Sin embargo, se prevé que las aperturas a bolsa pueden tardar más en reanudarse debido a las altas tasas de interés globales
TATIANA BAUTZER
Después de una fuerte caída en los acuerdos de empresas en América Latina en 2022, los banqueros esperan una recuperación lenta el próximo año, liderada por fusiones y adquisiciones, pero las aperturas a bolsa (OPI) pueden tardar más en reanudarse debido a las altas tasas de interés globales.
El volumen de acuerdos de fusiones y adquisiciones en América Latina cayó un 35% este año, a US$ 86.000 millones, según datos de Refinitiv.
Roderick Greenlees, jefe de banca de inversión global de Itaú Unibanco Holding, dijo que el valor total de fusiones y adquisiciones, aunque inferior al año récord de 2021, estuvo dentro del rango histórico en los años anteriores.
Los banqueros predicen que los volúmenes de fusiones y adquisiciones crecerán hasta un 20% en la región el próximo año a medida que América Latina se vuelve más relevante entre los mercados emergentes.
Muchos inversionistas de mercados emergentes ya se han retirado de Rusia debido a la guerra en Ucrania y ahora están reduciendo su exposición a China, preocupados por el impacto de las erráticas políticas ante el Covid, la tensión con Washington y las opacas finanzas de las empresas chinas.
América Latina tiene una gran oportunidad para aumentar su participación entre los mercados emergentes, dijo Nicolás Roca, codirector de fusiones y adquisiciones de Latam en Citigroup.
“La volatilidad relacionada con las elecciones en la región tiende a ser de corta duración y no afectará esta tendencia”, dijo, citando el ejemplo de la mejora del mercado en Chile un año después de la elección del izquierdista Gabriel Boric.
Los inversionistas también esperan las propuestas de política económica del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el último izquierdista electo en la región después del colombiano Gustavo Petro, dijo Roca. Lula asume el cargo el 1 de enero y ha anunciado que Fernando Haddad será su ministro de Hacienda.
SALUD Y ENERGÍA
Por segundo año consecutivo, los acuerdos de salud estuvieron entre los más grandes de la región.
La compra de la aseguradora brasileña Sul America por la cadena de hospitales Rede D’Or Sao Luiz por US$ 3.100 millones en un acuerdo de acciones destacó la actividad en la industria. La adquisición por US$ 2.100 millones del operador de centros comerciales BR Malls por parte de Aliansce Sonae comenzó como una oferta no solicitada, algo que era inusual en Brasil hace poco tiempo.
La energía debería seguir siendo una industria muy activa, especialmente la energía renovable y los activos de transmisión, dijo Daniel Bassan, CEO de UBS BB.
Fabio Medeiros, jefe de banca de inversión en Brasil de Morgan Stanley, también ve una consolidación potencial entre las compañías petroleras más pequeñas que han crecido en los últimos años, adquiriendo activos vendidos por la petrolera estatal Petrobras. Se espera que Lula detenga las desinversiones de activos estatales.
OPIS MÁS LENTAS
El regreso de las Ofertas Públicas Iniciales (OPI) en 2023 parece más difícil, dijeron las fuentes.
Las ofertas de acciones bajaron un 61% en América Latina este año a US$13.400 millones, según datos de Refinitiv hasta el 26 de diciembre. Los inversionistass brasileños han estado invirtiendo dinero en activos de renta fija a medida que las tasas de interés de referencia alcanzaron el 13,75%.
Aunque las tasas también están subiendo en otros mercados desarrollados, América Latina ahora está nuevamente en el radar de los inversionistas internacionales luego de que se retiraron de otros grandes mercados, dijo Teodora Barone, directora ejecutiva de UBS BB.
La primera OPI del año debería ser la cotización de los activos energéticos propiedad de Three Gorges de China en Brasil.
Las empresas de saneamiento pueden retomar sus intenciones de cotizar en bolsa si el gobierno de Lula mantiene las leyes recientes que regulan la industria y permiten un mayor volumen de inversión privada.