La producción de gas natural en Bolivia cayó en aproximadamente 8% en los primeros seis meses de esta gestión, comparado al promedio de producción del año pasado. Asimismo, en el mismo periodo de tiempo, el volumen de exportación bajó en 17%, de acuerdo a datos de YPFB y de la Gobernación de Santa Cruz.
La producción promedio de gas en 2022 llegó a 40,3 millones de metros cúbicos día (MMm3d), y en el primer semestre de 2023 la misma bajó a 36,9 MMm3d. Este volumen, comparado al que se alcanzó en 2014, representa una disminución mucho más drástica: 38,5%.
Por otro lado, el volumen de gas exportado en 2022 llegaba a 27,6 MMm3d, y en el primer semestre de 2023 sólo se alcanzaron 23 MMm3d que fueron enviados a los dos únicos compradores: Brasil y Argentina.
Cada uno de esto países dejó de comprar menos gas boliviano en parte por la caída de la producción nacional que generó menos confianza, pero también por el desarrollo propio de su producción.
La variación con Brasil no fue tan drástica, y los envíos permanecieron estables (alrededor de 16,8 MMm3d). En cambio, Argentina pasó de comprar un promedio de 10,8 MMm3d en 2022 a 6,4 MMm3d en los primeros seis meses de 2023.
En contraste, el consumo doméstico de gas subió en 9%, de 12,7 MMm3d en 2022 a 13,8 MMm3d el primer semestre de este año.
“El aumento del consumo doméstico de gas incide en que haya menos volúmenes disponibles para exportar”, señaló la Fundación Milenio en su reporte sobre la economía boliviana.
Argentina ya anunció que buscará prescindir por completo del gas boliviano para 2024, con el desarrollo de Vaca Muerta y la construcción de ductos para transportar la producción al norte.
“El horizonte futuro de las exportaciones de gas natural se ve complicado por el declive de la producción local, pero también por el hecho de que tanto Argentina como Brasil han acrecentado sus propias capacidades productivas de gas, además de ampliar sus instalaciones de GNL (gas natural licuado), lo cual implica que sus requerimientos del gas boliviano tienden a ser menores”, añadió Milenio.
LA IMPORTACIÓN SUBIÓ 18%
La importación de combustibles y lubricantes en el primer cuatrimestre de 2023 creció 18% en comparación al mismo periodo de tiempo de 2022, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A principios del año pasado, Bolivia se convirtió en importador neto de hidrocarburos, ya que comenzó a gastar más en importar combustibles de lo que gana exportando gas natural. La tendencia, por el aumento del consumo de diésel y gasolina, va en aumento.