El pozo MGR-10 es un pozo de desarrollo en el campo Margarita-Huacaya, en los departamentos de Tarija y Chuquisaca, operado por la empresa Repsol E&P Bolivia
JOSUÉ HINOJOSA
La producción adicional de 2,7 millones de metros cúbicos día (MMm3d) de gas natural en Bolivia, a partir del ingreso en producción del pozo Margarita 10, permiten incrementar las reservas probadas y obtener mayores ingresos por el aumento de las exportaciones.
Sin embargo, el analista en hidrocarburos Álvaro Ríos considera que, al tratarse de un pozo de desarrollo y no de un nuevo descubrimiento, acelerará la declinación del campo Margarita-Huacaya, cuya producción disminuirá en los próximos dos a tres años.
Según un reporte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el pozo ingresó en producción el 8 de junio con un caudal inicial de 1 MMm3d, que se incrementó hasta superar los 2,7 MMm3d.
La estatal petrolera destacó que los resultados exitosos del proyecto, que demandó una inversión de US$ 82,5 millones, permiten incrementar la producción de gas natural y recategorizar e incrementar las reservas probadas, optimizando el factor de recobro en el campo.
Ríos indicó que la producción adicional de gas en Bolivia con la incorporación del mencionado pozo permitirá aumentar los envíos a Brasil y Argentina y, por consiguiente, obtener mayores ingresos por exportación; sin embargo, en el mediano plazo, a partir de los próximos dos o tres años, la producción del campo Margarita-Huacaya declinará más rápido.
El analista señaló que Margarita 10 es un pozo de desarrollo, es decir, una perforación adicional dentro de un campo que ya contaba con otros pozos. “Es como poner una válvula adicional para drenar más rápido la piscina o el estanque”, dijo.
Por otro lado, destacó que la operación del nuevo pozo posibilitará el incremento de los envíos a Brasil durante el periodo de invierno y, de ese modo, reducir la penalidad por el recorte de envíos en semanas pasadas.
Según YPFB, la perforación inició el 20 de diciembre de 2020 y finalizó el 24 de mayo de 2021.
El inicio de la producción en el pozo Margarita 10 estaba previsto para agosto, pero la operadora Repsol adelanto sus labores.
ÁLVARO RÍOS: “EL PAÍS SE NOS MUERE SI SEGUIMOS IMPORTANDO HIDROCARBUROS AL RITMO QUE VAMOS”
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Álvaro Ríos es ingeniero químico, graduado por la Universidad de Texas A&M, con posgrado en la Universidad de Houston. Ha sido secretario de la Organización Latinoamericana de Energía y Ministro de Hidrocarburos. Actualmente, es socio de la consultora Gas Energy Latin America.
“Antes de la invasión de Rusia a Ucrania, el mundo ya venía en un cambio. Para la transición energética se frenó mucha exploración y explotación, sobre todo el financiamiento de los hidrocarburos. Con la pandemia el freno se radicaliza y en la pospandemia la demanda vuelve a la normalidad. Creo que todavía estamos muy lejos de llegar a descarbonizar el planeta. Las energías intermitentes son programas muy dificultosos, el mundo aún consume un 80% de combustibles fósiles. Lo primero sería reemplazar el carbón por el gas natural para la generación de energía eléctrica”, señaló.
El experto dijo que se ha dado un cambio en la logística: “el diésel está escaso en el mundo, incluso prepagando meses antes. Eso encuentra a Bolivia en un momento complicado. No es el lugar adecuado por la inseguridad jurídica, por el proceso nacionalista, porque no se pagan los compromisos que se hacen. Un solo pozo exploratorio no va a brindar alivio a la declinante producción”.
“Asociado al gas natural vienen los condensados, que también están cayendo. Importamos el 70% del diésel y el 50% de la gasolina. Son cerca de 1.000 millones de dólares en cuatro meses y van a ser 3.200 millones de dólares hasta fin de año. Será el primer año de déficit energético. Todo esto, debido a una fallida política exploratoria”, indicó.
Ríos dijo que la escasez de diésel se da “en Venezuela, Argentina y Bolivia por los subsidios. En Venezuela y Bolivia hay un solo ente controlante de este combustible. No es el sector privado sino el Estado. Esa es la causa del desabastecimiento”.
“Tenemos petróleo y gas y lo estamos dejando bajo la tierra. Primero el país debe volverse creíble ante las inversiones, dejar que las empresas chicas hagan desarrollo intensivo de los campos menores. Y necesitamos un marco de incentivos mucho más atractivo”, remarcó.
El ex ministro de hidrocarburos dijo que se deberían dar las condiciones “a las empresas que operan acá. Si negocias un plan de IDH cero por diez años y cobrarlo después, se pueden lograr 2.000 o 5.000 millones de dólares de inversión. Está en manos tanto de los gobernantes como de la oposición”.
“Hay reglamentos confusos, que no permiten decir cuál es hidrocarburo nuevo o viejo. Esto debe establecerse por ley, no por decreto. El país se nos muere si seguimos importando hidrocarburos al ritmo que vamos”, concluyó.
En las conclusiones, Oscar Ortiz dijo que “se van complicando las perspectivas de seguridad energética del país, por la declinación en la producción, fracasos exploratorios y falta de atracción de inversiones”.
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