Ojeda alista proyecto para activar la minería en Malargüe. Los antecedentes
Malargüe tiene todo listo para abrirle la puerta a la minería. En una semana el intendente Juan Manuel Ojeda presentará el proyecto de zonificación minera para Mendoza que permitirá reactivar la industria con consenso social en el departamento mendocino.
La normativa implica que se podrán utilizar las sustancias actualmente prohibidas por la ley 7.722, aunque -en caso de ser aprobada- sólo regirá para el departamento de Malargüe.
El Día D ya tiene programado marchas de un lado y del otro. La UOCRA planifica una movilización en favor de la actividad mientras que los ambientalistas buscan hacer persión para que el debate no suceda.
A fines de 2021 la Corte Suprema declaró como inconstitucional el artículo de la Ley 7722 que prohibe la extracción con ciertas sustancias. La minería dio un paso enorme. Pero días después, por la presión, reclamo y violencia en la calles tuvo que retroceder. Otra vez en punto cero.
¿Qué cambió el panorama? Por un lado hay una necesidad de impulsar el desarrollo del departamento en partícular y la provincia en general. Pero por otro surgió la posibilidad de extraer minerales con un método novedoso que ofrece la empresa Clean Mining. Otras tantas necesidades hicieron que hoy Malargüe busca ser exceptuada de la tan famosa Ley 7722
En la actualidad, existe consenso popular en Malargüe para su desarrollo teniendo en cuenta no solo los efectos económicos, sociales y medioambientales; sino también la incorporación de las mejores tecnologías disponibles. En este departamento, se quiere construir colectivamente una minería que sea futuro, que cuide cada vez más el ambiente, que genere progreso y oportunidades para todos.
El gobernador Rodolfo Suárez ha repetido varias veces que el debate no volvería a darse durante los cuatro años de su gestión. Sin embargo, esta vez la iniciativa es distinta, ya que no abarca todo el territorio provincial, sino solamente a la porción delimitada de una comuna.Eso, por supuesto, no implica que la idea esté exenta del enojo de colectivos antimineros de otros departamentos, ni tampoco de acciones de inconstitucionalidad si se transformase en ley.
Lo concreto es que el texto ya pasó por su última corrección a fines de septiembre, y que -a más tardar– el jueves de la próxima semana estará aterrizando en la Casa de las Leyes.
No han sido muchas las veces en las que el mandatario se haya pronunciado sobre esta alternativa en particular; y si bien ha parecido clausurar la discusión en otros momentos, el hecho de que provenga directamente desde el poder legislativo -a diferencia de lo que pasó en 2019 con la ley 9.209- hace que el Ejecutivo no tenga causas válidas para obturar este debate que se dará entre las bancas mendocinas.
En Malargüe creen que todo saldrá bien e incluso el peronismo acompañaría, según los sondeos que vienen realizando; aunque -según pudo averiguar este diario- aún ninguno de sus referentes ha confirmado posturas hacia un lado o hacia el otro. Sí es claro que el Gobierno Nacional, a cargo del Frente de Todos, tiene un fuerte interés en ampliar la matriz minera de la Argentina, y que en esos planes, Mendoza no tiene un lugar minoritario.
Ingresando por el Senado, el proyecto irá a parar a la comisión de Ambiente casi sin escalas. La preside el referente de Libres del Sur Ernesto Mancinelli, y allí, la oposición está representada por cuatro nombres fuertes: Florencia Canali -una de las nuevas espadas peronistas de la zona Este-; Gerardo Vaquer -hombre de Righi de perfil técnico-; Mercedes Derrache -cercana a a la intendenta Destéfanis-; y Bartolomé Robles -más bien alejado de la cúpula del PJ y parte del massismo-. Con cinco votos, el órgano le dará despacho.
Los últimos cambios al proyecto
Entre lo que averiguó Diario UNO, resaltauna modificación importante. El texto original -o al menos, uno de los que hubo durante el proceso en que se escribió- hablaba de que la Secretaría de Minería debía transformarse en ministerio y comenzar a trabajar en Malargüe, como se adelantó a principios de julio. Sin embargo, los últimos retoques dejaron fuera a ese artículo, y permiten que el Ejecutivo siga manejando a todas las dependencias a su gusto.
Lo demás continúa exactamente como estaba: a diez kilómetros de cualquier curso de agua, no podrán utilizarse las sustancias que prohíbe la ley actual; como tampoco deberán emplearse en áreas naturales protegidas ni humedales. El resultado de esa zonificación – según los estudios malargüinos- implica que sólo habrá actividad con estos químicos en un 30% del territorio departamental.
UN POCO DE LA HISTORIA DE LA MINERÍA EN MALARGÜE
Según presenta la página oficial del departamento, lLa producción de yeso, por ejemplo, comenzó en 1942 en Malargüe, proveyendo a la industria local, nacional e incluso exportando, con numerosas empresas mendocinas dedicadas a este rubro. En esa década del 40, ya se sabía que Malargüe tenía minas de asfaltitas que servían tanto para la industria como para los ferrocarriles.
En 1947 fue descubierta la mina de plomo y zinc El Cajón, 50 km. al noroeste de Malargüe, la que fuera explotada desde 1949 a 1959 aportando – junto con Paramillos de Uspallata- la casi totalidad de la producción mendocina de plomo. En 1952 comenzó a explotarse otro tipo de minerales y se empezó a producir escoria volcánica, utilizada para fabricar bloques aislantes para la construcción, carburo de calcio y cales, proveniente de canteras ubicadas en territorio malargüino
A 45 km. al sur de Malargüe, se desarrolla la mina Huemul-Agua Botada, que fuera descubierta en 1951 y adquirida por la CNEA. Este yacimiento produjo desde 1953 hasta 1970 unas 650 toneladas de uranio. En la actualidad se pueden apreciar las ruinas de las instalaciones de la mina, que fuera abandonada por no tener más mineral.
Es en esa década, los cincuenta, que se desarrollan dos minas emblemáticas del departamento: Ethel y Santa Cruz. Comenzaron a ser explotadas en 1955, con su mayor auge entre 1965 y 1969. Estas minas, propiedad de la Empresa Minas Ethel S.R.L. del Ing. Luis Grassi y G. Von Zedwitz, fueron trabajadas hasta 1977.
A partir de los años 50, con la explotación del manganeso nace prácticamente la industria de ferroaleaciones mendocina. A la Fábrica Grassi de Malargüe le suceden las plantas de Carbometal S.A. con ferrosilicio y ferromanganeso en Luján de Cuyo y Nihuil, el Carburo de calcio y de silicio de Grassi en Nihuil y Blanco Encalada y la de Fabril Casale. La expansión de estas industrias, que entre 1957 y 1969 incrementaron su producción en 2,5 veces, crearon demanda de otros insumos mineros, como hierro, fluorita y cuarzo.
En 1996, Argentina Mineral Development (AMD) descubrió el potencial en “La Cabeza” (como se denominaba antes) y en el año 2000 la empresa Exeter Resource Corporation compró gran parte de los terrenos que conformaban el yacimiento que pasó a denominarse “Don Sixto”. La minera Vale adquirió Potasio Río Colorado en 2009 con un proyecto de inversión de más de 1.500 millones de dólares para extraer 4.500.000 toneladas por año.
Los planes de la empresa incluían hasta la construcción de una vía férrea hasta el puerto de Bahía Blanca. El proyecto se vio perjudicado por la caída del precio internacional y se determinó que la explotación de la mina no era viable económicamente; hasta hoy donde se encuentra en etapa de inversiones para su explotación.
Malargüe espera, la minería de Mendoza toda espera para reactivar una industria que en julio registró US$ 289,3 millones en exportaciones a nivel país y representó un crecimiento del 15,1% frente a 2021.
*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews