Venezuela suma 304.000 millones de barriles, lo que equivalen a más del 17% de las reservas mundiales. Arabia Saudita sigue siendo el líder
Las relaciones comerciales entre los países de la Unión Europea (UE) y Rusia, especialmente en lo referido a la compra de gas y petróleo rusos, han estado en la mirada de todo el mundo desde el inicio de la invasión de Ucrania a finales de febrero.
La UE es una de las principales compradoras de combustible de Rusia, del que depende en gran medida. Por esta razón, y a diferencia de Estados Unidos, no dejó de comprarlo a pesar de condenar la invasión, implementar duras sanciones contra Moscú y prestar un decidido apoyo militar a Ucrania, publicó CNN.
Según la Revisión estadística del BP de World Energy, 14 países representan 93,5% de las reservas probadas de petróleo en el mundo. En el caso de Venezuela, la nación suma 304.000 millones de barriles, lo que equivalen a más del 17% de las reservas mundiales.
En el ranking de reservas siguen Arabia Saudita, con 298.000 millones de barriles, y Canadá con 170.000 millones de barriles, informó La República.
Las reservas de petroleó sirven como una estimación de la cantidad de petroleó crudo económicamente recuperable, además es importante tener en cuenta que estas reservas deben tener el potencial de ser extraídas bajo las tecnologías actuales.
En la actualidad el ranking de reservas lo completa Irán, Iraq, Rusia, Kuwait y Emiratos Árabes. En el caso de Rusia, además de la reservas, también tiene la capacidad tecnológica de extraerlo.
Pero ahora que la UE finalmente anunció que dejará de comprar petróleo a Rusia en un plazo de entre seis y ocho meses, una medida que golpeará fuertemente a la economía rusa –Europa seguirá, sin embargo, comprando gas–, la pregunta es cómo podrán los países del bloque reemplazar ese suministro para no sufrir ellos mismos las consecuencias.
Según datos de 2020 de la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., Rusia exportó el 48% de su producción total de petróleo a países europeos, particularmente a Alemania (11%), Países Bajos (11%) y Polonia (7%). Otros compradores importantes del petróleo ruso en la región son Finlandia (4%), Eslovaquia (2%), Italia (2%), Lituania (2%) y Hungría (2%).
Esto constituye, a su vez, el 27% del total de importaciones de petróleo de los países de la Unión Europea, un porcentaje importante que deberá reemplazar con otros productores.
Rusia es el segundo mayor productor de petróleo del mundo, superado solo por Estados Unidos y ubicándose apenas por encima de Arabia Saudita: produce unos 9,7 millones de barriles al día, de los cuales exporta unos 5 millones, según la EIA.
LA OBSESIÓN DE PUTIN POR EL RUBLO
Si Rusia consigue que los países europeos paguen en rublos por el gas que importan, Moscú logrará que el tipo de cambio del rublo goce de un sostén natural (el anuncio de esta exigencia ya dio un impulso notable a la divisa rusa), la economía comenzará a recibir un influjo de rublos que permitirá financiar las políticas del Gobierno sin la necesidad de crear nueva moneda (lo cual genera inflación y depaupera la divisa local) y, sobre todo, conseguirá sortear o disminuir el impacto de algunas de las sanciones ya impuestas o de las que están por venir.
¿Por qué el pago en rublos es ahora una obsesión para Rusia? Como se ha podido ver, Occidente es capaz de congelar los activos reales rusos fuera de Rusia (viviendas, yates...) y los activos financieros denominados en dólares, euros... que necesiten de una cuenta bancaria o intermediario occidental, pero no puede hacer nada con los activos denominados en rublos que se encuentran en entidades rusas. Por ello, Moscú quiere evitar cualquier posibilidad o riesgo en este aspecto, reduciendo los ingresos y las reservas en divisas de países 'hostiles' (dólares, euros, libras...), indagó Vicente Nieves en El Economista.
Rusia y Gazprom estarían estudiando la forma de reducir al máximo los riesgos. Una vía sería a través de pagos directos (sin intermediarios) al banco de Gazprom (Gazprombank) que fuesen inmediatamente convertidos en rublos. Desde Natixis explican en una nota que "esta sería la exigencia rusa menos dañina para importadores europeos, ya que las empresas que importan gas ruso podrían realizar compras mediante un pago en euros o dólares a una cuenta bancaria en Gazprombank, que luego lo convertirá en rublos. Este acuerdo no debería cambiar mucho el escenario para las empresas europeas".
En otras palabras, Rusia está buscando acelerar la desdolarización de su economía. Y si Rusia consigue exportar en rublos y no en dólares o euros, se corre el riesgo de que otros países hagan lo mismo, como es el caso de China, India o Arabia Saudí, que negocia con China vender parte de su petróleo en yuan", aseguran los economistas de Natixis.
Posibles reemplazos al suministro de Rusia
En comparación, Estados Unidos produce unos 10,2 millones de barriles al día, Arabia Saudita unos 9,3 millones, Canadá cerca de 4,3 millones e Iraq llega a 4,2 millones, por hablar de los cinco principales productores.
En el caso de Arabia Saudita, el país cuenta además con la segunda mayor reserva de petróleo –después de Venezuela– entre los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que concentran casi el 80% del total mundial.
La medida anunciada por la Unión Europea forzará cambios en el mercado internacional del petróleo: no solo los europeos deberán buscar nuevos proveedores, Rusia también deberá encontrar nuevos compradores.
Pero pocos productores se han mostrado dispuesto o capaces de aumentar la producción para dar cuenta de los recortes globales a las compras de petróleo ruso, aunque Emiratos Árabes Unidos recientemente sugirió que podría intentarlo.