Argentina cuenta con un alto potencial como fuente del litio global y va camino a potenciar su cadena productiva. El plan de declararlo como mineral estratégico es un tema del que se habla hace tiempo y a nivel nacional y sobre el cual las provincias del Norte mostraron su rechazo, hasta ahora.
La Rioja resulta ser la excepción ya que busca declarar al litio y sus derivados de interés público como recurso estratégico. La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) mostró su preocupación por la norma que impacta gravemente en la minería recortando el potencial de desarrollo de las distintas industrias que intervienten así como también limitando la llegada de las inversiones.
Según el último informe de la Secretaría de Minería, el precio del carbonato de litio en el mercado asiático en el mes de noviembre promedió los 80.909 USD/tn LCE, representando un aumento del 4,3% con respecto al mes anterior y de un 181% con respecto a noviembre de 2021.
Los precios del carbonato de litio siguen marcando niveles considerablemente superiores a los de 2021, estabilizándose en un piso elevado y marcando un récord histórico en el precio promedio mensual.
El precio promedio del litio en los primeros 11 meses de 2022 alcanzó los 70.339 US$/tn LCE, siendo este valor un 373% superior al precio promedio del mismo periodo de 2021 (14.857 US$/tn LCE). La demanda para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos (VE) se incrementó en China, incidiendo en el crecimiento mensual del precio de este metal.
CAEM: Sobre la declaración del litio como recurso estratégico por parte de La Rioja
Desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros expresamos preocupación sobre la ley que en la provincia de La Rioja busca declarar al litio y sus derivados de interés público y como recursos estratégicos, suspendiendo en su territorio los permisos otorgados de exploración y concesiones relacionadas con este mineral, ya que entendemos que esto impacta gravemente en el sector minero del país en su conjunto.
Consideramos fundamental que se actúe con coherencia y se respete el marco jurídico actual, que es el que permite la inversión minera en la Argentina. Para generar desarrollo “socioeconómico de todas las regiones de nuestro país y contribuir a la transición energética” del mundo, es necesario instrumentar acciones que favorezcan el trabajo de actividades productivas en nuestro territorio.
El auge de las tecnologías de electromovilidad y energías limpias, donde el litio, el cobre, la plata y el oro tienen un papel preponderante y Argentina posee el potencial minero para tener un rol fundamental, crea un marco internacional propicio para que el país reciba las divisas que tanto necesita. Este horizonte de logros se pone en riesgo con iniciativas legislativas como la mencionada, que afectan la estabilidad jurídica.
Suspender las concesiones y permisos daña las posibilidades de desarrollo socio económico a futuro, impactando no sólo a las empresas que ya confiaron en la provincia, sino, además, generando señales negativas que atentan contra potenciales inversores, frenando la posibilidad de producción y generación de divisas y, con ello, impidiendo la creación de nuevos puestos de trabajo. Cualquier política de desarrollo minero debe iniciarse con lo básico: facilitar la inversión para exploración, impulsar la construcción y promover la producción y beneficio de minerales.
Argentina tiene 2 proyectos de litio en marcha, en plena expansión de su capacidad productiva, y que en conjunto exportaron por alrededor de U$D 700 millones en 2022, permitiendo de este modo que la minería represente el 85% de las exportaciones de Catamarca y el 84% de las de Jujuy.
La minería del litio motoriza más de 8.000 empleos, entre directos e indirectos e Impulsa las economías regionales, haciendo que nuestro país sea hoy en el cuarto productor mundial. La industria del litio viene mostrando gran dinamismo y prevé la llegada de alrededor de U$D 5.000 millones de inversiones en los próximos años, solo considerando los proyectos más avanzados.
En el NOA, ya hay 6 proyectos en construcción y cerca de 20 en distintos estadios de avance. Alcanzar la etapa productiva nos ubicaría prontamente en el 3er. puesto a escala global. Nada de esto se logra ni se favorece con medidas como la mencionada, y menos aún, en territorios donde la minería del litio es incipiente. Es necesario advertir el impacto de esta iniciativa y que se desista de su impulso, ya que con su promulgación se daña la confianza del sector minero en su conjunto, desalentando inversiones y privando a nuestra sociedad de alcanzar más y mejores oportunidades.