En dos décadas, los partidos de gobierno no obtuvieron más del 15% de los cargos a los que aspiraron. Solo el Partido Aprista Peruano consiguió obtener más de un gobierno regional
ARIANA LIRA DELCORE
Las elecciones regionales y municipales del pasado 2 de octubre no fueron favorables para Perú Libre. A pesar de haber presentado un total de 750 candidatos, el partido por el cual fue electo el presidente Pedro Castillo solo consiguió 3 alcaldías provinciales y 75 distritales. La organización, además, no obtuvo ningún triunfo a nivel de gobierno regional. En Lima Metropolitana, el candidato de Perú Libre, Yuri Castro, se colocó en último puesto, con un débil 1.47% de votos.
Lo cierto es que, en los últimos 20 años, el partido de gobierno nunca ha tenido un performance significativo en las elecciones subnacionales. Desde el 2002 hasta el 2022, el promedio de candidatos presentados por el oficialismo que resultaron electos fue de 11%.
En el 2014, con Ollanta Humala en la presidencia, el Partido Nacionalista colocó únicamente 3 alcaldes distritales en todo el país y ningún alcalde provincial ni gobernador regional. En el 2018, Peruanos por el Kambio logró un total de 5 autoridades subnacionales, de las cuales 2 eran alcaldes provinciales y 3 alcaldes distritales.
La dificultad del oficialismo para imponerse a nivel subnacional se observa, sobre todo, en el plano regional. En los últimos 20 años, la única organización oficialista que logró colocar a dos gobernadores regionales fue el Partido Aprista Peruano: en las elecciones subnacionales del 2006, José Humberto Murguía y César Trelles obtuvieron resultaron electos en La Libertad y Piura, respectivamente. En el 2010, sin embargo, el partido de la estrella —que para ese entonces continuaba en el gobierno central— consiguió tan solo un gobierno regional gracias a la reelección de Murguía Zannier.
Por su parte, Perú Posible solo tuvo un candidato electo a nivel regional en los comicios del 2002: Rogelio Antenor Canches en el Callao. Ello a pesar de que fue el gobierno de Alejandro Toledo el que impulsó el proceso de regionalización del país.
Desde el año 2010, ningún partido oficialista ha conseguido ser electo en algún gobierno regional. Al igual que Perú Libre, ni ni Peruanos por el Kambio ni el Partido Nacionalista colocaron gobernadores regionales en las elecciones de 2014 y 2018, respectivamente. Este último, sin embargo, no postuló ningún candidato regional.
Al respecto, el politólogo Mauricio Zavaleta explica que los políticos subnacionales suelen optar por movimientos regionales en lugar de partidos políticos, debido a que resultan más atractivos.
“A los partidos les va mal en las subnacionales porque no tienen estructura, no tienen organización y, salvo algunas excepciones muy puntuales, no tienen ideas. Por lo tanto, no son atractivos para el político regional o provincial promedio”, explica.
A ello se suma el hecho de que el partido de gobierno, por lo general, sufre un desgaste de legitimidad ante la población.
“Además, con el partido de gobierno se tiene el agravante del desprestigio que suele estar asociado al ejercicio del gobierno nacional. Entonces, si eres un político promedio en una región, tu elección optima será optar por un movimiento regional”, sostiene Zavaleta.
En la misma línea, el también politólogo Gonzalo Banda señala que, tras el colapso de los partidos políticos ocurrido luego del fujimorismo, estos “no han tenido una estrategia territorial”.
“Los partidos de gobierno no tenían bases territoriales activas. Por ejemplo, el Partido Nacionalista y Perú Posible eran partidos que, inicialmente, no tenían bases ni cuadros regionales”, precisa.
¿PERÚ LIBRE SUFRIÓ UNA DERROTA?
Luego del caso de Peruanos por el Kambio, que logró colocar únicamente el 4% de los candidatos postulados, Perú Libre es la agrupación que peor suerte ha tenido en los comicios subnacionales de las últimas dos décadas. El partido del lápiz logró un total de 75 victorias —tres alcaldías provinciales y 75 distritales—, cifra que representa alrededor del 10% del total de candidatos presentados.
Gonzalo Banda explica que, para evaluar los resultados obtenidos por el partido oficialista a nivel regional, es indispensable tomar en cuenta la aspiración territorial de la organización política. Según el especialista, a diferencia de sus predecesores más inmediatos, Perú Libre sí tenía como objetivo lograr una presencia significativa a nivel subnacional. De hecho, mientras que en el 2014 y el 2018 el Partido Nacionalista y Peruanos por el Kambio presentaron únicamente 21 y 128 postulantes respectivamente, el partido del lápiz tuvo 750 candidaturas.
“Se tiende a minimizar el fracaso de Perú Libre debido a que a los anteriores tampoco les fue bien. Pero se tiene que considerar que Perú Libre nació como un movimiento regional y, por tanto, su aspiración territorial es cuantitativamente mayor que la que tenían los demás. Sería como comparar peras con manzanas”, asegura.
En la misma línea, Zavaleta advierte que, a diferencia de Perú Libre, el Partido Nacionalista no aspiraba a expanderse a nivel territorial.
“Ollanta Humala y Nadine Heredia no estaban interesados, en ese momento, en construcción partidaria. Además, postulan a muy poca gente (a las elecciones subnacionales del 2014)”, indica.
Al igual que Banda, Zavaleta considera que, más allá del mal performance histórico del oficialismo en las subnacionales, Perú Libre sufrió una derrota importante en los últimos comicios.
“Sí es claro que han perdido. Es cierto que han logrado un poquito más (de candidatos electos) debido a que han hecho un esfuerzo por tejer algunas alianzas importantes en el sur, pero en la política peruana nada dura”, advierte
Esta vez, la mayoría de autoridades de Peru Libre electas corresponde a la zona sur del país, con 42 alcaldes. Le sigue el centro, con 23, y el norte, con 13. No se obtuvo triunfo alguno ni en la zona oriente ni en Lima Metropolitana.
Zavaleta recuerda que dicha zona del país fue la que más respaldó a Pedro Castillo Terrones en la elección presidencial del 2021.
“Si tú ves la votación de Pedro Castillo, sus porcentajes más altos estuvieron en el sur. Le va muy bien en Puno, por ejemplo, y esa región por lo general ha apostado por opciones bastante radicales en los últimos años”, indica.
Por otro lado, Perú Libre no logró mantener ninguna de las 34 alcaldías provinciales y distritales obtenidas en las elecciones subnacionales del 2018.