SILVIA NAISHTAT *

Diseñada con el vuelo de los arquitectos italianos, la escuela Roberto Rocca en Campana fue reconocida como una de las diez más innovadoras del mundo. Sus alumnos llegan desde los colegios públicos de la zona donde Techint tiene su planta insignia de tubos sin costura. Patricia Bullrich la visitó y Paolo Rocca la guió en un recorrido en el que habló de la articulación público-privada y hasta le contó que están replicando el modelo en México y en Brasil.

En esta campaña no abundan, precisamente, fotos de los candidatos con industriales, aunque desde los equipos de Bullrich aseguran que tiene respaldo empresario y algo de eso se palpó entre los que compraron varias mesas en una cena en la que dice haber recaudado $ 300 millones.

Pero no puede jactarse de exclusividad. Su contrincante Horacio Rodríguez Larreta también los tiene y tal vez aventaje, por no contabilizar lo que expresó Daniel Funes de Rioja con su “le creo a Massa”, un botón de muestra que hay quienes también se inclinan por el ministro candidato.

La campaña parece teñir casi todo en la incertidumbre que rodea a su resultado y una expectativa acerca de que las PASO anticipan lo que puede suceder en octubre.

“La incertidumbre es el peor escenario”, dicen desde un banco de capital extranjero que por su posición en el segmento corporativo es muy consultado. Allí arriesgan que “harán sufrir a Massa, pero el desembolso del FMI llegará”.

¿Con devaluación?, se preguntó y arriesgaron: “Con retoques al estilo Massa, devaluar por sectores como un nuevo dólar agro y aplicar un impuesto a las importaciones”, fue la respuesta.

Esta semana con el dólar en nuevo récord y sin noticias del acuerdo con el FMI, volvió la inquietud de cómo se llega a diciembre.

“No será una elección de tres tercios y el escenario de pánico que planteaba Milei se ha diluido, no veo ninguna posibilidad de estallido”, plantearon en una petrolera.

Javier Timerman aventura que el Fondo le soltará los US$ 4.000 millones de desembolso a Massa en una negociación al límite para el ministro porque su suerte puede cambiar tras las PASO, según desliza.

Desde Wall Street, describe que entre los fondos “hay poco beneficio de la duda y prefieren esperar para volver en un escenario en el que domina la falta de confianza hacia Argentina”.

El alza del blue estremece, además, por la inflación. El repunte llega a los precios. Sin el poder de acorralar a las empresas, Matías Tombolini, a cargo de Comercio, reprocha negocios lucrativos.

Curioso el procedimiento. A la cadena española Día le aplicó una multa millonaria y la sacó del programa de precios cuidados. Regresa en estos días. El azúcar es otro dolor de cabeza. La sequía destrozó la cosecha que cayó 56%. El precio del azúcar tiene una alta incidencia en golosinas y galletitas, aún en las saladas. Y se trata solo de uno de los que están en las gateras, como la carne y verduras, a punto de pegar saltos acrobáticos.

Hacia adelante algunos aventuran “dolores de parto” por una “corrección del tipo de cambio”. La inflación para el próximo enero la sitúan en 20%. Es lo que Eugenio Díaz Bonilla llama desactivar la cuarta bomba macro. “Las tres primeras fueron el Rodrigazo, la hiperinflación y la convertibilidad. Lo importante es volver a crecer saliendo del cepo con orden fiscal”, plantea desde Washington.

Para el ex negociador de la deuda Daniel Marx no habrá un shock de tipo tradicional como la convertibilidad, sino un shock institucional con el envío de un paquete de leyes que implique correcciones. Marx confía en un despertar de las inversiones demoradas de proyectos que no son monumentales pero que están maniatados a la espera de una definición política.

Son conjeturas mientras hay un gobierno de salida con la gestión recortada salvo en el ingreso por la puerta de atrás y tramitado de urgencia de amigos y militantes a diversos organismos. El Congreso está paralizado y algunos buscan iniciativas de emergencia ante lo que prevén como un golpe de timón.

Es el caso de Máximo Kirchner para blindar Aerolíneas. Funes de Rioja apuntó contra una serie de proyectos que se suman al impacto que tiene en los juicios laborales la capitalización de los intereses. “Ese anatocismo, de cobrar intereses sobre intereses es brutal y lleva a la quiebra a numerosas compañías”, advirtió.

“En este país donde el futuro nunca llega”, de acuerdo a un industrial de peso se siguen tomando decisiones como las de algunas empresas de capital nacional con filiales en países de la región que al estar valuadas al tipo de cambio oficial, ese elevado precio en dólares tienta a los dueños que les han puesto el cartel de venta. Y lo llamativo es que así como hay fondos que se retiran del país sin esperar más, hay otros que están haciendo pie y sumarían esos activos que son en realidad posiciones de mercado.

Existen compañías que ponen proa a crecer mucho más en el exterior. Es el caso de Arcor que le otorgó ese nuevo rol a Luis Pagani, dedicado a expandirse en Asia y en Africa.

En la AmCham, que cobija a la mayoría de las multis, relativizan la salida de empresas. “Hay expectativa política, la que se va es por desesperación, el resto ya está acostumbrado a navegar la crisis. Y Argentina además de asomar en el nuevo escenario que impone la guerra en Ucrania como proveedor confiable de energía, tiene la oportunidad de convertirse en el México del cono sur”, dijeron en obvia referencia al país azteca que crece a gran ritmo por haber captado plantas industriales que se retiraron de China y forman parte de lo que se ha dado en llamar la globalización corta, con proveedores cercanos.

Javier Madanes Quintanilla, CEO de Aluar y FATE, observa un mundo más quieto, con una demanda interna que aún sufre las consecuencias de la sequía que en el caso de los neumáticos, por ejemplo, impacta que haya 1,5 millón menos de viajes de camiones.

En su visión, la restricción de divisas deja en espera varios proyectos. Madanes no puede duplicar el tamaño de su parque eólico por la imposibilidad de importar los molinos.

Donde sí están en carrera es en Vaca Muerta. Economía busca cerrar con Techint, que volvería a abastecer los tubos. Las obras son importantes. Se trata de revertir el gasoducto Norte, los 122 kilómetros del que une La Carlota y Tío Pujio en Córdoba y la extensión de Salliqueló a San Jorge en Santa Fe que implica 467 kilómetros adicionales. La licitación estaría lista y Massa la acaricia como su legado.

Techint iría junto a Sacde, la constructora del Pampa Energía cuyo principal accionista es Marcelo Mindlin. Esas compañías se ilusionan con que, a diferencia de lo que ocurrió con el Néstor Kirchner, esta vez nadie va a torpedear la negociación.

En el campo, mientras tanto, esperan más lluvias y que sigan estas buenas cotizaciones internacionales empujadas por el cierre y el bombardeo ruso a los puertos ucranianos, además de considerar a los barcos graneleros como objetivos militares. “Es otro escenario”, afirma Guillermo Kaplun. En cuatro días el precio del trigo saltó US$ 27 y el del maíz, US$ 13.5.

La exposición de la Rural en Palermo, que acaba de abrir, será una vidriera para la política. A tal punto, que bastó un café del presidente de la entidad, Nicolás Pino con Axel Kicillof para que regresara el stand del Banco Provincia. La Secretaría de Agricultura asombra con el tamaño del suyo.

Y Sergio Massa les prometió recorrida y asistencia hoy en un seminario especial. Es la primera vez desde 2005 que un ministro de un gobierno en el que Cristina es vicepresidenta va a la muestra de la Sociedad Rural.

La exposición se luce con un buen número de animales y maquinaria. Y ya hay disputa por lugares en el palco para el sábado 29 en la inauguración oficial. Ese día la sorpresa pasará por el discurso de Pino que hará eje en que el “campo no será un actor pasivo con las medidas del próximo gobierno”.

¿Se habrá inspirado en Antonio Gramsci que supo escribir que la historia enseña pero no tiene alumnos? 

* Periodista