Aunque están esperando la luz verde del gobierno, las petroleras se preparan para aplicar un aumento del 4% en enero. Las compañías ya están sondeando si lo aplicarán el 31 por la noche (para la madrugada del 1° de enero), o si será un día después, el lunes 2 de enero.
El aumento impactará a la par de la suba ya pautada del 6,9% en enero de parte de las prepagas, que para el 1° de febrero ya agendan otra, con el debut del nuevo índice mensual de aumento de las cuotas de la medicina privada. Ese será del 4,91% o el 8,21%, según los ingresos netos de los titulares.
Los incrementos en las naftas forman parte de un entendimiento entre las petroleras y la Secretaría de Energía. El ministro de Economía, Sergio Massa, lo bendijo en persona. Se trata de tres aumentos consecutivos de 4% (diciembre, enero, febrero) y uno de 3,8% en marzo. De esta forma, las empresas entienden que ayudan al programa de “Precios Justos” que propicia Economía.
En general, las petroleras se van rotando sobre cuál arranca con los aumentos. En el pasado, era siempre YPF. Pero, en 2022, Raizen (con la marca Shell) y Axion fueron las que tomaron esa posta, luego seguidos por la petrolera estatal.
El litro de nafta súper está a $150 (menos de un dólar oficial, y menos de 40 centavos a la cotización “blue) en las estaciones de servicio oficiales de YPF en Buenos Aires. Es el importe más bajo del país, fuera de la Patagonia. El resto de las banderas cobra precios más elevados, y en el interior se encarece por los costos logísticos.
El gasoil común se ubica en $162. Es uno de los productos que más subió en el año, casi al ritmo de la inflación, ya que se disparó en un 90%.
La nafta premium está en $185. En el acumulado anual, escaló un 77%, por debajo de la nafta “común”, que subió un 66%.
El gasoil premium se despacha a $222 y ahora superará los $230. Es uno de los productos con más de un 120% de aumento.
Las petroleras aplicaron siete incrementos durante 2022. En naftas quedaron por debajo de IPC anual, mientras que en gasoil estuvieron por arriba de ese indicador.
El acuerdo con el gobierno está sujeto a que no haya una devaluación fuerte del tipo de cambio oficial y que las petroleras tengan dólares para importaciones. En especial, para algunos productos como el gasoil.
Las compañías de consumo masivo venían pidiendo que las petroleras se sumen a "Precios Justos". Entienden que no podían congelar sus productos si había incrementos en los costos logísticos.
Para que las petroleras se sumen, el Gobierno postergó aumentos en los impuestos a los combustibles y estableció una tabla sobre los incrementos que pueden aplicarles los fabricantes de biocombustibles.
La industria petrolera cierra, en términos generales, un buen año. Los resultados obtenidos en los pozos fueron superiores a los previstos y están teniendo excedentes para exportaciones. Eso permite proyectar al gobierno que, desde 2024, el saldo comercial energético será muy positivo.
Los importes de los surtidores argentinos están entre los más bajos -en dólares- que los de países limítrofes. Desde Paraguay y Uruguay cruzan las fronteras para llenar los tanques con combustibles locales, ya que son más baratos que en sus territorios.
Después de la suba del petróleo en todo el mundo, los valores de los combustibles se estabilizaron en los últimos meses. El litro de nafta en Estados Unidos -que llegó a valer casi US$ 2 en los estados con más impuestos- ya volvió a los 90 centavos.
Con el próximo aumento de enero, se estima que el litro de nafta quedará por debajo del dólar al tipo de cambio oficial ($175 en el Banco Nación). Si se considera una cotización “alternativa” (como la del “blue” o los dólares financieros), el combustible estaría merodeando los 50 centavos de dólar.
Bolivia, Ecuador y Colombia, tres países productores de hidrocarburos, poseen precios parecidos a los argentinos (entre 50 y 60 centavos de dólar, al tipo de cambio “blue), al igual que Brasil, que también está rondando el dólar.
Otros limítrofes, como Paraguay, Uruguay y Chile, no tienen producción propia, por lo que importan. A sus residentes les resulta conveniente llenar el tanque en Argentina y regresar a sus países.