Ivan Glasenberg entregó sus resultados financieros finales como director ejecutivo de Glencore al restablecer un dividendo de US$ 1.600.000 millones para los accionistas, a pesar de reportar una pérdida neta de US$ 1.900.000 millones el año pasado.

Glasenberg dejará el cargo después de 20 años como jefe de la empresa minera en junio después de un 2020 difícil en el que Glencore se vio obligado a desechar su dividendo de US$ 2.100 millonesen agosto y amortizar el valor de sus activos en US$ 5.900 millones.

Ahora debe restablecer el dividendo después de un fuerte aumento en los precios de las materias primas en la segunda mitad de 2020, lo que ayudó a la compañía a reducir su pila de deuda desde los máximos de US$ 20 mil millones del año pasado y registrar resultados financieros mejores de lo esperado.

Las ganancias ajustadas de Glencore antes de intereses, impuestos, deuda y amortización alcanzaron los US$ 11.6 mil millones para 2020, en línea con el año anterior y por encima de las expectativas de los analistas de US$ 10.7 mil millones para el año.

El aumento de los precios de las materias primas también ayudó a cambiar la suerte de BHP, la empresa minera más grande del mundo, que reveló un dividendo récord de 5.100 millones de dólares poco después de convertirse en la empresa más valiosa en la Bolsa de Valores de Londres.

Las ganancias subyacentes semestrales de BHP alcanzaron un máximo de siete años de poco más de US$ 6 mil millones debido a un repunte en el precio de mercado del mineral de hierro, que se utiliza para fabricar acero. El valor de mercado de la compañía se ha más que duplicado desde los mínimos de marzo del año pasado a casi 124.000 millones de libras, superando a Royal Dutch Shell y Unilever en la cima del FTSE 100.

Las empresas mineras esperan beneficiarse del aumento de la demanda de los metales necesarios para la infraestructura energética y las baterías bajas en carbono, como el cobre, el níquel y el cobalto, mientras se someten a la presión de los inversores para poner fin a su contribución a la crisis climática.

Glasenberg dejará Glencore con una hoja de ruta para convertirse en carbono cero neto para 2050, y prometió presentar la estrategia sorpresa de acción climática publicada el año pasado para una votación consultiva de los accionistas.

"Está claro que el cumplimiento de los objetivos del acuerdo de París ha adquirido una urgencia aún mayor" y que Glencore "está listo para apoyar la transición hacia una economía baja en carbono", comentó Glasenberg.

Susannah Streeter, analista senior de inversiones y mercados de Hargreaves Lansdown, dijo: “Ivan Glasenberg ha dirigido el barco de las materias primas durante casi dos décadas y, antes de dejar el timón, lo ha encaminado hacia un rumbo más ecológico para el futuro.

“En lugar de navegar contra la corriente, Glencore ya se ha comprometido con cero emisiones netas de carbono para 2050, la primera gran minera con objetivos que se alinean completamente con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Incrementar la producción de cobre mientras reduce su negocio de carbón es una gran parte de la estrategia", finalizó Streeter.

BHP no ha llegado a comprometerse a abandonar la producción de carbón y gas. Anunció planes a fines del año pasado para reducir sus emisiones de carbono en un 30% durante la próxima década en su camino a convertirse en carbono neto cero para 2050, y vinculará el 10% de la paga de los ejecutivos al desempeño ambiental de la compañía. 

Pero tiene la intención de retener las minas que producen carbón metalúrgico, que se utiliza en la fabricación de acero, y mantener sus campos de petróleo y gas.