El ministro habló de seguir con los aumentos anunciados del 17% al 20%. Pero con eso no se cumple la baja de subsidios a la que se refirió el Fondo
MARTÍN BIDEGARAY
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo este viernes que en materia de tarifas de luz y gas se “sigue con lo anunciado”, frente a una pregunta de Clarín. El Fondo Monetario, en su resumen del entendimiento, manifestó que “se acordó una estrategia para reducir los subsidios energéticos de una manera progresiva, lo que será esencial para ir mejorando la composición del gasto público”.
El gobierno anunció, a fin de año, que las tarifas de luz y gas tendrán un aumento del 17% al 20%. Los subsidios energéticos de 2021 fueron de US$ 11.000 millones. El FMI anunció que habrá una estrategia para bajarlos.
El cumplimiento de ambas metas en simultáneo es imposible.
Para lograr aumentos del 17% al 20% finales en las tarifas, los subsidios deben seguir creciendo. Y para disminuir los subsidios, las tarifas deben subir el doble o el triple de ese 17%-20% ya anunciado.
¿Quién dice esto? El mismo gobierno.
En el gas, por ejemplo, para seguir subsidiando el 71% del precio del fluido que se paga en las boletas , como se hizo en 2021, el Estado necesitaría $ 216.000 millones en 2022, según proyecciones hechas por la secretaría de Energía.
Pero el gobierno cuenta con $ 135.000 millones para subvencionar esa parte de las boletas de gas, según indica la misma secretaría de Energía. Le faltan $ 81.000 millones.
Con los recursos que posee, el Estado podría subsidiar un 44% del costo del gas en sí mismo. Para cubrir la diferencia, los usuarios deberán pagar más en sus boletas. Puntualmente, deberían abonar entre un 35% y 40% más.
"Dicha situación implica un incremento en el costo del gas a cargo de los usuarios del orden del 91%", especificó la secretaría de Energía en un informe. El costo del gas tiene un 40% de incidencia en la factura.
La única alternativa para una suba “promedio” del 20% es que a determinados grupos de clientes les apliquen aumentos de entre 110% y 450%.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis Macroeconómico de Equilibra, hizo una simulación. Proyectó un descenso de los subsidios del 0,2% del total del PBI y una suba “promedio” del 20% en las tarifas del grueso de la población.
El gobierno habló de aplicar una "segmentación", que implica una reducción de los subsidios para aquellos sectores que puedan pagar mayor parte del costo energético.
Si el gobierno quiere aplicar la segmentación a un 10% de la población, para lograr ambos objetivos (reducir el déficit y mantener el aumento promedio del 20%), debería aplicar un aumento del 470% a los hogares de mayores ingresos, según el análisis de Equilibra.
Si el Ejecutivo decidiera “segmentar” -ir quitando subsidios- a un 20% de los hogares, debería aplicar aumentos del 245% en esa franja.
Si prefiere quitar algunas subvenciones al 30% de la población las tarifas de ese tercio de hogares deberían subir un 170%.
Finalmente, si quiere que un 40% pasen por alguna suerte de “segmentación”, deberá subir las boletas en un 133%.
“Esto es para tarifas residenciales teniendo en cuenta la inflación, tipo de cambio y suba de costo laborales para este año”, detalla Sigaut Gravina. “Y tratando de aplicar algún criterio de segmentación”.
En gas, la distribución y el transporte de gas representan $ 3,5 por cada $ 10 en la boleta. Si se cumple la necesidad de bajar los subsidios -que implica un aumento del 35%- y el deseo de las distribuidoras y transportistas, que conlleva otro incremento superior al 30%, las facturas deberían subir un 65%.
El Poder Ejecutivo habló de un aumento de entre 17% y 20%. En el sector sospechan que solo se refería a los márgenes para las empresas distribuidoras. Sería menos que lo solicitado, pero el triple de lo que tuvieron en 2021 (6% de aumento).
El grueso de las subvenciones se destina a que los clientes paguen por el gas menos de lo que vale. Un detalle más: los cálculos del Gobierno estaban hechos en base a una provisión de Bolivia, que ese país no podría cumplir. Habría que reemplazarlo con GNL importado, que es más caro, y elevaría el costo del gas ya estimado por Energía.
Alejandro Einstoss y Julián Rojo, del Instituto Mosconi, presagian que puede haber problemas con la implementación de la quita de subsidios en el plano judicial. Y que la suba "promedio" debe estar entre 60% y 72% para no engordar aún más la necesidad de fondos para mantener bajas las tarifas.