en corto (short) en este metal.

Esto demuestra que los inversores ven ahora los metales de tierras raras como una inversión más atractiva. De hecho, los precios de las tierras raras siguen subiendo porque se utilizan en una amplia gama de sectores, como la electrónica, la defensa y las energías renovables.

Esto también significa que cualquier interrupción en el suministro de metales de tierras raras podría tener importantes ramificaciones para estas industrias, de las que ya hemos empezado a ser testigos.

Estados Unidos sigue minimizando su dependencia de China y ha incrementado los intentos de revitalizar su propia industria de tierras raras. Sin embargo, los expertos creen que hay dos grandes vulnerabilidades que obstaculizan a EE.UU.

El primero es superar las economías de escala de China, mientras que el segundo depende de la capacidad de EE.UU. para cerrar una brecha de competencia cada vez mayor.

China incrementó espectacularmente sus esfuerzos mineros en las décadas de 1980 y 1990. Esto saturó el mercado con elementos de tierras raras de bajo coste y obligó a las minas de todo el mundo a cerrar.

El éxito de la industria de las tierras raras depende de si Estados Unidos puede ampliar rápidamente el procesamiento y el refinado tras la extracción de los recursos.

EL SUMINISTRO DE SEMICONDUCTORES PODRÍA SUFRIR MÁS TENSIONES
Con la batalla de las tierras raras entre Estados Unidos y China en pleno apogeo, el problema de la escasez de semiconductores sufrió otro golpe la semana pasada.

China prohibió las exportaciones de germanio y galio, dos metales muy utilizados en la fabricación de semiconductores. Aunque estos dos metales no entran en la categoría de tierras raras, la prohibición podría tener un importante efecto dominó en la industria tecnológica.

La nueva prohibición, que entrará en vigor el 1 de agosto, obliga a las empresas a obtener una autorización para exportar determinados compuestos de galio y germanio. La medida es sólo una parte más de una creciente lucha mundial por la supremacía técnica, con Estados Unidos y Europa por un lado y China por otro.

AXT, empresa estadounidense que fabrica sustratos de galio y germanio en China, solicitó permiso para seguir exportando estos productos. La empresa también está trabajando para minimizar cualquier posible inconveniente a sus clientes.

Las restricciones llegan justo cuando Estados Unidos estudia nuevas restricciones al envío de microchips de alta tecnología a China. Mientras tanto, las empresas de semiconductores siguen restando importancia a las consecuencias de que China restrinja las exportaciones de galio y germanio.

Una empresa, Navitas, afirmó que dispone de varias fuentes de suministro y que las limitaciones no afectarán sustancialmente a las operaciones.

La mayoría de los analistas consideran las limitaciones a la exportación como una represalia de Beijing contra EE.UU. y sus aliados por imponer restricciones a China en el sector de los chips. Aunque China sólo posee un cuasi monopolio en la extracción de galio en bruto, las empresas chinas son más vulnerables a la hora de procesar el metal raro.