KERSTINE APPUNN
El suministro de petróleo ruso puede que forme parte de un próximo paquete de sanciones para debilitar el régimen del presidente ruso Vladimir Putin por la invasión de Ucrania.
Aunque ya se ha frenado el comercio de muchos productos, la reducción de la importación de combustibles fósiles ha sido una de las decisiones más difíciles para la UE. Los países europeos dependen en gran medida del carbón, el petróleo y el gas rusos, aunque en distinto grado.
Aunque ha advertido repetidamente de que cortar el suministro de gas ruso podría causar un daño económico duradero a Europa, el gobierno alemán ha acordado con otros estados europeos desprenderse de la hulla rusa y ha dicho que independizarse de su petróleo es más difícil, pero podría lograrse a finales de año.
Este análisis recopila información sobre los retos prácticos que esto supondría para la infraestructura petrolera alemana, las refinerías y la seguridad del suministro.
Rusia es el tercer productor mundial de petróleo, por detrás de Estados Unidos y Arabia Saudí: exporta unos cinco millones de barriles diarios (mb/d) de crudo y 2,85 mb/d de otros productos petrolíferos. Alrededor de 750 kb/d se entregan a Europa a través del sistema de oleoductos Druzhba.
En noviembre de 2021, Europa importó de Rusia 3,1 mb/d de crudo (el 34% del total) y 1,3 mb/d de otros productos petrolíferos. Alemania es el mayor importador de petróleo de Europa (OCDE) con 0,56 mb/d de crudo y 0,090 mb/d de otros hidrocarburos. Su consumo medio en 2021 fue de 1,85 mb/d.
El gobierno alemán ha anunciado que reducirá las importaciones de petróleo de Rusia a la mitad hasta mediados de año y logrará una independencia casi total a finales de 2022. Muchas empresas ya han decidido no renovar los contratos con los productores rusos y están sustituyendo las importaciones rusas por otros proveedores, según el Ministerio de Economía y Clima: "El cambio en las cadenas de suministro se hará efectivo ya en las próximas semanas y meses".
Alemania cuenta con tres sistemas de tuberías para el oeste, el este y el sur del país. Un oleoducto procedente de Italia da servicio al sur. Las refinerías del norte y el oeste de Alemania están conectadas con terminales en los puertos alemanes y holandeses del Mar del Norte.
El este del país recibe su petróleo a través del oleoducto ruso Druzhba; las grandes refinerías de Schwedt y Leuna están conectadas, además, con los puertos de Rostock y Gdansk. El oleoducto 'Druzhba' es operado por la empresa rusa Transneft; alrededor de un tercio de las importaciones rusas de petróleo llegan por esta vía.
No hay conexiones entre los sistemas de oleoductos del este y el oeste de Alemania. El suministro alternativo de petróleo al este tendrá que llegar a través de los puertos del Mar Báltico de Rostock y Gdansk, así como por carretera y ferrocarril, ha asegurado el Ministerio de Economía.
Los expertos han estimado como probable que se produzcan cuellos de botella en la cadena de suministro simplemente por el limitado número de petroleros que desembarcan en los puertos alemanes. El gobierno alemán ha admitido problemas similares respecto a la disponibilidad de trenes y camiones para llevar el petróleo del oeste al este.
En Alemania hay 16 refinerías que transforman el crudo en combustibles como gasóleo de calefacción, gasolina, gasóleo y queroseno. En el este de Alemania, las refinerías de Schwedt y Leuna procesan hasta 12 millones de toneladas de crudo al año que llegan a través del oleoducto de Druzhba.
En los estados de Berlín, Brandeburgo y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, nueve de cada 10 coches funcionan con combustible procedente de Schwedt, según la propia compañía. Leuna suministra a unas 1.300 gasolineras en Sajonia-Anhalt, Sajonia y Turingia.
No obstante, el Ministerio de Economía y Clima ha asegurado que "un embargo inmediato del crudo ruso podría provocar distorsiones en el mercado y cuellos de botella en el suministro de productos petrolíferos a nivel regional en el este y centro de Alemania, al menos temporalmente".
Además de garantizar el suministro de suficiente petróleo una vez que se agote el procedente del oleoducto de Druzhba, las dos refinerías tendrán que hacer frente a un tipo de crudo diferente.
Hasta ahora, están especializadas en el que viene de determinadas fuentes de Siberia y la conversión de los procesos de refinado requerirá inversiones, ha explicado Hendrik Mahlkow, del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW).
En el caso de la refinería de Leuna, el operador TotalEnergies ha anunciado que no suscribirá ni renovará los contratos de compra de petróleo ruso, lo que, según la empresa, significa que el petróleo y los productos petrolíferos rusos serán historia, a más tardar, el 31 de diciembre de 2022.
La otra gran refinería de Schwedt, PCK, es parcialmente propiedad de la empresa rusa Rosneft. Su capacidad es de 11,6 millones de toneladas de crudo al año, con una participación de Rosneft de 6,3 millones, según información de la empresa.
Después de poseer previamente el 54%, compró la participación de Shell el 18 de noviembre de 2021, aumentando su propiedad de la empresa a casi el 92%. Sólo tres días antes del ataque ruso a Ucrania, la Oficina Federal de Cárteles autorizó la compra.
Sin embargo, el Ministerio Federal de Economía y Clima anunció días después que revisaría el acuerdo. En la llamada auditoría de inversiones, comprobará si la inversión extranjera puede perjudicar el orden público o la seguridad del país.
Además de la refinería PCK de Schwedt, Rosneft también tiene un 24% en la MiRO (Karlsruhe) y un 28,57% en Bayernoil (Baviera).
El gobierno alemán anunció a principios de este mes que podría poner a Rosneft bajo administración fiduciaria o incluso expropiarla "si existe un peligro concreto de que", sin esa administración fiduciaria, "la empresa no cumpla sus tareas al servicio del funcionamiento de la comunidad en el sector energético y exista la amenaza de que se vea afectada la seguridad del suministro".
El proveedor de gas y operador de almacenamiento Gazprom Germania ya está bajo el control de las autoridades alemanas después de que la matriz rusa lo desechara.
Sin embargo, en tanto no se trate de la refinería PCK de Rosneft, es dudoso que la empresa tome medidas para reducir las entregas de petróleo ruso.
DIÉSEL
Alemania y otros países europeos reciben de Rusia mucho gasóleo ya refinado. Casi el 15% del que se vende en Alemania tiene esa procedencia. Las refinerías alemanas ya están muy orientadas a la producción de gasóleo, pero todavía no pueden satisfacer la demanda, según afirmaron en marzo los investigadores del Instituto Económico Alemán (IW).
Mientras sea así, los precios del gasóleo en el surtidor seguirán siendo altos para los conductores alemanes.
ALMACENAMIENTO Y FLEXIBILIDAD DEL MERCADO
Alemania tiene una reserva legal de petróleo de unos 15 millones de toneladas de crudo y 9,5 toneladas de productos petrolíferos minerales (por ejemplo, gasolina, gasóleo, gasóleo de calefacción, queroseno), que se distribuyen por toda Alemania para poder hacer frente a los cuellos de botella en el suministro local.
Si todas las entregas rusas cesaran a corto plazo, el suministro de petróleo estaría asegurado durante más de 200 días (sin tener en cuenta los problemas de transporte y las calidades del crudo), afirma el Gobierno.
Para ayudar a estabilizar los precios en el mercado mundial, Alemania y otros miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han liberado parte de sus reservas de petróleo desde el inicio de la guerra en Ucrania.
"En función de la situación del mercado mundial, básicamente muy flexible, es muy probable que se puedan conseguir sustitutos durante este tiempo para las refinerías que se abastecen a través de los puertos marítimos", escribió el Ministerio de Economía y Clima en una evaluación de este mismo mes.
Sin embargo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha mostrado mucha intención de aumentar la producción para compensar el déficit de petróleo ruso en Europa.