ANAHÍ ABELEDO

El gasto mundial en tecnologías e infraestructuras de energía limpia va camino de alcanzar los  US$ 2 billones en 2024, incluso cuando los mayores costos de financiación obstaculizan nuevos proyectos, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo. A pesar de las presiones sobre la financiación, esa cifra será  casi el doble de la cantidad destinada a los combustibles fósiles , ayudada por la mejora de las cadenas de suministro y los menores costos de las tecnologías limpias, según un nuevo informe de la AIE. En América Latina algunos países como Chile; Colombia y Brasil duplicaron sus inversiones desde 2021. 

Se espera que la inversión total en energía en todo el mundo supere los US$ 3 billones en 2024 por primera vez, y unos US$ 2 billones se destinarán a tecnologías limpias, incluidas las energías renovables, los vehículos eléctricos, la energía nuclear, las redes, el almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones, las mejoras de la eficiencia y la calefacción. 

El resto, algo más de un billón de dólares, se destinará al carbón, el gas y el petróleo. En 2023, la inversión combinada en energía renovable y redes superó por primera vez la cantidad gastada en combustibles fósiles, asegura la Agencia Internacional de Energía en su informe "AIE: World Energy Investment 2024", publicado ayer.

Todavía existen importantes desequilibrios y déficits en los flujos de inversión en energía en muchas partes del mundo. El bajo nivel de gasto en energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo (fuera de China), superará los US$ 300 mil millones por primera vez, encabezados por India y Brasil. Sin embargo, esto representa sólo alrededor del 15% de la inversión mundial en energía limpia, muy por debajo de lo que se requiere para satisfacer la creciente demanda de energía en muchos de estos países, donde el alto costo del capital está frenando el desarrollo de nuevos proyectos.

“La inversión en energía limpia está estableciendo nuevos récords incluso en condiciones económicas desafiantes, lo que pone de relieve el impulso detrás de la nueva economía energética global. Por cada dólar que hoy se destina a combustibles fósiles, casi dos dólares se invierten en energía limpia”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol . 

“El aumento del gasto en energía limpia está respaldado por una economía sólida, por reducciones continuas de costos y por consideraciones de seguridad energética. Pero también hay un fuerte elemento de política industrial, ya que las principales economías compiten por ventajas en nuevas cadenas de suministro de energía limpia. Es necesario hacer más para garantizar que la inversión llegue a los lugares donde más se necesita, en particular a las economías en desarrollo, donde hoy en día falta gravemente el acceso a una energía asequible, sostenible y segura”.

Actualmente se destina más dinero a la energía solar fotovoltaica que a todas las demás tecnologías de generación de electricidad juntas. En 2024, se espera que la inversión en energía solar fotovoltaica crezca a US$ 500 mil millones a medida que la caída de los precios de los módulos estimule nuevas inversiones.

China representará la mayor parte de la inversión en energía limpia en 2024, alcanzando un estimado de US$ 675 mil millones con fuerte demanda interna en tres industrias en particular: la solar, las baterías de litio y los vehículos eléctricos. 

Le siguen Europa y Estados Unidos, con inversiones en energía limpia de US$ 370 mil millones y US$ 315 mil millones, respectivamente. Estas tres principales economías por sí solas representan más de dos tercios de la inversión mundial en energía limpia, lo que subraya las disparidades en los flujos internacionales de capital hacia la energía.

Se espera que la inversión mundial en petróleo y gas aumente un 7% en 2024 hasta alcanzar los US$ 570.000 millones, tras un aumento similar en 2023. El crecimiento del gasto en 2023 y 2024 corresponde predominantemente a las empresas petroleras nacionales de Oriente Medio y Asia. 

Según el informe, la inversión en energía limpia por parte de las empresas de petróleo y gas alcanzó los US$ 30.000 millones en 2023, lo que representa sólo el 4% del gasto de capital general de la industria. Mientras tanto, la inversión en carbón sigue aumentando: en 2023 se aprobaron más de 50 gigavatios de energía a carbón sin cesar, la cifra más alta desde 2015.

Además de los desafíos económicos, las redes y el almacenamiento de electricidad han sido una limitación importante para las transiciones a energías limpias. Pero el gasto en redes está aumentando y se espera que alcance los US$ 400 mil millones en 2024, después de haberse estancado en alrededor de US$ 300 mil millones anuales entre 2015 y 2021. 

El aumento se debe en gran medida a nuevas iniciativas políticas y financiación en Europa, Estados Unidos, China y algunos países. países de América Latina. Mientras tanto, las inversiones en almacenamiento de baterías están despegando y alcanzarán los US$ 54 mil millones en 2024 a medida que los costos sigan cayendo. 

Una vez más, este gasto está muy concentrado. Por cada dólar invertido en almacenamiento de baterías en las economías avanzadas y China, solo se invirtió un centavo en otras economías emergentes y en desarrollo.

HALLAZGOS CLAVE
+ 1 - El mundo invierte ahora casi el doble en energía limpia que en combustibles fósiles
Hay importantes desequilibrios en la inversión, y las economías de mercados emergentes y en desarrollo fuera de China representan sólo alrededor del 15% del gasto mundial en energía limpia.

En 2015, la proporción entre energía limpia e inversiones constantes en energía basada en combustibles fósiles fue aproximadamente de 2:1. En 2024, se prevé que esta proporción alcance 10:1. 

Se prevé que la inversión general en petróleo y gas en 2024 regrese a los niveles de 2017, pero las empresas de Medio Oriente y Asia ahora representan una proporción mucho mayor del total.

Los proyectos de GNL recientemente aprobados, liderados por Estados Unidos y Qatar, traen una nueva ola de inversión que podría aumentar la capacidad mundial de exportación de GNL en un 50%.

La inversión en el suministro de combustible sigue estando dominada en gran medida por los combustibles fósiles, aunque el interés por los combustibles de bajas emisiones está creciendo rápidamente desde una base baja.

+ 2 - La inversión en energía solar fotovoltaica supera ahora a todas las demás tecnologías de generación combinadas
La integración de energías renovables y las actualizaciones de la infraestructura existente han provocado una recuperación del gasto en redes y almacenamiento.

Se prevé que la inversión del sector energético en tecnología solar fotovoltaica (PV) supere los US$ 500 mil millones en 2024, superando a todas las demás fuentes de generación combinadas. Aunque el crecimiento puede moderarse ligeramente en 2024 debido a la caída de los precios de los módulos fotovoltaicos, la energía solar sigue siendo fundamental para la transformación del sector energético. En 2023, cada dólar invertido en energía eólica y solar fotovoltaica produjo 2,5 veces más energía que un dólar gastado en las mismas tecnologías una década antes.

El aumento del despliegue de energía solar y eólica ha hecho bajar los precios mayoristas en algunos países, en ocasiones por debajo de cero, particularmente durante los períodos pico de generación eólica y solar. Esto reduce el potencial de ganancias en el mercado spot para los productores y resalta la necesidad de inversiones complementarias en flexibilidad y capacidad de almacenamiento.

+ 3 - Las crecientes inversiones en energías limpias hacen que la inversión total en energía supere los US$ 3 billones por primera vez
Se prevé que la inversión mundial en energía supere los US$ 3 billones por primera vez en 2024, de los cuales US$ 2 billones se destinarán a tecnologías e infraestructuras de energía limpia. 

La inversión en energía limpia se ha acelerado desde 2020, y el gasto en energía renovable, redes y almacenamiento es ahora mayor que el gasto total en petróleo, gas y carbón.

Se espera que las inversiones en energía nuclear repunten en 2024, y que su participación (9%) en las inversiones en energía limpia aumente después de dos años consecutivos de disminución. Se prevé que la inversión total en energía nuclear alcance los US$ 80 mil millones en 2024, casi el doble del nivel de 2018, que fue el punto más bajo en una década.

INVERSIONES: COSTOS Y PRÉSTAMOS
A medida que la era de los préstamos baratos llega a su fin, ciertos tipos de inversión se ven frenados por los mayores costos financieros. Sin embargo, el impacto en la economía del proyecto se ha visto parcialmente compensado por el alivio de las presiones en la cadena de suministro y la caída de los precios. 

Los costos de los paneles solares han disminuido un 30% en los últimos dos años, y los precios de los minerales y metales cruciales para las transiciones energéticas también han caído drásticamente, especialmente los metales necesarios para las baterías.

Hay señales tentativas de un repunte en estas inversiones: en nuestra evaluación, las inversiones en energía limpia se acercarán a los US$ 320 mil millones en 2024, un aumento de más del 50% desde 2020. Esto es similar al crecimiento observado en las economías avanzadas (+ 50%), aunque por detrás de China (+75%). 

Las ganancias provienen principalmente de mayores inversiones en energía renovable, que ahora representan la mitad de todas las inversiones del sector energético en estas economías. 

Los avances en India, Brasil, partes del Sudeste Asiático y África reflejan nuevas iniciativas políticas, licitaciones públicas bien administradas y una infraestructura de red mejorada. Las inversiones en energía limpia de África en 2024, que superarán los US$ 40 mil millones, son casi el doble que en 2020.

En la mayoría de los casos, este crecimiento proviene de una base muy baja y muchas de las economías menos desarrolladas se están quedando atrás (varias enfrentan graves problemas para pagar altos niveles de deuda). 

En 2024, se espera que la proporción de la inversión mundial en energía limpia en los EMED fuera de China se mantenga en torno al 15% del total. Tanto en términos de volumen como de participación, esto está muy por debajo de las cantidades necesarias para garantizar el pleno acceso a la energía moderna y satisfacer la creciente demanda de energía de manera sostenible.

REGIONES: AMÉRICA LATINA DUPLICA
Las redes se han convertido en un cuello de botella para las transiciones energéticas, pero la inversión está aumentando. Después de estancarse en alrededor de US$ 300 mil millones por año desde 2015, se espera que el gasto alcance los US$ 400 mil millones en 2024, impulsado por nuevas políticas y financiamiento en Europa, Estados Unidos, China y partes de América Latina. Las economías avanzadas y China representan el 80% del gasto mundial en redes. 

La inversión en América Latina casi se ha duplicado desde 2021, especialmente en Colombia, Chile y Brasil, donde el gasto se duplicó solo en 2023. Sin embargo, la inversión sigue siendo preocupantemente baja en otros lugares.

Las inversiones en almacenamiento de baterías están aumentando y se espera que superen los  US$ 50 mil millones en 2024, pero el gasto está muy concentrado. En 2023, por cada dólar invertido en almacenamiento de baterías en las economías avanzadas y China, solo se invirtió un centavo en otras EMED.

La inversión en eficiencia energética y electrificación en edificios e industrias ha sido bastante resiliente, a pesar de los obstáculos económicos. Pero la mayor parte del dinamismo en los sectores de uso final proviene del transporte, donde la inversión alcanzará nuevos máximos en 2024 (+8% en comparación con 2023), impulsada por las fuertes ventas de vehículos eléctricos (EV).

EL GASTO EN SEGURIDAD ENERGÉTICA
El aumento del gasto en energía limpia está respaldado por objetivos de reducción de emisiones, avances tecnológicos, imperativos de seguridad energética (particularmente en la Unión Europea) y un elemento estratégico adicional: las principales economías están desplegando nuevas estrategias industriales para estimular la fabricación de energía limpia y establecer posiciones de mercado más sólidas. .

En Estados Unidos, la inversión en energías limpias aumentará a aproximadamente US$ 300 mil millones en 2024, 1,6 veces el nivel de 2020 y muy por encima de la cantidad invertida en combustibles fósiles. La Unión Europea gasta hoy US$ 370 mil millones en energía limpia, mientras que China gastará casi US$ 680 mil millones en 2024, respaldada por su gran mercado interno y el rápido crecimiento de las llamadas “tres nuevas” industrias: células solares y baterías de litio. producción y fabricación de vehículos eléctricos.

LOS HOGARES SE CONVIERTEN EN ACTORES IMPORTANTES
Los hogares están surgiendo como actores importantes para las inversiones en energía limpia orientadas al consumidor, destacando la importancia de la asequibilidad y el acceso al capital

El sentimiento del mercado en torno a las finanzas sostenibles ha disminuido desde el punto más alto de 2021, con niveles más bajos de emisiones de deuda sostenible y entradas de fondos sostenibles.

Las transiciones energéticas están cambiando cómo se toman las decisiones de inversión energética y quién las toma.

La proporción del total de inversiones en energía realizadas o decididas por los hogares privados (si no necesariamente financiadas directamente por ellos) se ha duplicado del 9% en 2015 al 18% actual, gracias al crecimiento combinado de las instalaciones solares en tejados, las inversiones en eficiencia de edificios y vehículos eléctricos. compras. 

Por el momento, estas inversiones las realizan principalmente los hogares más ricos, y es esencial contar con políticas bien diseñadas para hacer que las tecnologías de energía limpia sean más accesibles para todos . Una comparación muestra que los hogares han contribuido a más del 40% del aumento de la inversión en energía limpia desde 2016, con diferencia la proporción más grande. Fue particularmente pronunciado en las economías avanzadas, donde, gracias a un fuerte apoyo político, los hogares representaron casi el 60% del crecimiento de las inversiones en energía.

Hoy en día, tres cuartas partes de las inversiones energéticas mundiales se financian con fuentes privadas y comerciales, alrededor del 25% con fondos públicos y sólo el 1% con instituciones financieras de desarrollo (IFD) nacionales e internacionales.

La proporción del total de inversiones en energía realizadas o decididas por los hogares privados (si no necesariamente financiadas directamente por ellos) se ha duplicado del 9% en 2015 al 18% actual, gracias al crecimiento combinado de las instalaciones solares en tejados, las inversiones en eficiencia de edificios y vehículos eléctricos. compras. 

Por el momento, estas inversiones las realizan principalmente los hogares más ricos, y es esencial contar con políticas bien diseñadas para hacer que las tecnologías de energía limpia sean más accesibles para todos . 

Una comparación muestra que los hogares han contribuido a más del 40% del aumento de la inversión en energía limpia desde 2016, con diferencia la proporción más grande. Fue particularmente pronunciado en las economías avanzadas, donde, gracias a un fuerte apoyo político, los hogares representaron casi el 60% del crecimiento de las inversiones en energía.