La Agencia Internacional de Energía elaboró un informe que muestra las medidas de eficiencia más fuertes pueden reducir las facturas de energía, las importaciones de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero de manera rápida y eficiente.
El nuevo análisis de la AIE, subraya el papel vital de la eficiencia energética y el ahorro de energía para enfrentar las crisis actuales al abordar de inmediato los impactos paralizantes del aumento en los precios de la energía, fortalecer la seguridad energética y abordar el cambio climático.
Los desafíos actuales relacionados con la seguridad energética, los precios de la energía y el costo de vida se han cruzado con la crisis climática para recordarnos que la eficiencia energética es más indispensable que nunca.
La fuente de energía más limpia, económica y confiable es la que los países pueden evitar usar, al mismo tiempo que brindan servicios energéticos completos a los ciudadanos. Por eso la AIE se refiere a la eficiencia energética como el “primer combustible”. Sin una acción temprana sobre eficiencia, la transición energética a cero emisiones netas será más costosa y mucho más difícil de lograr.
El Escenario de Emisiones Net Zero para 2050 (NZE) de la AIE prevé una mejora en la tasa anual promedio de intensidad energética global (es decir, el uso de energía por unidad de PIB), una medida clave de la eficiencia energética de la economía, que se duplica desde alrededor del 2% alcanzado entre 2010- 2020 a poco más del 4% entre 2020 y 2030. Con una acción acelerada, la economía mundial para 2030 podría ser alrededor de un tercio más eficiente energéticamente que en 2020.
La mayoría de las medidas de eficiencia en el Escenario Net Zero, más allá de las del caso de política actual, ya son rentables y se pagan por sí mismas a través del ahorro de energía, más aún a los precios actuales de la energía.
En pocas palabras, un edificio, automóvil o instalación industrial más eficiente requiere menos energía para realizar la misma función, con ahorros de costos que son mayores que la inversión requerida para lograrlos.
El año 2021 vio el mayor aumento anual de la historia en las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía, alrededor de 2 Gt a aproximadamente 36 Gt de CO2, lo que compensó con creces la disminución en 2020.
Esto siguió a un aumento de aproximadamente 10 Gt, o 45% entre 2000 y 2019 Durante este período, la intensidad energética de la economía mundial mejoró en alrededor de una cuarta parte, lo que resultó en emisiones evitadas de alrededor de 8 Gt de CO2 en 2019.
Esto significa que las mejoras en la intensidad energética en la economía están compensando casi la mitad del crecimiento de las emisiones que podría haber ocurrido.
La acción acelerada sobre la eficiencia energética y las medidas relacionadas con la demanda de energía evitada pueden ayudar a evitar alrededor de 95 EJ de demanda de energía final en 2030 en comparación con el Escenario de Políticas Declaradas (STEPS) que tiene en cuenta las políticas y medidas existentes y también las que están en desarrollo.
Sin esta acción adicional, la demanda de energía final podría ser un 18% más alta en 2030 en lugar de alrededor de un 5% menos como en el escenario Net Zero.
Esta demanda de energía evitada es el resultado de una amplia gama de medidas, lo que refleja la naturaleza diversa de las tecnologías y acciones relacionadas con la eficiencia en todos los sectores. Los elementos de la demanda de energía evitada incluyen la eficiencia técnica, la electrificación, el cambio de comportamiento y otra demanda de energía evitada, como la digitalización, la eficiencia de los materiales y otros cambios de combustible.
También se logra a pesar de que la economía crece un 40% y apoya a alrededor de 800 millones de personas más con un mejor acceso a los servicios energéticos.
Para 2030, alrededor de un tercio de la demanda de energía evitada proviene del despliegue de equipos puramente más eficientes desde el punto de vista técnico, que van desde acondicionadores de aire hasta automóviles y camiones.
La electrificación proporciona alrededor del 20%, por ejemplo, mediante la sustitución de calderas de combustibles fósiles por bombas de calor más eficientes, el cambio a la electricidad para calentar a baja temperatura en la industria y una adopción más rápida de vehículos eléctricos.
El cambio de comportamiento proporciona un 18% adicional a través de medidas como bajar los termostatos y cambiar los patrones de viaje.
Otras medidas como la digitalización y la eficiencia material aportan el tercio restante. Esto incluye energía evitada a partir de la digitalización, por ejemplo mediante la adopción de controles inteligentes, así como medidas de eficiencia de materiales, incluido el aumento del reciclaje de plásticos y chatarra de acero.
Este nivel de inversión acelerada y despliegue de tecnologías relacionadas con la eficiencia energética respaldará 10 millones de puestos de trabajo adicionales para 2030 en relación con las políticas actuales. Esto incluye en áreas tales como nueva construcción y modernización de edificios, infraestructura de fabricación y transporte.
En el Escenario Net Zero, para 2030 la demanda de energía cae más en el sector de los edificios, sin embargo, el mayor potencial para evitar la demanda de energía se encuentra en el sector del transporte.
Las medidas relacionadas con la eficiencia también son cruciales para la industria, ya que la eficiencia material en la industria pesada y la electrificación en la fabricación ayudan a moderar el fuerte crecimiento de la demanda de energía para 2030.
En el Escenario Net Zero, el consumo de energía en los edificios se reduce en más de un 20 % entre 2020 y 2030. Esto se debe a una combinación de medidas que incluyen la sustitución de calderas de combustibles fósiles por bombas de calor eléctricas y un gran esfuerzo para reemplazar el uso tradicional de biomasa sólida: como leña y carbón para cocinar, con alternativas más eficientes y limpias.
Esto ayuda a lograr el acceso universal a la cocina limpia para 2030, un Objetivo de Desarrollo Sostenible clave con profundos beneficios sociales y económicos. El uso tradicional de biomasa contribuye a la contaminación del aire en los hogares, que actualmente está relacionada con alrededor de 2,5 millones de muertes prematuras al año, que afectan principalmente a mujeres y niños.
MEDIDAS RELACIONADAS CON LA EFICIENCIA MEJORADA
Duplicar la tasa actual de mejora de la intensidad energética del 2 % a poco más del 4 % por año durante la próxima década podría ayudar a evitar 5 Gt adicionales de emisiones por año para 2030 en comparación con un escenario sin un gran impulso adicional por parte de los responsables políticos. Esto proporciona alrededor de un tercio de todas las reducciones de emisiones observadas en el Escenario NZE.
En 2020, el consumo de energía del transporte totalizó alrededor de 105 EJ y representó alrededor del 27% de las emisiones globales totales relacionadas con la energía.
La acción temprana sobre electrificación, la mejora de la eficiencia de los vehículos con motor de combustión interna, el cambio de comportamiento y otras medidas de demanda de energía evitada proporcionan alrededor de 2,5 Gt de reducción de emisiones, o casi el 80% de lo que se necesita en el sector del transporte para 2030 en el Escenario NZE.
En 2020, el consumo de energía en los edificios totalizó alrededor de 129 EJ y contribuyó con alrededor del 28% de todas las emisiones globales relacionadas con la energía. La acción temprana sobre eficiencia energética, incluida la electrificación y el cambio de otros combustibles, ayuda a evitar alrededor de 37 EJ para 2030.
Esto da como resultado una reducción de alrededor de 1,2 Gt de emisiones de la combustión directa de combustibles fósiles en edificios y también ayuda a reducir las emisiones generales del sector eléctrico.
En 2020, el consumo de energía industrial fue de alrededor de 156 EJ, lo que contribuyó con alrededor del 39% de todas las emisiones globales relacionadas con la energía. Una acción más rápida en las medidas relacionadas con la eficiencia energética, especialmente la eficiencia de los materiales, ayuda a evitar 18 EJ y 1,3 Gt de emisiones industriales para 2030.
Esto es aproximadamente el 43% del esfuerzo total de reducción de emisiones del sector industrial visto para 2030 en el Escenario NZE
FORTALECER LA SEGURIDAD ENERGÉTICA Y REDUCIR TARIFAS
La acción mejorada en un amplio espectro de medidas relacionadas con la eficiencia energética que cubren el cambio de comportamiento, la electrificación y otros cambios de combustible, la digitalización y la eficiencia de los materiales puede ayudar a evitar alrededor de 95 EJ por año para 2030. Esto se compara con un escenario basado en las políticas actuales relacionadas con la eficiencia donde la demanda de energía sube alrededor de un 18% en lugar de ser un 5% más baja.
La comparación de estos dos escenarios en términos de los combustibles utilizados muestra la contribución significativa que hace una menor demanda de combustibles fósiles para mejorar la seguridad energética y reducir la exposición a precios volátiles.
Para 2030, se podrían evitar alrededor de 55 EJ por año de consumo de petróleo. Esto equivale a aproximadamente 30 millones de barriles de petróleo por día, aproximadamente el triple de la producción promedio de Rusia en 2021.
Estas reducciones reducirían los costos de energía entre alrededor de US$ 400.000 millones y un poco más de US$ 1 billón, dependiendo de los precios del petróleo; condiciones de mercado. La mayor parte de este consumo de petróleo evitado proviene del sector del transporte con reducciones menores pero significativas de la industria y los edificios.
Por ejemplo, en el Escenario NZE, el 20% de todos los autos serán eléctricos en 2030. Para los autos tradicionales, los estándares estrictos de economía de combustible continúan jugando un papel crucial hasta 2030 junto con cambios de comportamiento, como un mayor uso del transporte público, caminar y la bicicleta, así como los viajes en tren en sustitución de los vuelos de corta distancia.
La siguiente mayor reducción en el uso de combustibles fósiles proviene del gas natural con alrededor de 23 EJ por año evitados para 2030. Esto equivale a aproximadamente 650 bcm, aproximadamente cuatro veces las importaciones de gas de Rusia de la Unión Europea en 2021.
Se evitan alrededor de 17 EJ de demanda de energía a partir del uso del carbón, lo que equivale a casi 500 megatoneladas, equivalente a alrededor de 1,5 veces las importaciones totales de carbón de China en 2021. Esta reducción se produce principalmente en el sector industrial como resultado de una sustitución hacia la electricidad y la bioenergía moderna.
Solo para los hogares, la eficiencia mejorada y la demanda de energía evitada relacionada podrían ayudar a reducir las facturas de energía de los hogares a nivel mundial en al menos US$ 650.000 millones al año para 2030 en Nueva Zelanda.
