DANIEL PERALTA
El intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, presentó el proyecto de ley para permitir el desarrollo minero en su departamento. La historia reciente dice que la actividad es resistida por un sector importante de la población. Sin embargo, el jefe comunal presentó la iniciativa, después de varias postergaciones y silencios.
“Creo que la minería nunca debería haber salido de la Legislatura. Estuvimos casi seis años en el Espacio de Diálogo Minero (nota de la redacción: iniciativa lanzada en junio 2016), dónde las asociaciones ambientalistas no iban y estábamos sólo los que nos interesaba la minería. Así no sirve, era como pescar en la pecera. Las cámaras tienen que empezar a debatir, escuchar alternativas y modificar lo que haya que modificar”, dice ahora Ojeda.
- ¿Usted no tiene alguna actividad que hacer para lograr la aprobación?
- Yo como intendente, tengo que salir a recorrer departamentos para hablar de frente con los vecinos respecto de la minería; yo con un equipo técnico que me acompañe.
- ¿Cómo recibe las críticas de personas de otros departamentos?
- Por un lado aparece el que está a favor. También hay quienes desconocen y no les interesa el tema. Por otro están los que desconocen y por temor se movilizan; lo más fácil es generar miedo y lo más difícil es trabajar en ese miedo. Por último están los que tienen intereses políticos, quienes buscan algún rédito, un nicho para ver si juntan un par de votos. Ejemplo, Marcelo Romano, que le interesa volver a tener un lugarcito en la Legislatura.
- Uno de los temas más sensibles es el agua. El slogan de los antimineros es “el agua de Mendoza no se negocia”. ¿Su proyecto pone en riesgo el agua de toda Mendoza?
- El proyecto no pone en riesgo nada del agua. De aprobarse habrá zonas dónde no se puede hacer minería: a menos de 10 kilómetros de los poblados, de los ríos y de las reservas naturales, la ley 7722 seguiría plenamente vigente. A los vecinos de San Rafael y Alvear el digo que, además de la restricción del proyecto, el río Atuel y el Salado (afluente del Atuel): hoy ningún emprendimiento puede tener autorización para usar agua de esa cuenca, ni siquiera agropecuario, porque no hay más cupo. Este proyecto está pensado para no poner en riesgo el agua, ni en calidad, ni en cantidad.
- Parece haber desconocimiento de las cuencas hidrológicas. Se habla de “el agua” como si fuera una sola para toda la provincia y la minería en Malargüe pudiera “robarle” el agua el resto de los departamentos...
- La minería en Malargüe no afectará el agua de los ríos de otros departamentos. Yo creo que la gente va a terminar apoyando el desarrollo de la minería en Malargüe, porque la cuenca hídrica de Malargüe, sacando el Atuel y el Salado, que por el proyecto quedan excluidos, el resto de los ríos del departamento se pierden en Patagones (nota de la redacción: los ríos del departamento, salvo Atuel y Salado, son parte de la cuenca del Colorado, que termina su cauce en el partido de Patagones, en el sur de provincia de Buenos Aires). Y tampoco el río Grande será afectado, porque también está protegido. Los mendocinos tienen que ver que en el interior de su provincia pueden tener una diversificación de la matriz productiva a 400 kilómetros del Gran Mendoza, un lugar dónde se produce energía y podría desarrollar minería.
- ¿Podría ampliarse el límite de 10 kilómetros de cercanía al Atuel y a sus afluentes fijado en el proyecto, para bajar los temores en San Rafael y Alvear?
- El proyecto habla de los ríos con nombre y apellido y sus afluentes. Si se lleva el proyecto a la cartografía, el triángulo que une el Salado con el Atuel está intacto. No queremos ir con el cuchillo por la espalda. Queremos que se discuta y se apruebe algo que funcione. Queremos hacer minería como corresponde.
- En el proyecto también están excluidas al desarrollo minero las áreas naturales. Malargüe tiene dos importantes, Payunia y Llancanello...
- El 20% de la superficie de Malargüe está bajo protección de reservas naturales. Así que se acota más el desarrollo de la actividad, sobre todo para el procesamiento del mineral.
- En los ‘90 había debate por los pasivos ambientales en Llancanello, dónde se desarrolló la actividad petrolera...
- Eso no sucedería con la minería. Las reservas están excluídas en el proyecto.
- ¿Cuántos yacimientos posibles podría tener su departamento?
- Tenemos 67 proyectos metalíferos en superficie. Después hay que ver si en calidad y en volumen es rentable extraer los minerales, porque todavía no hay exploración. Hierro Indio puede hacerse con la 7722, pero ese mineral no es un commodity, no se va a exportar. Nosotros estamos buscando desarrollo minero que genere dólares para Mendoza. Y los dólares llegan con el cobre, con el litio, con algún mineral raro y con el oro y la plata. Don Sixto es un proyecto que ya tiene factibilidad y no hay un río a 100 kilómetros, pero con la 7722 no se puede hacer, y es un proyecto que genera divisas (nota de la redacción Don Sixto prevé extraer oro y cobre y está ubicado a unos 35 kilómetros de Agua Escondida). De aprobarse la ley, cinco proyectos podrían pasar a exploración rápidamente.
- ¿Es una sorpresa que el Gobernador y todo el oficialismo no empujen su proyecto? ¿O ya lo había hablado?
- Creo que es muy valioso que el Gobernador volviera a decir que cree en la necesidad de la minería. Como mandatario hay que darle respuestas a los problemas financieros estructurales y disminuir la pobreza. Cornejo y Suárez no fueron los que generaron el desequilibrio fiscal de la provincia, lo heredaron; pero tarde o temprano hacen falta emprendimientos que generen ingresos en dólares. Y Mendoza tiene la opción de la minería.
- ¿Por qué hizo tanto silencio antes de presentar el proyecto?
- Podría haber convocado otros sectores para que discutan el proyecto previamente, pero yo creo que el debate debe producirse en la Legislatura y soy respetuoso de la institución.
- ¿Por eso no se lo mostró a la Cámara Minera de Mendoza?
- No se lo mostré a nadie de hecho. Llevo la discusión donde siempre debió estar. Serán tres meses, seis o un año. Pero la discusión debe salir de ese recinto.
- Es esperable que no haya posturas partidarias en una eventual votación. ¿Espera que la senadora malargüina del Frente de Todos, Alejandra Barros, vote a favor?
- Espero. De todos modos, hay que buscar los consensos. Para mi fue muy lindo escuchar al Gobernador decir que la minería es una fuente de riqueza y trabajo digno para que la gente viva mejor y que es una actividad que Malargüe necesita y también Mendoza.
- Pero Suárez también dijo que en su mandato no se iba a debatir...
- Yo felicito al Gobernador porque dijo lo que pensaba. Sé que él quiere minería, pero cree que no es el tiempo político apropiado para avanzar. Sin embargo nunca cuestionó la legitimidad de la actividad, ni la necesidad. Yo quiero aportar a la construcción del tiempo político, porque si no nos come lo ambiental, nos come la pobreza.
- Suárez dijo que el clima social desatado por la crisis económica, podría calentarse más por la discusión de la minería.
- Se corre serio riesgo de estallido social por la pobreza que estamos viviendo. Sino generamos riqueza, estamos en el horno. Creo que tiene que darse el debate basado en el compromiso para obtener los consensos. Si Malargüe está dispuesta a entregar el agua con el trasvase del río Grande al Atuel porque no tenemos agricultura, esperamos que los otros departamentos apoyen nuestras potencialidades para crecer y generar divisas. Además, esas divisas van a beneficiar a los otros departamentos, no olvidemos que el proyecto propone crear el Fondo de Infraestructura Provincial y Municipal con lo producido por la minería.
- ¿Cómo es ese fondo?
- Las empresas deben pagar el 1,5% del producto va a la conformación del fondo. La mitad de ese fondo se coparticipa. Además, de forma indirecta, la provincia también coparticiparía las regalías mineras.
- Para quienes no conocen, Malargüe nació minero y petrolero...
- Así es. La educación primaria en algunos casos llegó a Malargüe con la minería, por ejemplo la escuelita La Ripiera, en la zona dónde se va a construir Portezuelo del Viento, fue creada por Minacar, una mina de carbón que vendió a Europa en la Segunda Guerra Mundial. Tuvimos explotación de uranio y hoy podríamos suplir la importación para uso energético y medicinal. Somos el principal productor de yesos, tanto medicinales como agrícolas; potasio también. Argentina no tiene formaciones grandes de cobre, salvo en Malargüe porque ingresa la cola de la formación geológica chilena.
- Las colas de uranio, ese residuo fue muy polémico en los 90.
- Ese problema se resolvió totalmente. Las colas estaban dentro de la ciudad de Malargüe, porque las instalaciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica estaban cerca del centro. Pero, de aprobarse el proyecto, eso no se volvería a repetir, porque estaría prohibida la actividad en los poblados.