JAMES ATWOOD

Los países del llamado triángulo del litio están en conversaciones para avanzar más en la cadena de suministro de baterías a medida que América del Sur busca salir de siglos de maldiciones de recursos para aprovechar la revolución de los vehículos eléctricos en todo lo que pueda.

Juntos, Argentina, Chile y Bolivia representan más de la mitad de los recursos mundiales de litio, siendo Chile el segundo exportador mundial del metal blanco plateado y Argentina uno de los productores de más rápido crecimiento. Si bien hasta ahora los tres países han tenido un éxito limitado al pasar a productos de litio de mayor valor, y mucho menos fabricar baterías o automóviles, eso no los disuade de persistir, según el principal funcionario de minería de Argentina. 

La colaboración para construir una mayor presencia a lo largo de la cadena de suministro de baterías llega en un momento en que la pandemia y la guerra en Ucrania aceleran la fragmentación de los lazos comerciales tradicionales y estimulan los esfuerzos para fomentar las industrias locales, especialmente aquellas involucradas en la transición hacia energías más limpias.

“Los tres países tienen diferentes perspectivas sobre cómo producir litio, pero tenemos una perspectiva compartida sobre qué hacer a continuación con él”, dijo la subsecretaria de Minería de Argentina, Fernanda Ávila , en Panamá, donde participa en el evento inaugural New Economy Gateway Latin America de Bloomberg. . “Estamos trabajando juntos para desarrollar nuevas tecnologías y técnicas para ir más allá en la cadena de valor”.

Argentina quiere replicar con Chile y Bolivia el tipo de grupo de trabajo trilateral que se ha establecido entre sus provincias mineras de litio, dijo Ávila en una entrevista. Hasta el momento ha habido un “buen ambiente” en las conversaciones con sus vecinos andinos, agregó.

El gobierno federal está apoyando a las tres provincias (Jujuy , Salta y Catamarca) para tratar de mantener el impulso de la inversión argentina en litio luego de anuncios de alto perfil en los últimos nueve meses por parte de Rio Tinto, con sede en Londres, Lithium Americas, con sede en Vancouver, Posco de Corea del Sur y Zijin Mining Group de China . 

El gobierno envió recientemente su legislación de movilidad eléctrica al Congreso, que incluye incentivos para inversiones y una fecha límite de 2041 para detener las ventas de motores de combustión interna. La idea es sentar las bases para fabricar baterías localmente, y Ganfeng Lithium y Gotion High-techde China ya han expresado su voluntad de ayudar.

Cuando se le preguntó en la entrevista si algún día se construirá una fábrica de baterías a gran escala en Argentina, Ávila dijo: "Eso es a lo que aspiramos".

El grupo de trabajo de las provincias argentinas está analizando proyectos de litio para una lista de verificación de obras de infraestructura, incluidas carreteras y líneas eléctricas, que beneficiarían a los asentamientos en el remoto altiplano andino que alberga salinas de litio mientras los funcionarios involucran a las comunidades en un intento por evitar conflictos que han plagado otros desarrollos minerales en la nación.

Debido a que la industria del litio de Argentina recién está comenzando (solo dos proyectos están en producción, con un tercero programado para unirse a ellos este año), debería ser relativamente fácil incorporar los estándares ambientales, sociales y de gobernanza que exigen ahora los inversionistas, dijo Ávila.

“Es una gran oportunidad como titular tardío”, dijo. “Argentina puede introducir el marco ESG desde el inicio de la vida de un proyecto”.

Dado que los vehículos eléctricos también impulsan la demanda de cobre, Argentina quiere asegurarse de que los cinco proyectos que ya están en trámite se hagan realidad. Serían suficientes para convertir al país en un importante proveedor mundial en unos años, ya que busca atraer a más mineros.

Para hacer eso, el gobierno está flexibilizando los controles de capital; convencer a los mineros que se han quedado fuera de Argentina debido a la volatilidad regulatoria de que las reglas no cambiarán de la noche a la mañana; e implementar un régimen fiscal más atractivo.

Los funcionarios están en conversaciones con las mineras para hacer un impuesto a las exportaciones más progresivo , basado en los precios del cobre. La propuesta ha sido bien recibida y podría estar lista en un mes, dijo Ávila.