JUAN PABLO VARGAS CUELLAR

Con la propuesta de gravar las exportaciones de minerales -como el oro- en el limbo, la reforma tributaria ya no buscaría imponerle un gravamen por esta vía al metal precioso. Solo entre 2019 y 2021, la minería dejó regalías por cerca de $6 billones y un acumulado de $14 billones en siete años.

Después de tres semanas desde que se presentó la propuesta de reforma, la modificación del impuesto tranquiliza tanto a los integrantes del gremio como a los expertos. Según abogados tributaristas como Julián Jiménez, socio fundador de Jiménez, Higuita, Rodríguez & Asociados, este impuesto -de facto- llevaría la inversión en este campo a países donde no exista la medida.

Según las cifras oficiales más recientes, el sector minero atrajo alrededor de US$1.800 millones en inversión extranjera, lo que representó a cerca de 12% del neto nacional).

De hecho, en el caso de la Inversión Extranjera Directa (IED), esta ha venido decreciendo desde 2013, cuando llegó a cifras sobre los US$3.000 millones. Con una caída pronunciada en 2016, cuando marcó la cifra negativa de US$178 millones, para 2021 retomó su cause y se acercó a los US$950 millones.

Perú fue uno de los primeros anfitriones de este tipo de impuestos en la región. Su experiencia fue similar a la descrita por Jiménez en materia de exportaciones. Según datos del World Gold Council (Consejo Mundial del Oro), las exportaciones de oro se trasladaron de Perú a Bolivia.

Este país (Bolivia), que para 2010 exportaba menos de 10 toneladas anuales, incrementó sus ventas al exterior en alrededor de 50 toneladas anuales. Esto se debió, parcialmente, a que parte de la producción peruana se traficaba por las selvas y bosques fronterizos para ser finalmente exportados desde La Paz, donde los requisitos no eran tan estrictos.

OTROS APORTES
La importancia de la minería en la economía del país también se puede identificar en otros aspectos. Por ejemplo, en cuanto a las exportaciones, el sector, con ventas superiores a US$10.400 millones, representó 27% del total exportado por el país según los últimos datos.

En cuanto a las regalías, y sin tener en cuenta las representadas por los hidrocarburos, el gremio también aportó una cifra cercana a $2,5 billones a las regiones.

Además, según cálculos de la ACM, la inversión social y ambiental del sector en 2018 ascendió a $500.000 millones y realizó más de $13 billones en compras de diferentes vienes, de las cuales 71% fueron en el territorio nacional.

Otra parte de este ‘progreso’, por así llamarlo, también se reflejó en los niveles de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Según el censo poblacional del Dane, en los últimos 25 años, los municipios mineros -territorio los que 79% de la economía depende de la minería-, estas necesidades pasaron de 61% a 33%.

LO QUE BUSCABA EL IMPUESTO
Además de las personas naturales, los hidrocarburos y minerales serán los grandes pagadores de más impuestos en la nueva reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.

Esta es una de las conclusiones a la que llegaron economistas, académicos y abogados como el caso de Juan David Velasco, socio de Impuestos Transaccionales en la firma Baker McKenzie.

Por medio de una modificación al impuesto al Carbono, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo explicó que “en línea con políticas internacionales, la iniciativa permitirá redistribuir los beneficios que generan los altos precios del petróleo, el carbón y el oro. Para ello se establece un impuesto a la exportación de estos productos equivalente al 10% del exceso sobre un precio base”.

Según el Ministerio de Hacienda, si el precio del petróleo es de US$95 por barril, y el precio de referencia (que fije la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH), es de US$48, el impuesto aproximado es del 4,6% a las exportaciones extraordinarias.