ANAHÍ ABELEDO

La transición energética avanza pero la equidad energética se estanca aunque varios países han logrado avances significativos en su transición energética durante el año pasado, entre ellos India (en el puesto 67) y Singapur (70).  Los puestos 1 a 4 del ránking están ocupados por los países escandinavos: Suecia; Dinamarca; Noruega y Finlandia, en ese orden. 

India y Singapur están avanzando en las tres dimensiones: equitativa, segura y sostenible de acuerdo al Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial (informe Fomento de una transición energética efectiva 2023). 

Países como Kenia (46) y Azerbaiyán (32) subieron significativamente de clasificación este año al mejorar su entorno regulatorio y la infraestructura necesaria para la transición energética.

Suiza; Islandia y Francia se clasificaron  en los lugares 5: 6 y 7 respectivamente. Completan el top ten Austria (8); Países Bajos (9) y Estonia (10).

Entre las grandes potencias, Alemania se ubica en el puesto 10; seguida de Estados Unidos en el 11 y el Reino Unido en el 12 mientras que China ocupa el 17. 

Brasil en el puesto 14 global; Uruguay en el 23 y Costa Rica en el 25 son los tres países de América Latina mejor posicionados. Otros bien ubicados entre los 120 países relevados son Chile (30); Paraguay (34) y Colombia (39). En tanto Perú se encuentra en el puesto 56 y Argentina en el  86. 

Los países al final de la clasificación son: Zimbabwe (116); Zambia (117); Tanzania (118); Congo Rep. Dem.  (119) y Yemen (120).

Si bien hay noticias positivas sobre la transición energética a nivel nacional, la 'policrisis' ha provocado que la transición energética global se estabilice.

La brecha en el progreso de la transición energética entre las economías avanzadas y en desarrollo también está comenzando a ampliarse nuevamente. Esto pone a los países en desarrollo en riesgo de no poder brindar acceso a energía limpia y asequible, y desvía al mundo de alcanzar emisiones netas cero para 2050.

Existen enormes oportunidades económicas para lograr una transición energética correcta, pero si no se gestionan adecuadamente, los cambios podrían generar desigualdades en el despliegue de las energías renovables.

INVERSIÓN EN ENERGÍA LIMPIA
Para 2030, la generación de energía limpia debe triplicarse y la inversión total anual en redes debe aumentar de aproximadamente 300 mil millones de dólares a US$ 680 mil millones, como se destaca en el Programa de Energía Limpia, Redes y Electrificación del Foro .

Limitar el calentamiento global a 1,5°C todavía es posible, pero la inversión en energía limpia debe acelerarse para 2030. Se trata de un desafío importante, en particular porque el progreso en la inversión se está estancando.

Ya ha habido avances significativos: el rápido aumento de la generación de electricidad renovable significa que podría satisfacer más de un tercio de las necesidades energéticas del mundo para 2025.