Pemex, la empresa energética estatal mexicana, ha anunciado planes para reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 54% en los próximos seis años, quizá el programa de reducción de emisiones más ambicioso de la industria petrolera.
La petrolera estatal presentó un plan para reducir drásticamente las emisiones, mejorar las normas de seguridad e invertir en nuevas tecnologías verdes, pero los inversores centrados en variables ESG (Ambiente, Seguridad y Gobernabilidad) dicen que pueden necesitar ver resultados antes de infundir más capital en la empresa agobiada por la deuda.
La empresa también aumentará la cantidad de dinero que gasta en tecnologías energéticas no relacionadas con el petróleo y el gas y en la mejora de sus normas de seguridad, dijeron los ejecutivos en una llamada para presentar el plan actualizado de sostenibilidad de la empresa.
Entre otros objetivos, la empresa pretende reducir en un 90% las emisiones de dióxido de azufre de sus instalaciones de procesamiento de gas, reducir en un 39% el consumo de agua en sus refinerías.
Pemex destinará entre el 14% y el 18% de su gasto de capital en 2024 a proyectos ESG, así como entre el 10% y el 14% anual desde 2025 hasta 2030. La empresa no tiene planes inmediatos para la emisión de bonos sostenibles, pero está trabajando con el Ministerio de Finanzas de México para asegurar el financiamiento de las iniciativas, dijeron los ejecutivos.
"Estamos comprometidos a reducir nuestra huella ambiental a través de prácticas eficientes y operaciones sostenibles. Esta es una hoja de ruta hacia un futuro más próspero", dijo el director financiero en funciones, Carlos Cortez.
Sin embargo, los inversionistas interesados en un Pemex más verde probablemente necesitarían ver algunas pruebas de que estas intenciones son serias antes de comprometer cualquier dinero.
"Algunos inversores podrían necesitar ver medidas concretas para alcanzar los objetivos declarados a fin de adoptar plenamente el tema ESG", dijo a Bloomberg un analista de un banco de Nueva York. Sin embargo, esto empieza a abrir la ventana de oportunidades para aquellos inversores con restricciones ESG.
A principios de este mes, Pemex dijo que alcanzaría el estado de cero emisiones netas para sus operaciones en 2050. En una versión anterior de su plan de sostenibilidad, la empresa afirmaba que reduciría sus emisiones de metano en un 30% en los próximos siete años y pondría fin a la quema de gas.
Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, con una cifra de unos 106.000 millones de dólares y una producción en declive que necesita revertir.
El plan, que ha estado en desarrollo durante el último año, tiene como objetivo ayudar a Pemex a cumplir los requisitos de algunos fondos que han estado limitando la exposición a los bonos de la empresa debido a su historial ESG, especialmente a medida que un número creciente de bancos e inversores exigen a las empresas que mitiguen las prácticas que son perjudiciales para el planeta.
La reputación de Pemex se ha visto empañada por una serie de problemas en los últimos años, como dos fugas masivas de metano, un accidente mortal en una plataforma marina y una explosión de gas que incendió el Golfo de México.