MATTHEW MALINOWSKI
La actividad económica de Chile disminuyó debido a que los agresivos aumentos de las tasas de interés y la alta inflación redujeron el poder adquisitivo, mientras la incertidumbre política frena los planes de inversión de las empresas.
El Imacec, un referente del producto interno bruto, cayó un 0,3% en abril frente al mes anterior, menos que la estimación media de un descenso del 0,7%, según una encuesta de Bloomberg. Sobre una base interanual, el índice subió un 6,9%, según informó el Banco Central.
La economía de Chile se encuentra en medio de una desaceleración desigual tras el crecimiento récord del año pasado. Si bien las ventas minoristas aumentaron en abril, lo que corrobora la opinión del banco central de que el consumo todavía tiene algo de fuerza, la inversión se ha hundido a causa de la reforma constitucional.
El producto interno bruto se contrajo en el primer trimestre, y algunos expertos en los mercados financieros creen que la desaceleración podría provocar pronto recortes de las tasas de interés.
El comercio creció un 1,8% en abril, mientras que los servicios se mantuvieron sin cambios en el mes, según el banco central. La actividad minera disminuyó un 3,4% en el período, mientras que la industrial se contrajo un 0,6%.
A futuro, el crecimiento se verá afectado por los costos de endeudamiento, que han subido 775 puntos básicos desde julio y probablemente volverán a aumentar este mes. Los responsables de la política monetaria están tomando medidas para controlar una inflación anual del 10,5%, muy superior a la meta del 3%.
Esta semana, el gobierno del presidente Gabriel Boric presentó una propuesta para duplicar la cantidad de recursos que se destinan al Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (MEPCO).
El gobierno también ha aumentado los fondos para las personas de escasos recursos que tienen dificultades para comprar alimentos a medida que los costos de los productos básicos se disparan en todo el mundo.
La incertidumbre, en tanto, ha aumentado de cara al referéndum del 4 de septiembre sobre una nueva Constitución que, de ser aprobada por mayoría simple, reemplazaría la Carta Magna favorable al mercado que data de la dictadura de 1973-1990.