EE.UU. está produciendo 4 millones más de barriles cada día que Arabia Saudita
VICENTE NIEVES
EE.UU. ya produce un 40% más de petróleo que Arabia Saudita y la brecha no para de crecer. Esta situación era inimaginable hace menos de 10 años, pero la historia de éxito del fracking (fracturación hidráulica) y del shale oil (petróleo de esquisto) han permitido a EE.UU. alcanzar un récord de producción diario que nadie antes había logrado, mientras que Arabia Saudí recorta la suya.
Así, la primera potencia del mundo está produciendo más de 13 millones de barriles de crudo cada día, una cifra que ningún país antes había logrado de forma constante en el tiempo.
La producción total de petróleo en el mundo ronda los 100 millones de barriles diarios. Con los últimos datos, EE.UU. representa más del 13% de toda la producción global, mientras que Arabia Saudita ha caído por debajo del 10% de cuota de bombeo global.
Este hito para la industria petrolera de EE.UU. (respecto a la de Arabia Saudita) se debe principalmente a dos factores clave. Uno, el comentado éxito de la industria americana con la técnica del fracking y la extracción del shale oil, una revolución que dio comienzo en 2014 y que hoy podría estar alcanzando la madurez. En 2012, la producción de crudo americana apenas llegaba a los 6 millones de barriles, frente a los 13,3 que produce en la actualidad cada día.
ARABIA SAUDITA ECHA EL FRENO EN EL PETRÓLEO
La otra cara de la moneda son los recortes de producción de Arabia Saudita en su posición de líder de facto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Riad está llevando sobre sus hombros gran parte de los recortes de la producción, lo que está llevando su bombeo a niveles relativamente bajos.
Ambos factores han provocado este hecho excepcional: EE.UU. produce cada día 4 millones más de barriles que Arabia Saudí, cuya producción apenas llega a los 9 millones de barriles diarios.
En términos relativos, esto quiere decir que EE.UU. está extrayendo un 44% más de petróleo cada día que el país que ha dominado el mercado históricamente. El reino saudí tiene capacidad para producir mucho más petróleo, pero en un intento por mantener los precios a flote prefiere reducir la oferta, perder cuota de mercado y recibir un poco más por cada barril.
Esta estrategia, salvo sorpresa, podría ir deshaciéndose poco a poco en los próximos meses, según explican desde la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe mensual sobre el petróleo.
La AIE ha publicado en su informe una comparación entre la producción de EE.UU. y Arabia Saudita, poniendo el acento en los recortes orquestados por Riad y la petrolera estatal, Aramco, que cogieron por sorpresa a analistas y a la propia AIE: "Arabia Saudita suspendió inesperadamente los planes para aumentar la capacidad de producción de crudo de 1 millón de barriles diarios (mb/d) hasta los 13 mb/d (capacidad potencial), un objetivo establecido por primera vez en 2020... Desde el cuarto trimestre de 2022, Riad ha estado reduciendo su producción a través de recortes voluntarios en la OPEP+ en para intentar compensar los crecientes volúmenes de petróleo estadounidenses y el sólido crecimiento de Brasil y Guyana, entre otros".
Con los datos en la mano, desde finales de 2022, Raid ha reducido su producción en unos 2 millones de barriles diarios, por lo que ahora está bombeando 9 mb/d de petróleo crudo.
"Si no se tiene en cuenta el período del covid 2020-21, ese es el nivel más bajo desde 2011. Como resultado, Arabia Saudita tiene más de 3 mb/d de capacidad excedente de petróleo crudo (esta capacidad se puede devolver al mercado en cuestión de días, si Riad quiere), lo que ofrece un colchón de suministro para el mundo en caso de que el mercado petrolero sufra una interrupción grave", señalan desde la AIE.
Para Aramco, el tamaño de ese colchón hace que sea menos urgente en el corto plazo aumentar la capacidad más allá de los actuales 12 mb/d. Sin embargo, la divergencia en las políticas de EE.UU. y Arabia Saudita está generando una brecha creciente en la producción de crudo de ambos países.
La AIE señala que "mientras que Aramco ha estado recortando la producción, el petróleo esquisto (shale oil) estadounidense ha despegado: la producción de petróleo crudo se disparó a niveles récord de 13,3 mb/d en comparación con 12 mb/d en el tercer trimestre de 2022.
El cuarteto americano formado por Estados Unidos, Brasil, Canadá y Guyana incrementarán lo suficiente el petróleo este año para satisfacer el crecimiento de la demanda global", aseguran desde la AIE.
Riad se comprometió a reducir aún más su producción a 9 mb/d hasta finales de marzo como parte de restricciones voluntarias más amplias de la OPEP+ que están siguiendo algunos miembros del cártel.
No obstante, desde la AIE creen que los recortes podrían haber llegado a su límite, por lo que a partir de ahora los países de la OPEP irán abriendo gradualmente las espitas: "Si elimina gradualmente esta reducción a partir del segundo trimestre de este año, el reino saudí podría bombear 9,65 mb/d de crudo este año. Anualmente, eso dejaría a Arabia Saudita con unos 2,5 mb/d de capacidad excedente, todavía por encima del promedio de 2 mb/d de las últimas dos décadas".
¿Y SI ARAMCO NO AMPLIA NUCA MÁS SU CAPACIDAD?
Aunque Riad vaya poco a poco produciendo más crudo, aún quedaría muy lejos de los niveles de EE.UU. En el medio plazo, salvo que se produzcan perturbaciones inesperadas, la desaceleración constante del crecimiento de la demanda mundial de petróleo y los continuos aumentos de la oferta fuera de la OPEP+ deberían garantizar que los mercados petroleros mundiales sigan abastecidos adecuadamente.
Eso plantea la pregunta de cuándo, o si, Aramco necesitaría reactivar su plan de expansión de capacidad, especialmente dado el coste que supone mantener de forma constante una mayor capacidad de producción inactiva.
Se espera que Aramco publique una actualización sobre sus planes de gastos de capital cuando anuncie sus resultados en marzo de 2023, lo que podría dar algunas pistas de lo que va a pasar en los próximos meses con sus inversiones y su capacidad.
Sin embargo, cada vez son más los analistas que creen que Aramco no volverá a incrementar su capacidad de producción, no porque Riad no quiere vender más petróleo, sino porque ya no será rentable tener tanta capacidad en un mundo en el que EE.UU., Brasil, Canadá, Guyana ya conforman casi el 20% de la oferta mundial de petróleo.
El petróleo crudo seguirá siendo fundamental en los próximos años para nutrir a la economía global. Sin embargo, el mercado ha cambiado radicalmente. Hace unas décadas, el petróleo estaba controlado por unos pocos países en Medio Oriente.
Hoy, aunque esos países siguen teniendo capacidad para mover los precios en el corto plazo, hay otras regiones que han irrumpido con fuerza trastocando los planes de la OPEP y de Arabia Saudita en el largo plazo. Además, la nueva era de la demanda de petróleo hace prever que su consumo entre pronto en un declive con un largo horizonte.