Un informe de Boston Consulting Group indicó que faltarían 18 billones de dólares más a lo presupuestado actualmente para lograr, globalmente, la denominada “transición verde”
Las energías renovables y otras soluciones bajas en carbono deberán aumentar un 12% para 2050 para limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, según analizó el Boston Consulting Group (BCG) en su reciente informe titulado "The Energy Transition Blueprint". Esto es aproximadamente tres veces más rápido que las transiciones anteriores, por ejemplo al carbón y a los hidrocarburos.
Se prevé que el consumo total mundial de electricidad se duplicará aproximadamente para 2050. Más de 775 millones de personas en todo el mundo todavía no tienen acceso a la electricidad. Al mismo tiempo, las sociedades necesitan más de 20 MWh de energía primaria per cápita para alcanzar niveles muy altos de prosperidad.
Para abordar estas demandas en competencia, la sociedad debe acelerar masivamente la sustitución y reducción del uso de combustibles fósiles. Cinco palancas tecnológicas pueden permitirnos alcanzar nuestros objetivos en la transición: aumentar la eficiencia energética; electrificar los usos finales, mediante, por ejemplo, vehículos eléctricos o bombas de calor; descarbonizar el suministro eléctrico; utilizar combustibles con bajas emisiones de carbono en casos de uso difíciles de reducir; y el despliegue de la captura de carbono.
"La mayoría de las herramientas que necesitamos para llevar nuestro sistema energético a cero emisiones netas ya están disponibles", dijo Maurice Berns, director gerente de BCG y socio principal que preside el Centro para el Impacto Energético y es coautor del informe.
“Lo que necesitamos con urgencia son políticas, casos comerciales probados y capacidades para efectuar la transformación en tiempos de paz más grande y crítica de nuestra historia económica”, agregó Berns.
UNA BRECHA DE INVERSIÓN SIGNIFICATIVA
Se necesita una inversión de US$ 37 billones de aquí a 2030 para financiar la transición energética. De esta cifra, como máximo US$ 19 billones ya están comprometidos, lo que deja un déficit de inversión de 18 billones de dólares.
Necesitamos tanta inversión en la red eléctrica como en nueva capacidad solar y eólica, para evitar generar energía baja en carbono que se quede estancada mientras la red se pone al día. El petróleo y el gas deben reducirse rápidamente, pero seguirán siendo necesarias inversiones selectivas para garantizar la seguridad del suministro energético de nuestras sociedades.
La mayoría de los escenarios netos cero exigen un suministro de petróleo y gas equivalente al 50%-80% del suministro de 2021 en 2030, y los activos productivos actuales no cubrirán la demanda de 2030 y años posteriores. La atención debería centrarse en desarrollar la producción de petróleo y gas más asequible y menos intensiva en gases de efecto invernadero.
UN CAMBIO TECTÓNICO EN EL SISTEMA ENERGÉTICO
La economía de nuestros sistemas energéticos cambiará fundamentalmente como resultado de la transición. La energía pasará de ser un recurso extraído a un recurso manufacturado, lo que requerirá una inversión inicial mucho mayor pero menores costos operativos.
Se espera un aumento importante de la volatilidad de los precios, y el almacenamiento de energía sigue siendo un desafío a medida que la combinación energética cambia de combustibles fósiles a electricidad e hidrógeno.
Hoy en día, sólo hay capacidad para almacenar una o dos horas de consumo eléctrico medio en Europa y Estados Unidos. El diseño del mercado eléctrico requerirá una revisión significativa para abordar el carácter cíclico, la creciente volatilidad y la incertidumbre en los mercados energéticos.
Los costos del transporte de energía también aumentarán significativamente debido al cambio en la combinación energética, lo que probablemente llevará a que los centros de producción de la industria global se reubiquen donde la energía sea menos costosa.
"Una aceleración significativa de la transición a la energía verde es esencial para mantener un planeta habitable para hoy y para las generaciones futuras", afirmó Patrick Herhold, director general y socio principal de BCG, y coautor del informe.
"Como ocurre con cualquier transformación, no se deben subestimar los desafíos y las perturbaciones que conlleva. Sin embargo, también ofrece enormes oportunidades; A largo plazo, un sistema de energía principalmente verde puede resolver el trilema energético actual en torno a la sostenibilidad, la asequibilidad y la seguridad energética”, completó Herhold.