América Latina no es inmune a las crisis agravadas que afectan al mundo, pero algunas condiciones favorables ofrecen perspectivas esperanzadoras para la región
MARISOL ARGUETA DE BARILLAS
La Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2023 titulada "Cooperación en un Mundo Fragmentado" tiene lugar en un escenario geopolítico y económico complejo, marcado por la continua guerra en Ucrania, las tensiones geopolíticas, los altos niveles de inflación, el temor a la recesión económica en las grandes economías y una escalada de protestas sociales alrededor del mundo.
Otros temas fuertemente presentes en la agenda serán la creciente preocupación por el cambio climático y una de las peores crisis energéticas en la historia de Europa.
Si bien América Latina no está exenta de los efectos de esta combinación de crisis y enfrenta importantes desafíos propios, eventos recientes como la reapertura de China y la inflación de los Estados Unidos aparentemente acercándose a su punto máximo, comienzan a ofrecer cierta esperanza.
UN PANORAMA MIXTO
Las economías latinoamericanas son heterogéneas, pero la región no ha escapado al endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y a la alta inflación. Las monedas locales se han depreciado y América Latina continuará enfrentando una alta inflación, afectando artículos de la canasta de consumo básico más allá de los alimentos y la energía.
El crecimiento económico de la región en 2022 se estima en 3,6%, impulsado por el consumo y la recuperación de los mercados laborales, los precios favorables de las materias primas y las exportaciones competitivas; Y entre otros factores, la pesada carga de la deuda y un débil nivel de inversión, se suman al crecimiento del 1,3% en 2023 y del 2,4% en 2024, según el Banco Mundial.
REPRESENTACIÓN DE AMÉRICA LATINA EN DAVOS
Representantes de once gobiernos latinoamericanos, incluidos los presidentes de Colombia, Costa Rica y Ecuador, y la vicepresidenta de la República Dominicana estarán presentes en Davos, junto con ministros y gobernadores estatales de Brasil, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Perú, además del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo y el director ejecutivo de la CEPAL.
Líderes empresariales de la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia y la juventud de los mismos países, así como de Argentina, Chile, Paraguay y Venezuela también participarán en importantes discusiones relacionadas con los desafíos globales y de las industrias, y profundizarán en el contexto político, social, económico y medioambiental de la región, considerando sus propios riesgos y desafíos, pero lo más importante, buscando soluciones sostenibles para abordarlos.
EL HORIZONTE POLÍTICO
Los eventos políticos y sociales más reciente en Perú están poniendo a prueba su institucionalidad democrática, mientras el ataque contra edificios gubernamentales en Brasilia alcanzó su punto máximo durante meses de creciente tensión política, pero ha ofrecido una oportunidad inesperada para reunir a los líderes democráticos en rechazo del extremismo y la violencia, y reafirmar su compromiso con la democracia y el estado de derecho.
Chile enfrentará otra fase en su proceso de reforma constitucional y se celebrarán elecciones generales en Paraguay, Guatemala y Argentina, en 2023. Los planteamientos sobre una Paz Total para Colombia, impulsada por el presidente Petro y la reanudación de las conversaciones entre sectores políticos entre los venezolanos continuarán creando expectativas en la agenda política de la región.
DESAFÍOS SOCIOECONÓMICOS
La pobreza, la desigualdad, la falta de movilidad socioeconómica, la inequidad de género y la inseguridad pública siguen siendo generalizadas en la mayor parte de la región y son factores que desencadenan flujos migratorios.
Se están implementando nuevas iniciativas para abordar las causas profundas de la migración en los países de origen, promoviendo inversiones y oportunidades comerciales para mejorar sus condiciones socioeconómicas y la resiliencia medioambiental.
La Alianza para Centroamérica, (Partneship for Central America) por ejemplo, promueve el aprovechamiento de las ventajas competitivas de la subregión, incluidas las oportunidades de nearshoring, al tiempo que cataliza las condiciones de desarrollo humano y económico.
Junto con el Foro Económico Mundial y las organizaciones de responsabilidad corporativa en El Salvador, Guatemala y Honduras, se está planificando una nueva iniciativa para difundir las métricas de los actores involucrados (Stakeholders Metrics) con el propósito de que los líderes corporativos nacionales midan e informen sus contribuciones y compromisos sociales, medioambientales y de gobernanza.
IMPORTANCIA MEDIOAMBIENTAL
América Latina desempeña un papel central en los esfuerzos globales sobre sostenibilidad. Aprovechar la economía verde de la región y su potencial para proporcionar servicios medioambientales al mundo, al tiempo que se promueve el desarrollo social, requiere una visión a largo plazo y un liderazgo coordinado en los sectores empresarial, gubernamental y social.
Al mismo tiempo, nuestra región alberga a más de 30 millones de personas que viven en la Amazonía, la selva tropical más grande de la Tierra y el reservorio biológico más rico del mundo. La ausencia de acciones inmediatas que frenen la degradación de los ecosistemas afectará la vida de sus habitantes y la estabilidad de los sistemas climáticos mundiales.
La posibilidad de permitir que la bioeconomía de la Amazonía brinde beneficios sostenibles para las personas y el planeta es alentadora, especialmente porque nuevos gobiernos de la cuenca amazónica han ajustado las prioridades y han anunciado una serie de planes prometedores.
TIEMPOS DE DIVISIÓN
Una nueva ola de cambio político está aumentando la atención en América Latina, donde los permanentes cambios en el péndulo ideológicos, la polarización y las presiones internas y globales están poniendo a prueba la capacidad de la región para cumplir con las expectativas sociales, económicas y políticas.
De hecho, algunos analistas pronostican otra década perdida para América Latina. Balancear la política fiscal con la requerida inversión social es un verdadero reto. Las medidas urgentes para hacer frente a las inquietantes circunstancias actuales requerirán la creación de un consenso dinámico en sociedades altamente polarizadas.
La esperanza es que estos procesos apremiantes puedan allanar el camino para que los líderes responsables participen en un diálogo sostenido y adopten la cooperación público-privada como un camino efectivo para abordar tanto las necesidades inmediatas como las deficiencias estructurales, saliendo así fortalecidos a largo plazo y demostrando que los pronosticadores están equivocados.