FÁTIMA ROMERO

Bolivia se ubica como el segundo país con la gasolina más barata de América Latina y el Caribe, solo detrás de Venezuela, según datos de Global Petrol Prices, recogidos por Bloomberg Línea.

Esta ubicación de Bolivia, pese a su escasa producción de petróleo, responde a a la subvención que se aplica desde hace casi dos décadas, cuando en agosto de 2004 se promulgó el Decreto Supremo 27691, que congeló el precio del barril de petróleo puesto en refinería en US$27,11 por barril.

Esa medida también estableció los márgenes superior e inferior para el precio de referencia de los productos refinados, disposición que a la fecha continúa vigente y que junto con el Decreto Supremo 27992, de enero de 2005, se constituyen en la base legal de la política de subvención al precio de la gasolina y el diésel en el país, fijados para el consumidor final.

Con ello, los bolivianos pagan 3,74 bolivianos por el litro de gasolina (US$ 0,540) y 3,72 bolivianos (US$ 54 centavos) por el litro del diésel.

AUMENTO AL COSTO DE LAS SUBVENCIONES DE COMBUSTIBLES
En 2023, el Ministerio de Economía dijo que la subvención a los hidrocarburos alcanzó los 12.678 millones de bolivianos (US$ 1.800 millones), superior en 65,8% a lo proyectado en el Presupuesto General del Estado (PGE), situación que, según el gobierno, se debió al precio internacional.

Sin embargo, para otros analistas el aumento al costo de la subvención tiene que ver con el mayor volumen de importación debido a más demanda interna y menor producción local.

De acuerdo con Gas Transition Consultant SpA, en los últimos años se ha visto “una fuerte disminución de la producción de gas natural entre 3 a 5 millones de metros cúbicos (Mm3)/d, llegando a los 35 MMm3/d que estimamos para 2024″.

La consultora indicó que 2023 se caracterizó por la escasez de gasolina, y principalmente de diésel, “derivando en una crisis de dólares de difícil recuperación. Una disminución de las exportaciones (caída del 32%) y un fuerte crecimiento de importación actual de gasolina (60-70%) y diésel (90%)”.

LAS SUBVENCIONES SEGUIRÁN EN 2024
Para 2024, el proyecto del PGE establece un incremento en un 30% de los recursos destinados para la subvención a los hidrocarburos durante este año.

El Ministerio de Economía de Bolivia indicó que en 2024 ha presupuestado 10.503 millones de bolivianos (US$ 1.521,2 millones), de los que el 93,3% (Bs 9.803 millones) serán para la subvención a los hidrocarburos y el 6,7% restante, para alimentos estratégicos.

Para las subvenciones de carburantes, casi el 60%, Bs 5.867 millones es para diésel oíl, Bs 3.634 millones para insumos y aditivos, Bs 157 millones para incentivo a los hidrocarburos, Bs 108 millones para engarrafado de GLP (gas licuado de petróleo) y Bs 37 millones para gas oíl.