No todo salió como se esperaba. La jueza Loretta Preska falló en contra de Argentina por el juicio de expropiación del 51% de las acciones de YPF, la "renacionalización" del segundo gobierno de Cristina Kirchner.
El fallo liberó de responsabilidades a la petrolera, protegió sus activos, y también deslindó de responsabilidades al Grupo Petersen por la operación.
La resolución de la jueza Loretta Preska, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, obliga al Estado argentino a pagar indemnizaciones de entre US$3500 millones y US$17000 millones. Sin dar nombres, González aseguró que hubo quienes salieron a “festejar una condena contra el Estado soberano de la Argentina”, y reiteró que la decisión de estatizar la petrolera fue acompañada también por legisladores de la oposición.
El día del anuncio, el índice líder S&P Merval que operaba con alza por encima del 1%, pero cerró con una pérdida de 2,4%, en los 245.716 unidades. Las acciones YPF, que avanzaban 1% en Wall Street cedieron 4,1%, a 10,96 dólares. También se desplomaron las acciones de los bancos, entre un 3% y un 6% en dólares.
El presidente de YPF, Pablo González explicó que la decisión de Cristina Kirchner, la sanción de la Ley 26.741, explicó, “fue una decisión estratégica para preservar y defender un bien nacional que son los hidrocarburos, si ella no tomaba esa decisión, por ejemplo, no se hubiese desarrollado Vaca Muerta, es decir, no se hubiera desarrollado la segunda reserva no convencional de gas del mundo y la cuarta reserva de petróleo no convencional del mundo”.
González destacó “esta riqueza que tiene la Argentina como plataforma de decisiones estratégicas” y resaltó que “los argentinos tenemos una enorme riqueza energética en nuestro país”.
YPF, detalló su titular, “hoy tiene una situación financiera estable y ha bajado su deuda, hace 3 años era de 8 mil millones de dólares, la hemos bajado a 2 mil, esto es claramente saludable, comparado con todas las compañías energéticas del mundo; hemos aumentado la producción e informado cuál es el plan de negocios de YPF para los próximos cinco años, dentro de los cuales está la provincia de Santa Cruz”.
El fondo de inversión Burford compró en España el derecho a demandar a la Argentina y a YPF a cambio de 15 millones de euros y un 30% de la indemnización que resulte del juicio, cuando las empresas Petersen Energía y Petersen Inversora, fundadas para la familia Eskenazi, quebraron en ese país.
A hoy, la situación de las acciones se reviritió, la bolsa porteña subió con fuerza impulsada por los papeles energéticos entre los cuales se destacó la suba de la petrolera estatal YPF apoyada en una mejora global en los precios del petróleo y buen.. En tanto, los ADRs cerraron con fuertes alzas y los bonos en dólares continuaron su recuperación.
HISTORIA DE LA EXPROPIACIÓN
+ Según reseñó Clarín en 2008 la familia Eskenazi -dueña del Banco de Santa Cruz y vinculados a Néstor Kirchner- compró 14% de YPF por US$ 2.000 millones. Para esa operación se usan dos sociedades que arman en España: Petersen Energía y Peterson Inversora. La mitad del monto se pagó con un crédito de un consorcio de bancos encabezado por Credit Suisse y garantizado sólo con las acciones de la petrolera. El resto, US$ 1.000 millones, los presta Repsol a los Eskenazi, quienes se plantean solventarlo con los dividendos que consiguieran de la explotación de YPF.
+ Mayo de 2011, los Eskenazi ampliaron otro 10% su participación en YPF, y llegan a tener el 25,46%. Por ese 10% pagan US$ 1.304 millones con un esquema similar a la adquisición anterior: US$ 700 millones de un crédito de bancos y los otros US$ 600 millones de un crédito de la propia Repsol.
+ En 2012 el gobierno de Cristina necesita dinero y en abril expropia el 51% de las acciones de YPF pero sin tocar la parte de los Eskenazi. Tomó acciones que le pertenecen a Repsol, pero antes hace caer las acciones congelando el valor de los combustibles y quitándole a YPF áreas de exploración en el interior del país. La expropiación contó con el apoyo unánime del Congreso.
+ Cristina y Kicillof le pagaron a Repsol US$ 5.000 millones como indemnización, cifra que fue del agrado del jefe de la petrolera, Antonio Brufau,.
+ Tras la estatización, las dos sociedades españolas que los Eskenazi habían usado para comprar su parte de YPF dejan de pagar a los bancos y se declaran en quiebra. El síndico de la quiebra española subastó las acciones de los Eskenazi en Nueva York y el derecho a litigar contra el Estado argentino e YPF por el perjuicio que significó la expropiación.
+ Esas acciones quedaron en manos de los fondos Burford Capital y Eton Park, que ayer recibieron un fallo favorable de la justicia de EE.UU. La jueza Loretta Preska dijo que el Estado tendría que haber lanzado una oferta sobre el total de las acciones de la empresa y no solo por el 51%.
