Sorpresa: El director Ejecutivo de la central minera y petrolera peruana se aleja de la entidad "por razones personales". Fue en los últimos tiempos un duro vocero en momentos de máxima tensión con el gobierno
Pablo de la Flor Belaunde informó, a través de su cuenta de Facebook, su renuncia a la Dirección Ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), luego de asumir el cargo desde marzo de 2018.
"Después de 4 años de intensas labores, dejo la SNMPE para explorar otros proyectos. Me voy con la pena de dejar una gran institución, pero también con la enorme satisfacción de haber contribuido a su desarrollo", escribió en su cuenta de Facebook.
"Mi especial reconocimiento a los asociados, sin cuyo compromiso y apoyo nada de lo alcanzado habría sido posible", agregó.
Según publicaron varios medios de Perú, Pablo de la Flor se quedará en su cargo hasta fines de febrero por lo que la transición del cargo será ordenada.
Además de ser ejecutivo del SNMPE, de 1990 a 1991 ha sido director del Área de Economía del Centro Peruano de Estudios Internacionales. Tres años después en 1994 fue designado Viceministro de Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales del Ministerio de Industria, Turismo y Negociaciones Comerciales Internacionales.
Entre 1996 y 1997, trabajó en el First Chicago Bank. Ha sido consultor en proyectos del Ministerio de Trabajo, del Consejo Nacional de Descentralización y del Banco Mundial en el Perú.
En 2003, fue nombrado como Viceministro de Comercio Exterior. Donde lideró el equipo negociador del Tratado de Libre Comercio Perú – Estados Unidos.
De 2006 al 2012 fue Vicepresidente de Asuntos Corporativos de la Compañía Minera Antamina.
En 2012 asumió como gerente de Asuntos Corporativos del Banco de Crédito del Perú, cargo en el que permaneció hasta 2017.
Luego fue designado como Director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, cargo con rango ministerial encargado de la supervisión y ejecución de las obras tras los desastres naturales causados por el Niño costero de 2016-2017 en el norte del Perú.