Los altos costos de la energía y la caída de los precios del acero están erosionando la rentabilidad de los fabricantes
China se encuentra en una situación financiera comprometida, y aun es difícil decir si conllevará a un desastre para su industria siderúrgica. Una parte importante de los analistas financieros y bursátiles del mundo han pronosticado que la crisis solo puede empeorar, ya que el país se prepara para afrontar su invierno más duro.
La espiral financiera descendente ha golpeado duramente a la economía china. Entre las industrias más afectadas están sus sectores del acero y el mineral de hierro. La crisis actual comenzó hace aproximadamente un año.
Fue entonces cuando uno de los principales promotores inmobiliarios chinos, Evergrande, anunció que no podía seguir soportando unos US$ 300.000 millones en pasivos.
Si bien esto bastó para desatar el pánico, el tiempo de reacción de las autoridades chinas no hizo sino empeorar la situación. Hace unos meses, el gobierno chino anunció un nuevo estímulo fiscal. Sin embargo, muchos expertos dicen que fue demasiado poco y demasiado tarde. Las industrias del país ya se tambaleaban por un nuevo brote de COVID-19, los frecuentes cortes de electricidad y la invasión de Ucrania.
Lo que no se puede discutir es que China ya no parece la potencia mundial que era hace apenas un año. Ahora los medios de comunicación mundiales afirman que "lo que China está experimentando es una ilustración de libro de texto de cómo se desarrolla una crisis financiera".
AL BORDE DE LA QUIEBRA
La industria siderúrgica china y las empresas que le suministran materias primas, como el mineral de hierro, se enfrentan ahora a un futuro sombrío. Al entrar en la segunda mitad del año, la rentabilidad de la industria siderúrgica ya ha caído en picado. De hecho, menos del 20% de las empresas anunciaron beneficios en julio.
Si se compara con el 80% que disfrutaba de rentabilidad antes de marzo, es fácil ver el sombrío panorama. En las previsiones publicadas recientemente, sólo unas cinco de las 25 empresas siderúrgicas que cotizan en bolsa estimaron un aumento de sus beneficios para el primer semestre del año.
Cada día que pasa, la economía china se debilita. Y a pesar de los gastos de última hora en infraestructuras del gobierno, es posible que no alcancen su objetivo de crecimiento económico real del 5,5%.
China no sólo es uno de los mayores fabricantes de acero del mundo, sino también su mayor consumidor. Se convirtió en el mayor productor de acero en 1996, pero la producción alcanzó el récord de 1.070 millones de toneladas en 2020. A pesar de estas impresionantes cifras, las empresas nacionales representan alrededor del 95% del consumo de acero chino. Sin ellas, el acero sencillamente no tiene dónde ir.
En la actualidad, la capacidad de producción de acero de China es de 1.200 millones de toneladas al año, y el consumo anual ronda los 1.000 millones de toneladas. Sin embargo, la falta de interés de los promotores inmobiliarios tras la crisis inmobiliaria ha provocado el cierre de muchos proyectos, lo que ha reducido el consumo de acero.
Después de todo, el sector inmobiliario y la fabricación de automóviles son algunos de los mayores consumidores de acero del país. Mientras tanto, alrededor del 29% de las empresas inmobiliarias chinas afirman estar al borde de la quiebra.
¿EL ACERO CHINO NO PUEDE IR MÁS QUE A LA BAJA?
Cuando el mayor fabricante de acero del mundo, China Baowu Steel Group, emitió una advertencia en una reunión interna sobre los "grandes retos" que suponían la caída de las ventas, la disminución de los precios y el descenso de la rentabilidad, levantó muchas alarmas. En respuesta, los funcionarios chinos siguen probando solución tras solución.
Junto con el estímulo fiscal, el gobierno también creó un Grupo de Recursos Minerales de China, de propiedad estatal, de US$ 3.000 millones , unos 20.000 millones de yuanes.
El objetivo era situarse en una posición negociadora en el mercado mundial de la fabricación de acero. Este mercado sigue dominado por cuatro gigantes mineros: Rio Tinto, BHP, Fortescue Metals y Vale.
Entonces, ¿es 2022 el fin del acero chino? Según un importante sector de analistas, la respuesta es "sí". Consideran que la demanda de acero de China ha tocado techo, y lo único que queda es una lenta espiral descendente.
Pero con la crisis financiera de China, el Politburó, principal órgano político del país, sigue buscando a tientas diversas contramedidas a sus problemas de fabricación de acero. Por ejemplo, recientemente dijo que los gobiernos locales y provinciales deberían tomar la iniciativa para hacer frente a las tensiones financieras, lo que muchos ven como otro ejemplo de "pasar la pelota".