“Europa tiene la necesidad estratégica de dejar de depender del gas ruso, lo que posiciona al hidrógeno como una alternativa complementaria", dijo el profesor UC, Patricio Lillo
Como todos los países del mundo a Chile también le impacta el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania Algunas materias primas se han visto impulsadas al alza, y las sanciones de occidente al gobierno de Vladimir Putin no se han hecho esperar.
Rusia es un actor muy relevante en los mercados de gas natural, petróleo y carbón, por lo que la mera amenaza de posibles medidas que puedan impactar el intercambio de combustibles entre Rusia y el resto del mundo, como una sanción económica, tendrá repercusiones en los precios de estos commodities.
Según informó a La Tercera, el profesor de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica (UC), Patricio Lillo, planteó que el freno al gas ruso podría ser un impulso a los proyectos de hidrógeno verde en Chile.
“Europa tiene la necesidad estratégica de dejar de depender del gas ruso, lo que posiciona al hidrógeno como una alternativa complementaria. Si bien no es algo que vaya a ocurrir en el mediano plazo, en el futuro esta fuente de energía puede llegar a reemplazar parcialmente al gas”, dijo el académico en un comunicado.
Asimismo el académico precisó que la Comisión Europea presentó un documento que evidencia sus puntos débiles e indica las contramedidas de refuerzo para disminuir su dependencia energética y conseguir una energía más asequible, segura y sostenible. Actualmente, la UE recibe un 40% del gas de Rusia.
“La primera línea de acción que plantea dicho documento, es acelerar el desarrollo de las energías renovables, del biogás y del hidrógeno verde, al ser los sustitutivos del gas fósil. Esto en plena transición energética, gracias a los fondos de recuperación”, sostuvo Lillo.
Además, dijo que el conflicto entre estos países impulsaría los proyectos de hidrógeno verde en nuestro país.
“Por ejemplo, un aumento del precio de los metales raros que se utilizan en el desarrollo de los catalizadores, podrían incidir en los costos de los equipos y en el costo capital de las plantas de hidrógeno”, dijo
Por su parte, Claudio Seebach, presidente de Generadoras de Chile, afirmó a El Mostrador que los impactos del conflicto en el país están principalmente asociados a las alzas en los precios de combustibles fósiles, los cuales, en el caso de la energía eléctrica, pueden tener incidencia en el mercado mayorista. En dicho mercado, las empresas generadoras intercambian energía día a día sobre la base de los costos marginales del sistema.
Sin embargo, estos costos no tienen efectos directos en la tarifa eléctrica del cliente final. Esto es así porque estas tarifas están cubiertas por contratos de largo plazo, los cuales “protegen” a los usuarios de esas variaciones con tarifas que no dependen directamente de los costos marginales del sistema o de los precios de los combustibles.
Como gremio, hemos podido observar a las autoridades preocupadas por la actual situación, sumado esto al momento de estrechez del sistema eléctrico nacional. Las futuras autoridades en particular han resaltado que buscarán liderar y coordinar las acciones urgentes y específicas que se requieran para reducir la posibilidad de un racionamiento del suministro eléctrico.
En este escenario, se hace aún más necesario continuar impulsando las condiciones habilitantes para la transición energética, como una mayor capacidad de transmisión, flexibilidad y almacenamiento, que viabilicen la integración masiva y eficiente de más generación renovable, no solo por la importancia en la transición energética, sino también en mejorar la resiliencia energética de Chile ante situaciones geopolíticas como esta guerra.
Por otro lado, añadió que la guerra entre Rusia y Ucrania hace aumentar el precio de los combustibles fósiles, lo que aceleraría los planes de reemplazo de estas fuentes energéticas.
“Cualquier medida estructural que aumente los costos de los combustibles fósiles, va a incentivar el desarrollo y la implementación de tecnologías alternativas. Esto es bien natural y, por supuesto, los proyectos de hidrógeno tienen que competir con otras alternativas como el diésel”, puntualizó el investigador UC.