El vocero gubernamental, Jorge Richter, explicó que la política del presidente Luis Arce es fuertemente social y en favor de la población. El subsidio lleva 17 años y expertos ven una situación insostenible
La propuesta de levantar la subvención a los hidrocarburos fue rechazada por el gobierno del presidente Luis Arce que decide evitar que el costo pueda afectar a la población.
Así lo hizo conocer el vocero gubernamental, Jorge Richter, en entrevista en el programa Los 7 del 7, por Bolivia Tv, al asegurar, según Brújula Digital, que aún, a futuro, es sostenible mantener esta política que consiste en comprar a un precio elevado, los hidrocarburos, y venderlos barato.
En el marco del estudio “Precios y subsidios a los hidrocarburos en Bolivia 1986-2025”, de Mauricio Medinaceli y Marcelo Velázquez, se planteó quitar la subvención y a cambio dar bonos y obras. Además de la transferencia de recursos y la inversión pública, los expertos plantearon una eliminación progresiva, dialogada y en base a una buena comunicación.
Richter, destacó los reportes que dan cuenta de que Bolivia es uno de los cinco países con más baja inflación del mundo.
"No, esto (el modelo) tiene un sentido fuertemente social, pero de inducir también a la debida competitividad de nuestra industria", manifestó.
A su vez, dijo que el gobierno continuará con la política de subvención de hidrocarburos, alimentos y energía porque el costo recaerá en la población.
El modelo económico de Arce, explicó, "cuida de manera prioritaria que las presiones inflacionarias no puedan ser trasladadas hacia la gente y tiene elementos como son las subvenciones".
"Si nosotros quitamos las subvenciones de hidrocarburos, de alimentos, de tarifas eléctricas ¿A quién se traslada el precio de ese incremento de costos, pues inmediatamente se traslada a la gente y es la que tiene que absorber aquel efecto inflacionario?", advirtió.
Señaló que los principales beneficiarios de las subvenciones son los sectores industriales.
Las proyecciones que presentó señalan que en 2025 habrá una inflación de 3.5% mientras para este año está previsto un alza de 3.1%.
Bolivia necesita este año 4.269 millones de dólares para la compra de los hidrocarburos para los cinco tipos de subsidios. Se estima que el Producto Interno Bruto de este año alcanzará al 11.6%, lo que, según Medinaceli, significa una acumulación de la deuda y las notas de crédito fiscal que provocan que el gobierno ya no pueda sostener la subvención.