El Gobierno de Bolivia anunció el fin de semana el éxito de la perforación de un nuevo pozo de gas natural, con un potencial de 300 a 350 billones de pies cúbicos, en medio de una caída de la producción de hidrocarburos.
El nuevo pozo Margarita 10, ubicado en el sur boliviano y operado por Repsol E&P, aportará un volumen de 3 millones de metros cúbicos por día a partir de junio, lo que ayudaría a Bolivia a cumplir sus exportaciones a Brasil y Argentina.
“Eso significa que vamos a tener capacidad de exportación”, dijo el presidente del país andino, Luis Arce, en un acto público. La producción gasífera de Bolivia cayó en 2021 a unos 45 millones de metros cúbicos por día, desde los 61 millones en 2014, según datos del Ministerio de Hidrocarburos.
“YPFB y Repsol hacen sus mayores esfuerzos para poner a disposición de los mercados esta producción en el menor tiempo posible”, dijo el presidente de la petrolera boliviana, Armin Dorgathen, en un comunicado.
La declinación de la producción de hidrocarburos hace que Bolivia tenga problemas para cumplir con sus contratos de exportación, además de abastecer su mercado interno.
No obstante, los analistas indicaron que la producción no logrará frenar el incremento de la importación de combustibles ante la creciente demanda que existe en el país, por el crecimiento del parque automotor. A esto se suma la poca capacidad que tienen las refinerías para producir líquidos.
Para este año, el Gobierno anunció ajustes en la normativa con el fin de atraer mayor inversión de parte de las petroleras.
“En este momento, las condiciones del mercado y de la industria petrolera requieren un ajuste”, señaló Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos en una rendición de cuentas.
LIMITACIONES DEL NUEVO HALLAZGO
Alerta para las arcas nacionales. Las importaciones de combustibles sumaron $us 2.211 millones en 2021 y prácticamente igualaron a la exportación de hidrocarburos. El año pasado, las compras de este segmento se incrementaron en un 140,3%, un aumento histórico, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las cifras del INE muestran que las exportaciones de hidrocarburos llegaron a $us 2.253, lo que representa un crecimiento de solo un 12,7% con relación a 2020. Las cifras oficiales reflejan que entre ambas variables existe una diferencia de solo $us 42 millones.
Datos de INE -procesados por el IBCE- revelan que en 2021 Bolivia importó $us 1.500 millones en diésel (70,7%) y 620 millones en gasolina (29,2%), montos que representan el 22,1% del total de las internaciones.
“Nunca en la historia del país habíamos importado tanto diésel y gasolina en valor y volumen”, sostuvo el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, que añadió que la cifra representa hasta un 20% de las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Cambios urgentes
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, adivirtió que si no se realiza un cambio en la regulación -para poder atraer más inversiones en hidrocarburos- en poco tiempo Bolivia se convertirá en un país importador de combustibles.
Agregó que desde 2014 la brecha entre las exportaciones de gas y las compras externas de combustibles líquidos, en especial de diésel y gasolina, se fue achicando. Recordó que el margen entre ambos era de hasta $us 4.000 millones a favor de las ventas externas de gas natural boliviano a Argentina y Brasil.
Álvaro Ríos, analista y exministro de Hidrocarburos, sostuvo que la nueva producción permitirá calmar, de alguna manera, las protestas de la empresa EIASA de Argentina por la reducción de envíos de gas al país vecino, con un incremento del suministro de unos 8 millones de metros cúbicos por día a 12 millones durante la próxima temporada de invierno.
“Por lo menos por este año va a ser más sostenible (la exportación de gas) porque vamos a poder cumplir con la Argentina”, sostuvo.
Bolivia necesita 20 millones de metros cúbicos por día para exportar a Brasil y 14 millones para el mercado interno, el restante se despacha a la Argentina.
“Esta diferencia de $us 46 millones era más grande. Entonces, quiere decir que estamos importando cada vez más combustibles porque estamos produciendo menos líquidos”, dijo.
Para la exautoridad, el país debe incrementar su nivel de producción de gas natural que llevará a que se extraigan mayores niveles de líquidos a través de las plantas separadoras.
Al igual que Ríos, el experto en hidrocarburos, Hugo del Granado, sostuvo que si no hay cambios estructurales Bolivia más pronto que tarde se convertirá en un país importador de combustibles y que ello es cuestión de tiempo.
“El único camino es revisar la Ley de Hidrocarburos, hace 12 años que están anunciando cambios, pero no pasa nada”, dijo.