Para John Thompson, especialista canadiense en exploración, minería y sostenibilidad, la necesidad de nuevos recursos minerales para la transición energética será el principal impulsor de la exploración y desarrollo de nuevos yacimientos durante los próximos 30 años.
Incluso, aseveró que la demanda también seguirá siendo influenciada por más infraestructura, fabricación, cambio tecnológico, eficiencias y reciclaje; mientras que la oferta, por más hallazgos cercas a mina y expansiones de mina, nuevos descubrimientos y recursos de calidad.
“El problema de satisfacer la demanda de recursos con minas de mayores leyes es que se requerirá más energía y agua, y eso generará más desechos. Por ende, el negocio minero deberá enfocarse en la calidad y en la recuperación de metales”, expuso en proEXPLO 2023.
De esta manera, ejemplificó que el hallazgo de nuevos yacimientos y el mayor consumo de minerales críticos se suscitan en un contexto donde se espera que las ventas de vehículos eléctricos crezcan 20% y las ventas de baterías de iones de litio se incrementen 30%.
Además, el experto acotó que la electrificación del parque automotor global para el año 2050 incidirá en que la demanda de cátodos de cobalto aumente a una tasa de entre 10 a 20%, lo que será similar al crecimiento experimentado en la última década.
“La exploración debe enfocarse en nuevos productos y objetivos existentes y nuevos desafíos para metales y minerales críticos como el cobre, el litio, uranio y diamantes. Asimismo, mejorar la comprensión de los metales y minerales críticos en todas las escalas”, arguyó.
CLAVES DEL ÉXITO PARA LA EXPLORACIÓN
Según John Thompson, la exploración solo será exitosa si se centra en la comprensión a escala del potencial geológico, se tiene acceso a tierras con aprobación regulatoria y social, se dispone de suficientes datos de campo y se cuenta con la capacidad para analizar los datos.
Y si bien durante el proceso de exploración se poseen herramientas y datos para asegurar la calidad del trabajo, es importante también contar con recurso humano eficiente y conocedor de los sistemas minerales y metalogenia, controles regionales, tectónica, litología, etc.
“Los trabajos de exploración requieren de herramientas como la prospección geofísica, de fondo de pozo, escaneo de núcleos y análisis de datos en tiempo real, así como técnicas de perforación más limpias, más rápidas y más económicas en comparación con otras”, precisó.
EXPLORACIÓN MINERA DEL FUTURO
Asimismo, Thompson aseveró que el desarrollo de nuevos targets de recursos profundos demanda un mayor conocimiento del subsuelo y complementarlo con ciencia de datos, así como comprender la geotecnia, permeabilidad y magnetismo de la zona a explorar.
“La exploración minera del futuro estaría dada por nuevos objetivos y fuentes, más datos y más rápidos, nuevas herramientas y sensores, integración de geociencia y ciencia de datos y la eficiencia de exploración mejorada para descubrimientos de calidad”, indicó.
Finalmente, agregó que la exploración futurística deberá combinar los conocimientos tradicionales con los datos e información de calidad para definir la prospectividad, contar con personal experto y capacitado para trabajar en equipo, y reducir la huella ambiental.