La demanda mundial de carbón se mantendrá prácticamente sin cambios tanto en 2024 como en 2025, ya que la creciente demanda de electricidad en algunas economías importantes compensa los impactos de una recuperación gradual de la energía hidroeléctrica y la rápida expansión de la energía solar y eólica, según la última actualización de la AIE sobre las tendencias del mercado del carbón en todo el mundo.

El uso mundial de carbón aumentó un 2,6% en 2023 y alcanzó un máximo histórico, impulsado por el fuerte crecimiento en China y la India, los dos mayores consumidores de carbón a nivel mundial, según la Actualización de mitad de año sobre el carbón de la AIE.

Si bien la demanda de carbón aumentó tanto en el sector eléctrico como en el industrial, el principal impulsor fue el uso de carbón para llenar el vacío creado por la baja producción hidroeléctrica y el rápido aumento de la demanda de electricidad.

En China, que representa más de la mitad del consumo mundial de carbón, la generación de electricidad a partir de energía hidroeléctrica se ha estado recuperando en 2024 desde los niveles excepcionalmente bajos del año pasado.

Esto, junto con el rápido y continuo despliegue de energía solar y eólica, está desacelerando significativamente el crecimiento del uso de carbón en 2024. Pero otro importante aumento anual en la demanda de electricidad de China, pronosticado en un 6,5% en 2024, hace poco probable una disminución en el consumo de carbón del país.

En India, se prevé que el crecimiento de la demanda de carbón se desacelere en la segunda mitad de 2024 a medida que las condiciones climáticas vuelvan a los promedios estacionales. En la primera mitad del año, el consumo de carbón de India aumentó bruscamente como resultado de la baja producción de energía hidroeléctrica y un aumento masivo de la demanda de electricidad debido a las olas de calor extremas y el fuerte crecimiento económico.

La demanda de carbón en Europa sigue la tendencia a la baja que comenzó a finales de la década de 2000, debido en gran medida a los esfuerzos por reducir las emisiones en la generación de energía. Tras haber caído más de un 25% en 2023, se prevé que la generación de energía a partir de carbón en la Unión Europea vuelva a caer casi en la misma proporción este año.

El uso de carbón también se ha contraído significativamente en los Estados Unidos en los últimos años, pero una mayor demanda de electricidad y un menor cambio del carbón al gas natural amenazan con frenar esta tendencia en 2024. Japón y Corea siguen reduciendo su dependencia del carbón, aunque a un ritmo más lento que Europa.

“Nuestro análisis muestra que es probable que la demanda mundial de carbón se mantenga prácticamente sin cambios hasta 2025, en función de las políticas actuales y las tendencias del mercado”, dijo Keisuke Sadamori, director de Mercados y Seguridad Energética de la AIE.

“El rápido despliegue continuo de la energía solar y eólica, combinado con la recuperación de la energía hidroeléctrica en China, está ejerciendo una presión significativa sobre el uso del carbón. Pero el sector eléctrico es el principal impulsor de la demanda mundial de carbón, y el consumo de electricidad está creciendo muy fuertemente en varias economías importantes", agregó.

"Sin un crecimiento tan rápido de la demanda de electricidad, estaríamos viendo una disminución en el uso mundial de carbón este año. Y las tendencias estructurales en juego significan que la demanda mundial de carbón está destinada a alcanzar un punto de inflexión y comenzar a disminuir pronto”, completó Sadamori. 

En cuanto a la oferta, se espera que la producción mundial de carbón disminuya levemente en 2024, después de un crecimiento sostenido el año anterior. En 2024, la producción de carbón en China se está moderando después de dos años de crecimiento asombroso.

En la India, continúa el impulso para aumentar la producción de carbón, y se espera que la oferta aumente alrededor del 10% en 2024. En las economías avanzadas, la producción de carbón está en declive, lo que refleja en gran medida la demanda.

El informe concluye que los volúmenes comerciales se encuentran en los niveles más altos jamás observados a pesar del colapso de las importaciones en Europa y la disminución de las importaciones en el noreste de Asia (Japón, Corea y Taipei Chino) desde 2017.

Sin embargo, otros países están interviniendo para aprovechar la oferta disponible. En 2024, Vietnam se convertirá en el quinto mayor importador de carbón, superando a Taipei Chino. Las importaciones a China y la India se mantienen en máximos históricos.

Según el informe, a pesar de la disminución de la producción interna en China en el primer semestre de este año, las sanciones más estrictas a los productores rusos y las interrupciones en unos pocos países exportadores, el mercado mundial del carbón está bien abastecido.

Con precios del gas natural más estables que en los últimos años, los precios del carbón se mantuvieron dentro de un rango en el primer semestre de 2024. Han regresado a niveles vistos por última vez antes de la crisis energética mundial, pero siguen elevados debido a las presiones inflacionarias.