Hace más de 20 años Argentina está importando el 100% del uranio que consume, pero además existe un déficit mundial de casi el 31% en relación del consumo con la oferta primaria de las minas. Esto abre juego a la pregunta de por qué es tan importante la producción de uranio en el país y el proyecto Amarillo Grande de Blue Sky que lidera la exploración. 

Guillermo Pensado, VP Exploraciones en Blue Sky Uranium presentó en Argentina Mining 2022 sobre la actualidad del mercado del uranio en el país y el mundo y la actualidad de su proyecto estrella: Amarillo Grande.

Blue Sky Uranium se dedica a la exploración de uranio y vanadio, ambos totalmente deficitarios en el país. La empresa es administrada por Grosso Group, que trabaja en Argentina desde 1993, pioneros en la exploración minera en la país. "De ese grupo ya contamos en estos casi 30 años con cuatro descubrimientos, lo cual no es poco. Tenemos además, un trabajo muy fuerte para lograr ese éxito en una relación muy estrecha con las comunidades y un respeto por el ambiente que nos hace sostenibles", destacó Pensado.

URANIO: EL POTENCIAL EN LA RECONVERSIÓN ENERGÉTICA

El uranio es un commodity cada vez más importante para el desafío del cambio climático. La reconversión energética necesaria para alcanzar las metas para un mundo más sostenible indica que una de las pocas energías que pueden ser confiables y  en cantidad, con bajas o nulas emisiones de CO2, es la nuclear. "Esto hace algunos años no era muy bien visto. La experiencia, la confiabilidad de los nuevos reactores y las nuevas tendencias demuestran que cada vez jugará un rol más importante dentro de la oferta de energía limpia. Hace poco, la Comisión Europea incluyó a la nuclear entre las energías amigables para el cambio climático", dijo el VP Exploraciones en Blue Sky Uranium

Entre la relación de oferta y demanda hay una gran brecha, un gran déficit de casi el 31%. Esto significa que hay una acumulación de uranio que se está consumiendo para poder abastecer el consumo mundial, porque la producción primaria de las minas no alcanza. "Hay que trabajar mucho en inversión de exploración y en desarrollo de nuevos proyectos, sobre todo considerando si van a aumentar las necesidades de energía limpia".

El consumo en 2019 fue de 180 millones de libras, con una producción de 124 millones: Argentina consume por año medio millón de libras, importadas de diferentes países.

Los principales productores del mundo cambió  en los últimos 20 años, hoy Kazajistán está liderando con más del 40% de depósitos en areniscas, un tipo de producción de muy bajo costo que se puede hacer a través de la recuperación in situ, sin minado convencional a cielo abierto o subterráneo, sino a través de disolución y recuperación por bombeo. Esto reduce mucho el costo operativo, pese a que requiere grandes volúmenes y unas condiciones geológicas especiales.

ARGENTINA: PAÍS NUCLEAR

Argentina  tiene la capacidad humana y técnica para trabajar en cada uno de los eslabones del ciclo nuclear, desde la producción primaria en minería hasta la capacidad tecnológica para hacerlo posible.

"Contamos con tres reactores nucleares conectados a la red eléctrica (Atucha I, II y Embalse), tenemos reactores de investigación, y se está trabajando en la construcción de un reactor modular pequeño en busca del camino para liderar un nuevo tipo de reactores, más chicos y controlables".

Y agregó "Es importante reconocer que el gerente general de la Organización Internacional de Energía Atómica es el argentino Rafael Mariano Grossi, lo que demuestra la importancia del país en el sector nuclear mundial. Pese a no tener producción, tenemos leyes que dicen que nuestros reactores deben estar abastecidos por uranio nacional. Tenemos capacidad geológica, técnica e industrial para autoabastecerse y posiblemente poder vender uranio al exterior". 

SOBRE AMARILLO GRANDE

Es un proyecto descubierto por Minera Cielo Azul, subsidiaria de Blue Sky, hace más de 15 años. "Se descubre uranio en una zona en la que había indicios pero no información ni bibliografía. Este es un sector en el centro de la provincia de Río Negro, una depresión topográfica donde circulando en camionetas con un aparato que mide radiación, se detectaron anomalías. Esto es un ejemplo del potencial geológico que tiene Argentina con el uranio en superficie".

A partir de este primer descubrimiento, se realizaron trabajos de exploración mucho más intensivos, sumando trabajos de campo y de geofísica aérea. Se empezaron a notar grandes zonas de anomalías de uranio, a más de 140 kilómetros. Primero se descubrió la zona Anit en 2008, Ivana en 2011, enfocándose recién en 2017 en realizar una exploración intensiva, en donde se encontró un depósito, se hicieron cálculos de recurso y se pasó a un Estudio Económico Preliminar.

"Veíamos que Kazajistán estaba produciendo casi todo el uranio a muy bajo costo, entonces debíamos rápidamente demostrar que nuestro proyecto tiene ese potencial, para poder seguir con la exploración".

Hasta 2016 se consideraba un proyecto de depósito de uranio superficiales, como en África o Australia. "Cuando entramos en exploración más profunda, aunque hablemos de pozos de 15 metros, empezamos a entender que era un sistema tipo en arenisca, depósitos que fueron removidos y se expresaba en superficie como un depósito tipo superficial".

Y explicó "Ahí nos cambió el modelo geológico porque veíamos que los depósitos en arenisca son los que veíamos en Kazajistán o EE.UU., grandes distritos mineros del mundo. Esto es, Ivana sobre todo, mineralización en arenas poco consolidadas, por el cual el costo de exploración es relativamente bajo al ser pozos cortos. Se requirió mucha geofísica y mucho trabajo geológico". 

En Amarillo Grande hay muchas similitudes geológicas con Kazajistán. Esto es, grandes cuencas sedimentarias con sistemas fluviales activos desde el Cretácico hasta el Terciario, todo el tiempo teniendo sistemas de acuíferos con una zona fértil para poder abastecer con uranio al sistema y un uranio precipitado en zona de trampa, donde hay cambios en esos acuíferos entre un ambiente oxidante y un ambiente reductor, donde se empieza a precipitar el uranio. Cuando las condiciones son óptimas, eso llega a una concentración económica.

"Lo que vemos ahora es que eso que en Kazajistán fue descubierto en los ‘60/’70, incluye depósitos con más de 240 millones de libras de uranio contenido, con una ley muy similar a la que vemos. En Amarillo Grande tenemos una escala regional, descubrimos un primer depósito, Ivana, pero tenemos un montón de blancos de exploración y creemos que podemos tener múltiples depósitos dentro del mismo sistema de más de 140 kilómetros de largo".

DEPÓSITO AMARILLO GRANDE

Son casi 5 km mineralizados con un núcleo central donde está casi el 90% de la mineralización, entre los 10 y 25 metros de profundidad. Todas estas perforaciones llevaron a un cálculo de recursos, incluido en el PEA. "Acabamos de terminar un nuevo plan de perforaciones para ver si actualizamos esos recursos, que en aquel momento nos dieron 28 millones de toneladas, con una ley media de 370 ppm de U308, es decir, de muy baja ley, que al estar en superficie, es potencialmente económico. Eso son casi 23 millones de libras de uranio contenidas y 11 millones y medio de vanadio". 

Y agregó "También realizamos ensayos metalúrgicos que demostraron por cómo es la mineralización, que es fácilmente extraíble por un proceso de dos pasos: tamizado y lixiviación alcalina, que es ambientalmente amigable porque se usa carbonato y bicarbonato de sodio, con muy buenas recuperaciones, lo que significa bajo costo nuevamente. El minado son simples canteras de áridos que permiten dar una operación de bajo costo".

"Todo esto fue llevado a un Estudio Económico Preliminar para demostrar la potencialidad económica y geológica. De todos estos números, destacamos el costo de inversión inicial necesaria. Si uno piensa que hay múltiples depósitos y se puede extender la vida util con depósitos similares a Ivana, ese número no cambiaría mucho. Lo cual es interesante para pensar en una producción centralizada para un distrito".

Costo operativo. Al inicio, el costo del uranio rondaba los US$ 20 la libra. Este depósito, en esas condiciones, ya podía estar produciendo económica. Hoy, el precio del uranio está en US$ 53 y se espera que suba mucho más, lo que le da una potencialidad económica muy fuerte al proyecto.

"Hoy en día estamos avanzando en el depósito Ivana hacia una potencial prefactibilidad para fines de este año y principios del siguiente, continuando con la exploración de campo con todos los targets o blancos de exploración que nos dieron 10 años de trabajos en la zona, con el objetivo de descubrir un nuevo Ivana", concluyó Pensado, VP Exploraciones en Blue Sky Uranium