ISABEL SACO
La ONU le dijo a la Unión Europea que la vuelta a los combustibles fósiles no es la respuesta adecuada a la crisis energética y que antes de seguir esta vía debe tener en cuenta que esto aceleraría el calentamiento global y sería nefasto para los derechos humanos de las víctimas del cambio climático.
"Algunos países de la Unión Europea están volviendo a las inversiones en infraestructuras y suministros de combustibles fósiles", dijo la alta comisionada adjunta de la ONU para los derechos humanos, Nada al-Nashif.
La crisis energética que atraviesa Europa y su previsible agravamiento a medida que el continente se acerca al invierno fue el único tema que se desmarcó de la descripción de violaciones y abusos de los derechos y libertades en una treintena de países en la inauguración de la 51º sesión del Consejo de Derechos Humanos.
Al-Nashif señaló que es "comprensible" que ante el impacto del aumento del precio de la energía en los sectores más vulnerables algunos miembros de la Unión Europea estén buscando soluciones, pero les advirtió de las consecuencias futuras de volver a invertir en energías fósiles.
Les animó a que tomen rápidamente el camino contrario y a que apuesten por los proyectos de eficiencia energética y energías renovables porque "no hay espacio para dar marcha atrás frente al cambio climático en curso".
El cambio climático se ha convertido en una causa central de crisis humanitarias y de violaciones de derechos fundamentales de sus víctimas, como el derecho a la vida, al agua, a la alimentación, a la salud, a la vivienda, entre otros.
ÁFRICA A LA DERIVA
Más allá de la guerra en Ucrania -a lo que se dedicará una sesión en el Consejo de Derechos Humanos el próximo día 23- y otros conflictos armados, el informe global presentado por Al-Nashif expuso la gravedad de la situación en África.
La ONU considera que muy pocos países de ese continente cumplen con su deber de respetar y proteger los derechos de sus ciudadanos.
En Burkina Faso se denunció el discurso de odio que incita a la violencia contra ciertas minorías étnicas, mientras que en República Centroafricana y en Mali se están utilizando empresas de seguridad privadas para conducir operaciones de seguridad en las que no se respetan los derechos humanos.
En Chad, Guinea, Eswatini y Sudán se reprimen con violencia las protestas ciudadanas, mientras que en Sierra Leona o Mozambique reina la impunidad de graves violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos, en la mayoría de casos simplemente por oponerse al gobierno de turno.
Etiopía se encuentra en un conflicto interno y en este caso la ONU ve con esperanza que las autoridades de la región de las hostilidades hayan prometido este fin de semana participar con buena voluntad en un proceso de paz bajo los auspicios de la Unión Africana, pero Al-Nashif recordó que la violencia se está expandiendo poco a poco.
En el norte del continente, Libia sigue sumida en el caos y la violencia, con una lista de violaciones que incluyen desapariciones forzadas, raptos y detenciones arbitrarias de los que se atreven a intentar defender los derechos humanos, y de manera particular de las mujeres.
Sobre la vecina Túnez, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU mostró su preocupación por la interferencia del Ejecutivo en el Poder Judicial, así como el inicio de juicios penales contra los propios jueces.
LAS PREOCUPACIONES EN AMÉRICA
Sin duda, la situación más apremiante en el continente americano se observa en Haití, donde los niveles de violencia causada por bandas fuertemente armadas han batido récords.
Fuera del radar de las preocupaciones internacionales, este país sufre del olvido, por lo que la alta comisionada de la ONU pidió a los países que presten más apoyo a ese país, advirtiendo sobre las repercusiones que no hacerlo tendría en el resto de la región, en particular a través de olas de migración irregular.
Sobre Ecuador, el informe de la ONU subrayó la profundidad de la crisis económica y social, y llamó a un diálogo entre el gobierno y las organizaciones indígenas.
La situación en Venezuela será abordada en una sesión por separado, en la que una comisión investigadora especialmente creada en 2019 para este país presentará su tercer informe.