En febrero se consumen 2,3 millones de barriles más de los que se producen. JP Morgan cree que el precio del petróleo alcanzará los US$ 73 este año
VICENTE NIEVES
La fuerte volatilidad que está sufriendo la economía global con la pandemia del Covid-19 queda muy bien reflejada en el mercado de petróleo. Mientras que en los meses más duros del primer confinamiento (allá por abril y mayor 2020) llegaron a sobrar más de 20 millones de barriles de crudo por día (lo que se producía menos lo que se consumía a diario), ahora ocurre lo contrario, aunque en unas proporciones muy inferiores.
El déficit de producción está reduciendo los inventarios de petróleo (barriles acumulados durante periodos de superávit), presionando al alza a unos precios que se sitúan por encima de 63 dólares en el Brent.
Aunque es cierto que los fundamentales de este mercado (oferta-demanda) han mejorado, también es verdad que las expectativas y el optimismo han impulsado la cotización. Desde que se desvelaron los esperanzadores resultados de las vacunas en noviembre, el crudo Brent, de referencia en Europa, ha pasado de los 40 a los 63 dólares, una revalorización del 57%, que va a continuar, según las previsiones de JP Morgan.
A todo ello hay que sumar la mejora señalada en los fundamentales, impulsada por los recortes en la producción de la OPEP y un aumento de la demanda que está llegando antes de lo esperado.
Según los cálculos de JP Morgan, en febrero se está produciendo un déficit de 2,3 millones de barriles de crudo por día. De medía se van a producir 92,6 millones de barriles cada día (mbd), mientras que la demanda está siendo de 94,5 mbd, todavía muy lejos de los 100 mbd que se llegaron a alcanzar en algunos meses previos al Covid-19.
"Detrás del repunte del petróleo hay una caída constante en las enormes reservas que se acumularon en las primeras etapas de la pandemia: desde que alcanzaron su punto máximo en mayo pasado, los inventarios de petróleo crudo han disminuido en unos 350 millones de barriles", explican desde JP Morgan en una nota para clientes.
Pese al fuerte descenso en los inventarios globales, esos 350 millones solo suponen una pequeña parte de los 3.000 millones de barriles que mantienen en sus reservas los países de la OCDE (entre petróleo crudo y derivados). Aunque los niveles de inventarios siguen siendo elevados, la situación ha cambiado sustancialmente. Se espera que al finalizar este trimestre, los inventarios totales en la OCDE vuelvan a caer por debajo de los 3.000 millones, recuperando niveles previos al Covid-19.
"La caída de los inventarios se debe en gran parte a los esfuerzos de la OPEP y sus aliados para restringir la producción y, en menor medida, a la caída de la producción en otros lugares ante la reducción de la inversión y el gasto de las empresas", explican los analistas del banco americano.
La demanda está volviendo con más fuerza de lo esperado. En diciembre, el consumo de petróleo global ya sorprendió al alza con claridad, pero es que en enero la historia se ha vuelto a repetir, lo que está ayudando a reducir con intensidad los inventarios de crudo. "Un comienzo de año más firme se traslada a nuestras previsiones futuras, ya que seguimos esperando mejoras progresivas de la demanda durante el transcurso de este año". El petróleo ha tocado recientemente máximos de 13 meses.
La recuperación económica, pero sobre todo los recortes de la OPEP, deberían mantener un ligero déficit en el mercado petrolero que siga impulsando los precios en lo que queda de año. "Vemos una mayor disminución de los inventarios y al precio del Brent subiendo otros otros 10 dólares más hacia el final del año, promediando los 73 dólares en el mes de diciembre", sentencian estos expertos.