YICONG ZHU, SIMENG DENG Y KARTIK SELVARAJU
China está viviendo un cambio transformador en su panorama energético. Por primera vez en la historia, la energía eólica y solar han eclipsado en conjunto al carbón en capacidad, según los últimos datos de la Administración Nacional de Energía (NEA) del país.
El análisis de Rystad Energy pronostica que para 2026, la energía solar por sí sola superará al carbón como fuente de energía primaria de China, con una capacidad acumulada superior a 1,38 teravatios (TW), 150 gigavatios (GW) más que el carbón.
Este cambio se debe a un énfasis creciente en fuentes de energía más limpias y un alejamiento de los combustibles fósiles para el país. A pesar de la ventaja inicial del carbón, con alrededor de 50 GW de instalaciones anuales antes de 2016, China ha realizado inversiones sustanciales para expandir su infraestructura de energía renovable.
Desde 2020, las instalaciones anuales de energía eólica y solar han superado constantemente los 100 GW, tres a cuatro veces la capacidad agregada para el carbón. Este impulso solo ha cobrado impulso desde entonces, y el año pasado China estableció un récord con 293 GW de instalaciones eólicas y solares, impulsadas por proyectos de centros renovables a escala de gigavatios de los primeros y segundos lotes de la NEA conectados a la red del país.
El sector de energía a carbón de China se está moviendo en la dirección opuesta. El año pasado, se agregaron aproximadamente 40 GW de energía a carbón, pero esta cifra se desplomó a 8 GW en la primera mitad de 2024, según nuestras estimaciones.
A pesar de la expansión de la energía renovable en virtud de políticas de apoyo, el gobierno ha implementado restricciones más estrictas a los nuevos proyectos de carbón para cumplir con los objetivos de reducción de carbono. Los esfuerzos se centran ahora en eliminar gradualmente las plantas de carbón más pequeñas, modernizar las existentes para reducir las emisiones y aplicar normas más estrictas para los nuevos proyectos.
Como resultado, la brecha de capacidad adicional anual entre el carbón y la energía limpia se ha ampliado drásticamente, alcanzando una diferencia de 16 veces en el primer semestre de 2024.
"Nos encontramos en un momento crucial tanto para China como para la transición energética mundial. Con una sólida cartera de proyectos de energía renovable en marcha, el país está en camino de deshacerse de su reputación de mayor emisor de gases de efecto invernadero y mayor consumidor de energía del mundo", comentó Simeng Deng, analista senior, Rystad Energy.
"La energía solar será fundamental para esta transformación, con avances en las cadenas de suministro, la infraestructura y las ampliaciones de capacidad que superarán al carbón en la producción energética futura. Este cambio podría ser un logro histórico, que podría transformar a China de un gigante dependiente del carbón en un líder en energía limpia", agregó Deng.
La energía eólica se introdujo en China a principios de la década de 2000 como la primera fuente de energía nueva del país, y la ampliación de la capacidad de energía eólica se aceleró durante la década siguiente. En 2011, el país tenía 17,6 GW de nueva capacidad eólica terrestre instalada. Las instalaciones eólicas crecieron de manera constante entre 2011 y 2019, añadiendo entre 15 GW y 30 GW de nueva capacidad cada año, y los desarrollos eólicos marinos se incorporaron a la combinación energética del país desde 2018.
En 2020, hubo un aumento notable, con un récord de 71 GW de nuevas instalaciones, impulsado por la urgencia de asegurar tarifas de alimentación y subsidios antes de que la nación los eliminara gradualmente. El aumento fue seguido por una caída inmediata, y luego las instalaciones disminuyeron durante los dos años siguientes.
Sin embargo, la capacidad eólica se recuperó el año pasado con 75 GW de nuevas incorporaciones, impulsadas por el desarrollo acelerado de proyectos para cumplir con los objetivos nacionales para 2025. En la primera mitad de este año, se agregaron 25 GW de nueva capacidad, y las estimaciones de Rystad Energy predicen 50 GW adicionales en la segunda mitad del año.
La energía solar fotovoltaica (FV) tuvo un impacto notable en la matriz energética de China a partir de 2013, con 16 GW de capacidad. Gracias a importantes reducciones de costos, las instalaciones anuales aumentaron hasta alcanzar entre 30 GW y 50 GW entre 2016 y 2021.
Al año siguiente, China añadió 87 GW de FV, impulsada por el desarrollo acelerado de proyectos a gran escala e iniciativas de FV en tejados. En consecuencia, esto dio como resultado un récord de 216 GW de nueva capacidad registrada el año pasado. Con 105 GW añadidos en el primer semestre de este año, se espera que China supere los 230 GW en capacidad solar nueva total para el año.
A medida que aumenta la capacidad de energía limpia de China, el país enfrenta desafíos importantes, como la baja utilización y la intermitencia. Para abordar estos problemas es necesario modernizar sustancialmente la infraestructura de la red a fin de mejorar la flexibilidad de transmisión y las capacidades de almacenamiento.
El almacenamiento en baterías también será crucial para mantener la confiabilidad de la red, asegurando que se preserve la estabilidad a medida que la energía limpia se expande para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento y objetivos nacionales más amplios.