Es parte de un impulso de Canberra para impulsar la industria de refinación de litio en tierra del país, en respuesta a la demanda de los fabricantes de automóviles en los EE.UU. y Europa de metales para baterías que pasan por alto a China. Australia es el mayor productor mundial del metal con casi la mitad del suministro mundial, pero actualmente no exporta productos químicos de litio refinado.

Un número creciente de productores de litio se están moviendo hacia la refinación en Australia, incluida la empresa estadounidense Albemarle, la china Tianqi Lithium y Wesfarmers. La mayoría tiene como objetivo producir hidróxido de litio apto para baterías, que podría venderse a los fabricantes de baterías listas para usar, pero ninguno está operando todavía a escala comercial.

Pilbara Minerals planea fabricar una sustancia química menos refinada y más fácil de producir que sería más duradera que el hidróxido de litio, pero que necesitaría más procesamiento antes de poder usarse en baterías.

La decisión final de inversión en la planta de demostración está prevista para la primera mitad de 2023, dijeron las dos empresas en una presentación regulatoria conjunta, y agregaron que estaban en conversaciones con el gobierno australiano para obtener una subvención de 20 millones de dólares australianos (US$ 13,4 millones). Si tiene éxito, la tecnología podría ampliarse a niveles comerciales y potencialmente licenciarse a terceros, dijeron.

Las acciones de Pilbara Minerals cerraron con una caída del 0,9% en Sídney espués de caer un 17% durante las dos semanas anteriores.