Entre el 6 y 8 de abril se realizó el cuarto Foro sobre la Econom{ia de los Océanos en Ginebra. El "Pacto Azul".
ANAHI ABELEDO
Más del 80% del volumen del comercio de mercancías se transporta por vía marítima, lo que subraya la importancia de fortalecer las cadenas de suministro que se han visto interrumpidas por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania. La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) lanzó el "Pacto Azul" en su cuarto Foro destinado a la preservación ambiental de los océanos.
"El océano es una fuente de oportunidades para sustentar los medios de subsistencia y el comercio y para mitigar el cambio climático. Pero la salud de los océanos se está deteriorando, y las economías que los océanos sustentan se ven amenazadas", dice la UNCTAD en un documento preliminar mientras se celebraba el foro especializado.
Así, lanzaron la idea de un “Pacto Azul” global para preservarlos como fuente de oportunidades para sustentar los medios de subsistencia y el comercio y para mitigar el cambio climático. El organismo entiende que "la salud de los océanos se está deteriorando, y las economías que los océanos sustentan se ven amenazadas". La intención es generar inversión e innovación para crear una economía oceánica sostenible y resiliente.
"Este es el momento perfecto para establecer un nuevo rumbo mediante la inversión en economías sostenibles basadas en los océanos", dijo la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan.
"El valor económico, social y ambiental del océano puede ayudarnos a recuperarnos mejor de la pandemia y protegernos de futuras crisis", dijo. "Pero tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre beneficiarnos del océano y la protección de sus recursos".
Más de 3.000 millones de personas viven de actividades económicas directamente relacionadas con los océanos.
Entre los miembros de la coalición que organiza el foro se encuentran la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Secretaría del Commonwealth, la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Instituto Oceánico Internacional.
Más de 300 participantes y expertos de unos 50 países y 60 organizaciones se centrarán en la pesca sostenible, la economía oceánica y la protección de los mares y los medios de subsistencia.
Previo a la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas en Lisboa del 27 de junio al 1 de julio de 2022, el Foro sobre los Océanos debatirá cómo el comercio puede ayudar a los países a conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
Más de 3 mil millones de personas, la mayoría de ellas en países en desarrollo vive de actividades realcionadas con los océanos. El valor de exportación de bienes y servicios basados en el océano se estima en 2,5 billones de dólares.
EL PACTO AZUL
Se prevé que la economía oceánica se duplicará para 2030. Sin embargo, se necesita más inversión para impulsar nuevos sectores, entre ellos el cultivo de algas marinas para alimentos, cosméticos y biocombustibles, que podrían beneficiar a muchos países insulares y costeros.
De 2013 a 2018, solo el 1,6% del total de la asistencia oficial para el desarrollo, unos 2,9 mil millones de dólares al año, se destinó a la economía oceánica. Solo 1,5 mil millones de dólares al año se dedicaron a la creación de una economía oceánica sostenible.
El cultivo del 2% del océano podría proporcionar suficiente proteína para alimentar a una población mundial de 12 mil millones. Los sustitutos del plástico como el aluminio, las fibras naturales, el papel y los materiales de biomasa de algas también son muy prometedores.
Hay que cerrar las brechas en la gobernanza de los océanos, incluidos los esfuerzos para regular los subsidios a la pesca, que, entre los países industrializados en la última década, llegaron de media a los 10 mil millones de dólares y podrían ascender a 35 mil millones de dólares en todo el mundo. De ello, 20 mil millones de dólares contribuyen directamente a la sobrepesca.
Tras 20 años de negociaciones sobre subsidios a la pesca, los países se encuentran en una etapa avanzada, pero se necesitan más esfuerzos para finalizar e implementar un acuerdo global.
Se prevé que la economía oceánica se duplicará para 2030. Sin embargo, se necesita más inversión para impulsar nuevos sectores, entre ellos el cultivo de algas marinas para alimentos, cosméticos y biocombustibles, que podrían beneficiar a muchos países insulares y costeros.