LUCIANA PAZ
La minería puede convertirse en uno de los motores de la economía de Argentina. A nivel global la industria está siendo impulsada por la demanda de minerales críticos de la transición, entre ellos el cobre que el país tiene mucho pero en espera a una estabilidad política, economica, regulatoria e impositiva que debe darse a nivel local y que parece tener su horizonte en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones.
El jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, presentó su primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados de la Nación conforme lo establece la Constitución Nacional.
En ese marco, Francos reconoció que, cuando asumieron el 10 de diciembre, “se encontraron con una bomba de tiempo”, y en ese sentido, informó: “Teníamos una inflación minorista que se movía con un alza del 1% diario; un desequilibrio fiscal a nivel del Tesoro de 5 puntos del PBI, y a nivel del Banco Central, de 10 puntos del PBI”.
“Registrábamos una deuda por US$ 20.000 millones cuyos pasivos remunerados los tenedores podían ejecutar al día siguiente; un vencimiento de deuda de ocho mil millones de dólares a los 10 días siguientes a la asunción; deudas con importadores por cuarenta y dos mil seiscientos millones de dólares y deuda flotante de la Administración pública nacional por el equivalente a nueve mil millones de dólares”, añadió el funcionario.
LAS INVERSIONES QUE TRAERÁ EL RIGI EN MINERÍA
El Ministerio de Economía informa que, en el marco del impulso al sector privado que brindará la puesta en marcha del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), se destacan las siguientes inversiones estratégicas para la economía del país.
En Buenos Aires, SIDERSA presentó un plan de inversiones por US$ 300 millones para instalar una planta siderúrgica de última generación en la ciudad de San Nicolás. Esta iniciativa, que comprende US$ 100 millones destinados a la tecnología importada y US$ 200 millones a producción nacional, permitirá abastecer al mercado con insumos, como el hierro de construcción, indispensables para la producción nacional y la generación de exportaciones. El proyecto generará 360.000 toneladas anuales de hierro de construcción. Se estiman exportaciones del 30% de la producción, en función de la demanda local, que equivalen a US$ 100 millones anuales.
En San Juan hay dos proyectos mineros de cobre encabezados por las compañías BHP y Lundin que suman US$ 8.000 millones. Uno de ellos es Filo del Sol, con una inversión inicial proyectada en US$ 5.000 millones, y el otro, Josemaría, con una inversión de US$ 3.000 millones.
Además, en lo que respecta al litio, mineras extranjeras tienen la intención de invertir en Salta. Se trata de la surcoreana POSCO que está a la espera de que se reglamente el RIGI para avanzar en la segunda y tercera fase de su proyecto de litio de US$ 2.000 millones en el Salar del Hombre Muerto. La empresa busca construir una planta para ampliar sus instalaciones en su desarrollo Sal de Oro, su inversión más importante fuera de Corea del Sur de los últimos 60 años.
En julio, Eramine Sudamérica –conformada por la francesa Eramet (50,1%) y la china Tsingshan (49,9%)– inauguró la primera mina de litio en Salta y la cuarta del país en el salar Centenario Ratones, que empezará a funcionar en noviembre y demandó US$ 870 millones. En carpeta tiene una segunda instalación con un desembolso de US$ 800 millones.
El gigante chino Ganfeng, el mayor proveedor mundial para la producción de baterías de litio, evalúa una inversión de US$ 1.000 millones. Tiene el proyecto Mariana en el Salar Llullaillaco y construye un parque solar, con el que prevé el autoabastecimiento energético.
En marzo, compró el 15% del proyecto Pastos Grandes, que empezará su construcción en 2025 y es propiedad de Lithium Argentina, filial de la canadiense Lithium Americas. Son socias en otros proyectos como Caucharí-Olaroz, la mina más grande de litio del país, ubicada en Jujuy. Participan junto con Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse).
Rio Tinto, que opera en Salar de Rincón y prevé una segunda planta por US$ 300 millones.
PLASA, con un proyecto en el Salar de Diablillos y cuyo CEO se reunirá en la segunda quincena de septiembre con el ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, para informarle detalles de su expansión–.
La china Hanaq, que está reorganizando sus inversiones para avanzar RIGI mediante. Por último, en lo que respecta al cobre, First Quantum Minerals, a cargo del proyecto Taca Taca, pretende inyectar US$ 4.000 millones. Y Alpha Lithum y Tecpetrol evalúan invertir en oro.
En base a lo sucedido en los últimos años y al escenario actual en materia de precios internacionales de commodities y mejoras macroeconómicas y fiscales, los sectores que probablemente capitalicen mejor los incentivos que ofrece el RIGI a la inversión serán los de hidrocarburos, impulsados fundamentalmente por los abundantes recursos naturales de Vaca Muerta y la minería no metalífera, en particular, los nuevos proyectos de exploración y explotación de litio en Salta y Catamarca. En lo que respecta a minería metalífera para la extracción de cobre, oro y plata en las provincias de Salta y San Juan respectivamente. Asimismo, se han anunciado inversiones en el sector foresto-industrial y de energías renovables.
Una de las preguntas apuntaba que desde su inicio hasta la primera exportación un proyecto de litio lleva, en promedio tres años, por lo tanto el marco del RIGI no dejaría "prácticamente no pagaría derechos de exportación ni estaría obligado a ingresar dólares al país".
El ministro Francos aclaró que "para obtener el beneficio de quedar exceptuados de ingresar, liquidar y negociar el 100% de las divisas en el mercado de cambio deben haber transcurridos 4 años desde la puesta en marcha del VPU".
Cabe aclarar que una mina de litio en producción tiene más extensión que tres años, como describe la pregunta, por lo tanto existirían por fuera de ese tiempo ingresos de divisas y derecho de exportación ya que se apunta a una mayor durabilidad y los tres años sólo contemplan, de manera aproximada, la parte incial.
El Ministerio de Economía informa que el RIGI tiene por objetivo promover el desarrollo económico, incrementar las exportaciones y favorecer la creación de empleo. Para esto se establecen incentivos tributarios que apuntan a darle mayor competitividad y previsibilidad a un sector productivo estratégico como es el litio, donde a nivel nacional los derechos de exportación pueden desalentar la inversión.
Por otra parte, los incentivos cambiarios para la minería son importantes ya que es una fuente de divisas relevante para el país. De esta manera, promover las inversiones en litio, implica para el largo plazo el ingreso de divisas.
Es importante destacar que, a pesar de la libre disponibilidad de divisas, es inevitable que ingresen dólares al país, ya que es necesario cubrir pagos como salarios, proveedores, y otros gastos operativos. Como en cualquier industria, los ingresos se ven reducidos por costos, impuestos y otras cargas, hasta que se obtiene la ganancia neta de la empresa. Este monto es el que realmente se ve afectado por la libre disponibilidad de divisas.
Según un estudio del CEP XXI del entonces Ministerio de Desarrollo Productivo, el 67% de la facturación se destinaba al pago de salarios, proveedores y demás obligaciones, mientras que un 20% se traducía en la salida de divisas, principalmente a través de importaciones de insumos y maquinaria, remisiones de utilidades y pago de intereses. Finalmente, un 13% representa la ganancia neta de la empresa, que permanecía en el país debido a las restricciones cambiarias. El RIGI se enfocaría en ese 13%.
Cabe aclarar también que, en lo que respecta a la libre disponibilidad de divisas, una cantidad significativa de los proyectos de litio se encuentra adherido a los decretos 234 y 836 del 2021, los cuales también aseguraban una libre disponibilidad de divisas según montos de inversión iniciales, beneficio que resulta no acumulativo al RIGI.
Por último, debe tenerse en cuenta que para obtener el beneficio de quedar exceptuados de ingresar, liquidar y negociar el 100% de las divisas en el mercado de cambio deben haber transcurridos 4 años desde la puesta en marcha del VPU.
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