El gobierno boliviano anunció que pidió al Legislativo autorización para firmar cinco nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos que demandarán una inversión total superior a los US$ 582 millones. De acuerdo a datos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), los impuestos por hidrocarburos en 2021 cayeron a los niveles de 2006.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, dijo a los medios que se enviaron al Parlamento cinco "anteproyectos de ley" solicitando "autorización para la suscripción de cinco nuevos contratos de servicios petroleros para la exploración y explotación" hidrocarburífera en la región oriental de Santa Cruz y las sureñas Chuquisaca y Tarija, según informó EFE.
"Estos cinco contratos van a permitir una inversión de aproximadamente US$ 582 millones y generarían, en el caso de ser exitosos, una renta para el Estado boliviano de alrededor de US$ 1.700 millones", resaltó.
Dos de los documentos se firmarán con la empresa Canacol Energy Colombia, con casa matriz en Canadá e "importantes operaciones en Colombia", según información difundida por el Ministerio de Hidrocarburos y Energías.
Los otros tres corresponden a la firma Vintage Petroleum Boliviana, subsidiaria de la multinacional Occidental Petroleum Corporation (OXY) con sede en Estados Unidos.
Si el trámite de autorización se agiliza en el Parlamento y las tareas de exploración dan resultados positivos, las cinco áreas que operarán estas empresas "podrían entrar en producción" en 2023, indicó Molina.
"Por lo cual es muy importante el tratamiento de nuestra Asamblea Legislativa para estos proyectos que son de suma importancia para el país", remarcó.
Según datos del ministerio, Canacol Energy ha evaluado las áreas Ovaí y Florida Este en Santa Cruz, mientras que Vintage Petroleum Boliviana estará a cargo de las áreas Sayurenda y Yuarenda en Tarija y Carandaití en Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija.
Molina indicó que se ha pronosticado que las cinco áreas llegarían a producir unos 3 millones de metros cúbicos diarios de gas natural y unos 5.600 barriles por día de líquidos.
El ministro sostuvo que las proyecciones de producción e ingresos que generarían estos nuevos proyectos son "una buena noticia para el país" porque demuestran que "la reactivación del upstream (exploración y producción) es una realidad".
El gas natural fue el principal producto de exportación de Bolivia y el mayor sustento de la economía boliviana en las dos últimas décadas, con sus principales mercados en Argentina y Brasil.
En los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos que genera la venta de hidrocarburos debido a las oscilaciones de los precios en los mercados externos.
Un informe de certificación en 2018 determinó que Bolivia contaba con 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas probadas de gas natural, que se calculó tengan una duración de 14,7 años.
El gobierno boliviano presentó hace un año un plan para captar capitales externos para la exploración y producción de hidrocarburos.
IMPUESTOS DE HIDROCARBUROS EN 2021 CAEN A LOS NIVELES DE 2006
Los impuestos por hidrocarburos en 2021 cayeron a los niveles de 2006, de acuerdo a datos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN). En 2006, las recaudaciones tributarias en el sector de petróleo crudo y gas natural llegaron a 6.275 millones de bolivianos, y el año pasado estas recaudaciones fueron de 6.381 millones.
En 16 años, las recaudaciones tributarias por hidrocarburos se incrementaron, primero, considerablemente, hasta alcanzar su pico en 2014 con 19.016 millones de bolivianos. Desde entonces, sin embargo, comenzó un declive que no se detuvo hasta 2021, cuando se recaudó sólo 6.381 millones, según informó Sergio Mendoza Reyes en Los Tiempos.
La mayor parte de las recaudaciones del sector de petróleo crudo y gas natural corresponde al Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), que fue creado en 2005 con la Ley 3058. Este impuesto, único en este sector, corresponde a más del 90 por ciento de la recaudación. Aún así, ésta ha disminuido.
El investigador en Energía e Hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, indicó que la razón de este aumento y posterior declive es la variación de los precios del petróleo en el mercado internacional y de la producción nacional de los hidrocarburos.
“En 2014 las autoridades del gobierno decían que este incremento era resultado de la nacionalización, que gracias a esto subió la producción y los precios. Sin embargo, si vemos el periodo 2014-2021 pasa todo lo contrario y la política de nacionalización sigue vigente”, señaló Velásquez.
“Una primera evidencia ahí es que el beneficio económico no ha provenido de la nacionalización, sino de un contexto internacional favorable, de precios altos, y de exportaciones con contratos que ya se habían negociado desde finales de los 90 con Brasil y principios de este siglo con Argentina”, añadió Velásquez.
El gobierno de Luis Arce afirma lo contrario y sostiene que el proceso de nacionalización de los hidrocarburos permitió mejorar la calidad de vida de la población boliviana, elevar los ingresos y generar obras para el país.
En mayo de 2015, esta administración celebraba 15 años de nacionalización con una renta petrolera acumulada de US$ 41.373 millones. En mayo de este año se inauguró un museo a la nacionalización en El Alto.
No obstante, las autoridades han reconocido que se debió realizar mayor exploración en años pasados, una deficiencia que se piensa corregir ahora con mayor inversión pública y medidas que atraigan la inversión privada.
Velásquez indicó que los datos de la recaudación tributaria desde 2006 a 2021 son una evidencia más de que un Estado acaparador “al final se quedará con una porción grande de una torta pequeña, en lugar de incentivar la inversión extranjera y tener una porción pequeña de una torta más grande”.
