En los próximos meses EEUU prevé incrementar los envíos a toda Europa, pero el reparto será más complicado para España
MARÍA LEÓN ESCRIBANO
España recibió el mayor volumen de GNL desde EEUU de toda Europa en 2021, mientras que los países más dependientes de Rusia, como Alemania, hasta ahora no participan en su mercado. España no compra gas ruso y en su búsqueda por diversificar se convirtió en el principal consumidor de GNL de EE.UU, el acuerdo de Joe Biden con la U.E. hace tambalear esa posición estratégica.
Según los datos recogidos por la Administración de Información Energética de Estados Unidos, los primeros buques metaneros salieron de EEUU dirección a España en 2016, coincidiendo con el surgimiento del boom del 'fracking', una práctica prohibida en nuestro país. Ese año apenas llegaron 83 millones de metros cúbicos, la cantidad se multiplicó por diez al año siguiente y en apenas cinco años se ha disparado hasta 70 veces más. En 2021 las exportaciones de gas a España representaron el 3,2% del total tras enviar más de 6.000 millones de metros cúbicos, máximo histórico. No obstante, el peso de España como cliente de EEUU alcanzó su pico (3,6%) en 2020, un ejercicio marcado por la pandemia y los bajos precios.
Buque con gas natural licuado (GNL) en el puerto de Motril (Granada)
2019, apenas meses después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, fue un año clave para entender la estadística actual. Las exportaciones de EEUU a España se elevaron un 1.500% respecto a 2018. Durante los últimos gobiernos liderados por Sánchez, tanto en solitario como en coalición con Unidas Podemos, se han reorganizado las fuentes de aprovisionamiento energéticas. Además del gas también el petróleo. Como resultado, en 2022 EEUU ya es el principal suministrador de gas natural a España, por encima de Argelia, hasta ahora principal socio energético. Según los últimos datos de Enagás, representa casi el 34% del total de gas importado, mientras que respecto al crudo es el tercer proveedor de referencia con el 10,8% de la tarta.
En los próximos meses EEUU prevé incrementar los envíos a toda Europa, pero el reparto será más complicado para España ya que el resto de países europeos incrementarán las compras para reducir las importaciones rusas.
Las compras en el último año se realizaron desde España, Holanda, Francia, Portugal, Polonia, Grecia, Croacia, Italia, Lituania, Bélgica y Malta, por orden según el volumen importado. En su mayoría países con entrada marítima, mientras que Europa central y sobre todo los países fronterizos con Rusia recibían el gas por gasoductos. Sin embargo, los envíos a partir de ahora se dirigirán a más países, incluidos Alemania, República Checa o Austria, grandes dependientes del gas ruso.
Todos ellos se añadirán como competidores al mercado gasístico de EEUU. Solo el gobierno alemán, a quien EEUU no exporta gas según las estadísticas, trabaja para cortar su dependencia del gas de Rusia al 30% para alcanzar la independencia en 2024. Pero, además, fuera de la UE, los aliados Reino Unido y Turquía también son actuales compradores, el segundo y tercero de mayor relevancia en Europa por detrás de España.
El acuerdo EEUU-UE prevé incrementar en 15.000 millones de metros cúbicos la oferta en 2022. Además, ambas potencias se han comprometido con un suministro de 50.000 millones anuales de GNL estadounidense para Europa de aquí al 2030. La cifra es aún insuficiente para desvincularse del Kremlin y los volúmenes repartidos responderán a la ley de la oferta y la demanda: mayor precio más producto. Según las Agencia Internacional de la Energía, la UE importó 155.000 millones de metros cúbicos de gas natural de Rusia el año pasado, es decir más de tres veces más que la oferta de Biden. Por ello, las relaciones con otros países exportadores de gas como Qatar, Egipto o los países de África Occidental sigue siendo crucial.
EE.UU CUADRIPLICA SUS EXPORTACIONES DESDE 2015
El reforzamiento de la alianza de EEUU con los países europeos consolida la tendencia alcista en sus exportaciones de gas natural. El punto de inflexión se produjo en 2015, a partir de cuando ha disparado sus envíos fuera de su territorio hasta casi cuatro veces más. En concreto, ha pasado de exportar 50.500 millones de metros cúbicos a los más de 188.400 millones que registró en 2021 a través de gasoductos, buques metaneros que transportan GNL o por camiones.
Así, en 2017 se convirtió en exportador neto de gas natural tras superar por primera vez las exportaciones a las importaciones de este combustible. El margen entre ambas estadísticas se encuentra en máximos ante la tendencia alcista de las primeras y bajista de las segundas.
En este incremento destaca especialmente Europa, que ya representa el 18% de las exportaciones totales, cuando hace apenas seis años EEUU no tenía vínculos comerciales de gas con el Viejo Continente. Solo en los últimos tres años los envíos se han multiplicado por casi ocho, aún cuando los países de Europa central no compran a este país gas. En 2021, EEUU exportó gas a 13 países europeos. La UE representa el 13% de las compras.
En 2021, coincidiendo con el incremento de precios en los contratos de futuros de gas europeos, las exportaciones crecieron más de un 32%, tanto en toda Europa como solo en la Unión Europea. El Tittle Transfer Facility (TTF), que marca la referencia gasista en el Viejo Continente, marcó el pasado 7 de marzo su máximo histórico y, pese a que en las últimos días ha moderado el ascenso, el precio de este viernes fue todavía más de seis veces superior al de hace un año. El gigavatio hora (GWh), que equivale a 96,62 metros cúbicos de gas natural, sigue costando más de 100 euros. Este coste contrasta con el del mercado estadounidense. El Henry Hub, la referencia en el país, cotiza actualmente por debajo de los 6 dólares por MMBtu (millón de unidades termales británicas). Esto es 1,61 dólares/MWh o 1,46 euros.