El directorio de Petroperú aprobó entregar su administración a una empresa privada reestructuradora que resuelva su grave crisis financiera, la mudanza de todo su personal a la sede de su refinería en Talara y evaluar la continuidad de otras dos refinerías en el norte del país.
Así lo confirmó su presidente, Oliver Stark, en una entrevista con el diario El Comercio en la que detalla que la última sesión del directorio aprobó ocho medidas para "salvar" a la empresa petrolera.
La empresa ha estado condicionada en los últimos años por los rescates financieros del Tesoro Público para mantener sus operaciones a nivel nacional, en el transporte, refinación, distribución y venta de combustibles.
Stark declaró al rotativo que la primera medida ha sido aprobar "la contratación de la empresa reestructuradora de Petroperú, que es la que se va a encargar del manejo general de la empresa".
Agregó que "será como un CEO privado" que manejará toda la empresa y que en septiembre próximo será seleccionada para iniciar su labor.
Otra de las medidas es el traslado de todo el personal de la compañía que trabaja en Lima, que son unas 600 personas, a la ciudad norteña de Talara, donde se ubica la refinería más grande de la empresa y laboran otras 900 personas, según destacó EFE.
"De todas maneras, vamos a salir del edificio (en Lima), vía concesión o venta. Deberíamos irnos todos a Talara, aunque con algunas excepciones, como el área legal, de repente, o el área de compras", indicó Stark.
Asimismo, el directorio aprobó la venta de "activos no esenciales", aunque algunos están en garantía por las facilidades financieras otorgadas por el Ministerio de Economía y Finanzas.
"Hay 92 inmuebles que están ahora como garantía, pero hemos ubicado un grupo de cerca de diez que son de inmediata ejecución", informó Stark, entre los que se encuentran el edificio de la empresa en Lima que fue valorizado en US$ 120 millones, un club social y varias propiedades en las ciudades norteñas de Talara y Punta Arenas.
De igual forma, el directorio ha decidido evaluar la continuidad operativa de las refinerías de Conchán (Lima) e Iquitos (Loreto) para su eventual venta o reforma con una unidad de rebaja de azufre en sus operaciones.
También manejar directamente sus terminales marítimos de combustibles en el norte y centro del Perú por el manejo "ineficiente" de sus actuales concesionarios privados.
"Queremos manejarlo nosotros porque sabemos que lo podemos hacer mejor y porque es altamente rentable. Allí Petroperú tiene un gran activo", afirmó el presidente del directorio.
Con respecto a uno de los principales activos de Petroperú, la refinería de Talara, Stark informó que se aprobó también realizar una auditoria forense del proyecto de modernización de esta unidad porque "hay que identificar por qué la refinería se demoró 10 años en ser construida y por qué costó casi tres veces más que al inicio".
"La verdad es que este problema le está costando casi la existencia a la más importante empresa del Perú", expresó.
Como titular del directorio, Stark afirmó que las medidas aprobadas buscan dar un mensaje de que el plan de reestructuración "va en serio" y de que la empresa "se va a salvar", con la idea de que el Ejecutivo no tenga que meter más "la mano al bolsillo" para rescatarla.