Dinámica económica más lenta e impulso en el precio de metales tendrían influencia en los resultados de recaudación en el 2023
JONATHAN TERRANOVA
Los ingresos tributarios retomaron su senda de crecimiento en febrero tras tres meses de contracción. Y los precios del cobre serían parte, importante, de la explicación.
Según datos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) los ingresos tributarios cayeron, en términos reales, en noviembre, diciembre y enero en 13.5%, 19.4% y 3.8%, respectivamente. En el 2022 solo hubo 3 meses de caídas (también cayó en agosto).
No obstante, en el mes de febrero, se tuvo un crecimiento de 2.3%. Sunat destacó, entre otros motivos, los mayores pagos a cuenta del Impuesto a la Renta (IR) desde los sectores minería e hidrocarburos, en un contexto de recuperación de las cotizaciones internacionales.
Cabe señalar que el precio del cobre ha escalado un 7.6% en el 2023, y se ubica en niveles de US$ 4.1 la libra. Para los analistas, asimismo, podrían mantenerse registros por encima de US$ 4 en los primeros meses del año.
Al respecto, Alfredo Thorne, ex ministro de Economía y Finanzas, indicó que el impacto de los elevados precios del cobre en la tributación influiría menos hacia adelante.
Señaló que, debido a que las cotizaciones del metal tuvieron registros similares en el 2022, lo que dejaría poco espacio para un mayor impulso en la tributación por ese lado si estas no aumentan más.
“Nosotros tuvimos un periodo de altos precios de los minerales cuando comenzó el gobierno de Castillo. Ahora han vuelto a subir, pero no más de lo que estuvieron el año pasado. En marzo, el precio (del cobre) estaba US$ 4.7 la libra. Recién cae en julio, por lo que, de mantenerse el cobre alto, podríamos ver un impulso por ese lado”, anotó.
El economista destacó también que no se contaría por ahora con ingresos tributarios de IR de parte de operaciones como Quellaveco. Al respecto, el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera, indicó que en el sector minero son usuales las figuras de depreciación acelerada (que reducen el pago de IR) en los primeros años de operación.
“Una vez que se inicia la etapa operativa se pueden deducir los gastos incurridos en la etapa preoperativa. Es decir, aún cuando se inicie la explotación del proyecto se va a generar un pago de impuestos. En la ley de IR se tiene un acápite específico para equipos o bienes del sector minero con una depreciación más alta que la regular. Asimismo, según la ley general de minería, los gastos de desarrollo podrán deducirse o amortizarse en la etapa operativa. Esto representa un escudo fiscal”, indicó el abogado tributarista, Miguel Ludeña.
ECONOMÍA MENOS DINÁMICA AFECTA A TRIBUTACIÓN
Según Sunat, un factor que impactó negativamente en la recaudación es la menor dinámica de la economía durante enero (mes marcado por la escala de protestas sociales).
“Ello afectó a sectores como comercio y producción, cuyas obligaciones tributarias se declaran y pagan principalmente en febrero”, anotó.
Por su parte, Thorne la menor dinámica en la economía sería el factor que pese más en los resultados de los ingresos tributarios en los siguientes meses.
“La recaudación ha sido golpeada por la desaceleración económica. En enero gran parte de la caída viene por producción y consumo (IGV e ISC). Dado que la economía se debilita, le resta recaudación a la economía. No ha habido una reforma fundamental para mejorar la recaudación que no tenga que ver con el frente externo”, indicó.
OTRAS RAZONES QUE INFLUYERON EN EL RESULTADO DE FEBRERO
+ Se afectó la recaudación por tributos externos por la reducción de más de 7% en el nivel de importaciones del mes de febrero, a pesar del incremento en 1.6% del tipo de cambio.
+ El impacto negativo generado por la aplicación de una tasa reducida de IGV de 8% para los restaurantes y hoteles MYPES, aprobada por la Ley N° 31556.